Académicos de diversas universidades de la cuenca del Pacífico se reunieron en la Universidad de Chile para debatir respecto a materias como leyes, polìticas e instituciones para prevenir, mitigar y gestionar riesgos y desastres; Impacto de los desastres en los ecosistemas, las sociedades y las comunidades locales, y Salud, educación y políticas públicas relevantes, entre otros temas.
Esto, en el marco del X Simposio Internacional sobre Multi-riesgo de la APRU, titulado "Descubriendo, investigando y aprendiendo en tiempos de desastres en la Cuenca del Pacífico. Reduciendo la brecha a través de la conexión del trabajo académico".
En la actividad de lanzamiento, realizada en el Salón de Honor de la Casa Central de la Universidad de Chile, el Profesor Hugo Romero, Chairman del Simposio y académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, valoró la instancia como una oportunidad de encuentro e intercambio de experiencias y saberes entre los asistentes. "La APRU es una institución académica que pretende hacer carne la solidaridad y la integración. Es una instancia para acercarnos, conocernos, adquirir la confianza para impulsar los grandes procesos de desarrollo del futuro".
Por su parte, Consuelo Cornejo, responsable de la Academia de Protecciòn Civil de la Oficina Nacional de Emergencia, agradeció la oportunidad de participar del Simposio, destacando que "uno de los grandes desafíos que tenemos como paìs es la complementariedad entre el mundo del conocimiento científico y los sistemas nacionales de protección civil, y de gestión integral de riesgos". Además, enfatizó en la necesidad de "construir puentes que nos permitan avanzar desde el conocimiento cientìfico, el conocimiento informal y los saberes ancestrales de nuestras comunidades".
Finalmente, el Prorrector de la Universidad de Chile, Sergio Jara, destacó el carácter multidisciplinario del espacio y la necesidad de aumentar los niveles de cooperación entre profesionales y académicos de distintas áreas para obtener avances en la prevención de los efectos de los desastres. De esta manera, destacó que "el desafío está en intervenir en la predicción de los daños posibles tras un desastre natural", enfatizando en que la labor de los académicos reunidos "no es sino una variante de un acto de amor por la humanidad".
"El gran desastre del 2010 fue enfrentar una institucionalidad pública poco preparada"
Luego de la conferencia inaugural, se dio inicio a las sesiones temáticas que se llevaron a cabo en dependencias de la Facultad de Economía y Negocios, y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Estas se sumaron a distintas conferencias plenarias que sirvieron para que los asistentes se refirieran a aspectos de la problemática de riesgos y desastres.
Entre los participantes destacaron el académico inglés y coordinador del Programa para el Estudio Social de los Riesgos y Desastres de la FLACSO, Allan Lavell, quien señaló la importancia de realizar el simposio en nuestro país: “Chile tiene por la incidencia de riesgo, además de la repercusión y repetición de los desastres por el contexto de amenaza que vive. En ese contexto, es importante este intercambio de experiencias con otras naciones que comparten características por su ubicación en el círculo de fuego del Pacífico, por ejemplo”.
Otro de los expositores en las jornadas fue el Dr. Juan Pablo Sarmiento, importante investigador colombiano del área de la salud en temas de riesgo y manejo de desastres, quien se refirió a las oportunidades del encuentro: “esto es un reforzamiento del compromiso que deben tener todas las disciplinas en un tema que compromete a todas las áreas de una universidad. Este escenario es favorable para plantear retos sobre áreas de conocimiento vírgenes que se deben desarrollar, y también para estrechar lazos y vínculos para una mejor colaboración a futuro”.
Carmen Paz Castro, académica del Departamento de Geografía de la FAU y parte del equipo organizador del evento, evaluó la instancia como un éxito en convocatoria y también en la calidad del debate: “a pesar de lo breve que fue el espacio, fue muy intenso y se generó un ambiente muy cercano y familiar característico de gente que trabaja en cómo mejorar la calidad de vida, en crear territorios más seguros. Estamos todos muy contentos por este simposio exitoso”, señaló.
Además, la profesora también se refirió a la necesidad de legislar para la prevención de riesgos en un país propenso a los desastres socionaturales como Chile: “estamos en un momento importante, pues se están discutiendo nuevas leyes e institucionalidades de la gestión de riesgo, por lo que el traspaso de las conclusiones de este evento hacia las instancias correspondientes es algo necesario. Nosotros formamos parte de la Plataforma Nacional de Reducción de Riesgo y nuestras opiniones son tomadas en cuenta, así que esperamos que esto sea el pie para crear una institucionalidad de riesgo más importante”.
El Vicerrector de Investigación y Desarrollo, Profesor Flavio Salazar, recalcó que las experiencias compartidas durante el simposio desnudaron "una gran cantidad de falencias que aún persisten a nivel institucional en el país" respecto a la interacción entre los organismos del Estado, que velan por la regulación y la legislación en la materia de desastres, y la contingencia con las universidades "que pueden proveer insumos desde el punto de vista de datos y nuevas tecnologías".
La autoridad universitaria destacó además, la existencia de un grupo multidisciplinario en la Universidad de Chile "con gente experta en sismología, geología, sociología, arquitectura, psicología" que está interesado en generar investigación que ofrezca soluciones para estos desafíos, para lo que resulta "indispensable el apoyo gubernamental y requerimientos claros de parte de los organismos del Estado". Por lo mismo, en su opinión, "las capacidades están pero necesitamos un acuerdo formal entre los organismos del Estado y la Universidad de Chile".
Finalmente, el Profesor Hugo Romero destacó que "el gran desastre institucional de febrero de 2010 fue encontrarnos con una institucionalidad pública muy poco preparada para enfrentar un evento de ese tipo".
Ante la situación, el académico afirmó que resultaba imprescindible "impulsar la nueva legislación de protección civil y reconocer el rol fundamental de la comunidad para actuar ante situaciones de desastre", y que la academia debe acercarse no sólo a los tomadores de decisiones sino que a las comunidades, con la intención de que puedan "desplegar su capacidad de autogestión y asumir un protagonismo mayor".
