Hace unos días se llevó a cabo en la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile una nueva versión del ciclo "Diálogos con el conocimiento" que, bajo el tema abuso y violencia, reunió a cinco especialistas liderados por el sociólogo francés Eric Fassin.
La actividad fue organizada por la Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Chile, el Laboratorio Transdisciplinario en Prácticas Sociales y Subjetividad (LaPSoS) y el Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (CIEG).
En ella participaron, además de Fassin -quien es profesor de la Universidad de Paris VIII y colaborador internacional del Núcleo "Políticas del sujeto, malestar, subjetividad y vida cotidiana en Chile", financiado porla Iniciativa Bicentenario JGM-, las psicólogas y profesoras Svenka Arensburg e Irma Palma, el antropólogo y profesor Enrique Antileo, y la abogada de la Corporación Humanas, Patricia Rada.
Lenguaje y contexto
En su exposición, Fassin hizo una diferenciación de lo que para países como Estados Unidos y Francia implican los términos abuso, acoso y violencia sexual, recordando que aunque tenemos las mismas palabras los contextos sociales hacen que ellas signifiquen algo distinto.
"Por ejemplo, el uso de expresiones como el date rape implicó un cambio cultural y político en Estados Unidos, puesto que cuando empezó a usarse todavía estaba la idea de que la violación la hacían los desconocidos, mientras que el concepto y las feministas postulaban que la violación también la cometía gente que uno podía conocer", sostuvo.
Fassin explicó que en el caso de acoso sexual, el término se inspiró en los trabajos de una jurista feminista radical para quien el acoso era un instrumento usado para frenar la carrera de las mujeres. "La categoría de acoso sexual se inventó para pensar no tanto la sexualidad sino que mas bien el género y las desigualdades entre hombres y mujeres", añadió.
Según relató, en Francia la categoría de acoso sexual se introdujo a principios de los 90 con una ley contra el acoso sexual; "se reconoció por el derecho, estaba en el código del trabajo y en el penal y, por tanto, un acosador podía ir a la cárcel, algo que no pasa en Estados Unidos", planteó.
Pese a las ambigüedades del léxico y su uso, Fassin sostuvo que, al menos en Estados Unidos, cuando se habla de violencia, acoso, violación, se está hablando de discriminación, dado que esos conceptos son instrumentosde poder que producen desigualdad.
Distintas visiones
En el seminario, la profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, Irma Palma, reflexionó, entre otros aspectos, sobre los elementos estructurales que se dan en las relaciones de poder que pueden estar presentes en las relaciones abusivas contra los niños en las iglesias.
La profesora Svenka Arensburg, en tanto, planteó que la cultura está atravesada por la violencia y, en ese marco, hechos como la violencia intrafamiliar deben entenderse como abusos de poder, más que en situaciones patológicas de los hombres.
Desde su especialidad, la abogada Patricia Rada criticó la falta de voluntad política y cultural en Chile de reconocer la violencia sexual como algo transversal. "Hay un grave problema de tipificación: está la figura de la violación y el abuso sexual, pero cuando las mujeres son vulneradas en la calle se considera una falta por ofensa al pudor; es decir, el cuerpo de la mujer pasa a ser una suerte de bien común pues lo ofendido es el pudor y no las mujeres", puntualizó.
La especialista llamó la atención también sobre las trabas judiciales del sistema chileno que han impedido una correcta defensa de las alumnas violentadas sexualmente por funcionarios policiales en las movilizaciones estudiantiles de las últimas semanas. "Se trata de causas derivadas a la justicia militar y el código de ellos sólo contempla como delito la violación, lo demás es recalificado como uso innecesario de la fuerza. Lo más grave respecto a esto es la intención de generar temor e inhibir a las mujeres que se están manifestando", criticó.
Por su parte, y tras hacer un breve resumen de cómo se ha presentado la violencia contra el pueblo mapuche a lo largo de la historia del país, el antropólogo de la Universidad de Chile, Enrique Antileo, planteó que la violencia se ha manifestado en el último tiempo tanto en forma visible -castigo carcelario a dirigentes-, como invisible -despoje de tierras indígenas.
A su vez, vinculó el empleo en labores domésticas de las llamadas nanas mapuches con la violencia ejercida históricamente por el Estado. "Ese concepto de empleo doméstico en un eufemismo, pues es sólo la continuidad de una servidumbre que surgió en la Colonia", indicó el académico.