País de volcanes

¿Cómo se monitorea la actividad volcánica en Chile?

¿Cómo se monitorea la actividad volcánica en Chile?
Volcán Villarrica tras la erupción de la madrugada del 3 de marzo. Foto: Radio Universidad de Chile.
Volcán Villarrica tras la erupción de la madrugada del 3 de marzo. Foto: Radio Universidad de Chile.
Mapa de peligros del Volcán Villarrica (Fuente: Sernageomin).
Mapa de peligros del Volcán Villarrica (Fuente: Sernageomin).

Tres de la madrugada del 3 de marzo y el volcán Villarrica, ubicado en las regiones de la Araucanía y de los Ríos, hizo erupción. Media hora antes el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) decretó alerta roja en la zona y las autoridades procedieron a la evacuación de más de tres mil personas por el aumento de la actividad sísmica y las emisiones de material desde el interior del volcán. La erupción ocurrió tras semanas de actividad volcánica más intensa a la normalmente presentada por el macizo, monitoreada por el Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS), perteneciente a la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV), desde donde se observan los 43 volcanes más activos del país.

El volcán Villarrica tiene 2.847 metros de altura y un diámetro basal de 12,5 kilómetros. Desde que se tienen registros ha habido 59 erupciones, siendo las de mayores consecuencias las de 1948 y 1984.

“Volcanes y sociedad son temas que tienen que estar siempre de la mano”, explica Diego Morata, profesor titular del Departamento de Geología y director del Centro de Excelencia en Geotermia de los Andes (CEGA) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. La importancia de esta conexión radica en que, como agrega el profesor Angelo Castruccio, académico del mismo Departamento, “Chile es uno de los países con más volcanes en el mundo, solamente Indonesia tiene más que nuestro país”.

De esta manera, una erupción volcánica en Chile es algo que ocurre con bastante periodicidad y que no siempre genera una gran alerta. Así lo cree el profesor Morata, quien señala que el caso del volcán Villarica "es un evento más. Es un proceso que llama la atención, pero es algo que ha ocurrido, que ocurre y que va a seguir ocurriendo”.

Sin embargo, el académico de la Universidad de Chile indica que hay otros casos en que sí deben existir mayores precauciones y medidas más amplias para controlar estas situaciones, por ejemplo, si el volcán se encuentra cubierto de nieve, porque cuando existe nieve “ésta se derrite y genera un lahar, que es un flujo que baja por la pendiente a mucha velocidad y arrastra de todo, y eso sí es peligroso. Una colada de lava, como ocurrió en este caso, va a ser muy espectacular, pero no genera mayores problemas ya que va a una velocidad que es manejable, en el sentido que se puede alertar a la sociedad”.

Monitoreo

El volcán Villarrica es uno de los más monitoreados en el país. Como explica el profesor Castruccio, porque “es uno de los más activos de Chile y de Sudamérica y porque hay muchos poblados que están ubicados a sus alrededores. De ahí la importancia de vigilarlo de manera permanente para estar alerta, como ocurrió ahora”.

Al igual que los sismos, la actividad volcánica no se puede predecir, pero sí evaluar y proyectar sus procesos a partir del monitoreo. Al respecto, el Jefe técnico del Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS), del Sernageomin, Carlos Cardona, explica que Chile cuenta con estaciones multiparamétricas de diferente tipología. “Incluye estaciones sísmicas, estaciones de GPS, inclinómetros para pedir deformación, estaciones para medir los flujos de elementos químicos para medir las fumarolas y columnas eruptivas, cámaras web, sensores acústicos y cámaras térmicas”.

“La tarea diaria consiste en evaluar los datos provenientes de la red de vigilancia para así poder determinar sus líneas base y periodos de inestabilidad de estos volcanes, tendientes al pronóstico de erupciones volcánicos”, explica Cardona.

“Todas herramientas combinadas permiten entender mejor qué es lo que está pasando con mayor profundidad. Siempre hay bastante incerteza de lo que está ocurriendo. Mientras más observaciones se tengan, se va a poder establecer de mejor manera qué es lo que podría ocurrir”, agrega el profesor Castruccio.

A diferencia de los sismos, hay varias formas de clasificar las erupciones volcánicas. El profesor Castruccio explica que una de las que más se utiliza es el Índice de Explosividad Volcánica (IEV) “que fue creada en los años ‘80 para tener una escala que fuera similar a lo que ocurre con los terremotos, por eso también se definió desde cero hasta ocho”. Otro tipo de clasificación corresponde al tipo de erupción magmática, “donde se encuentra la de tipo hawaiana, estromboliana, vulcaniana y pliniana que son las principales”.

Investigación

“Chile se alimenta de la geología pero la geología mata a Chile”, plantea el profesor Morata. “O sea, tenemos cobre, oro, geotermia porque hay volcanes” -señala- pero también por ello existen desastres naturales y consecuencias de esta constitución geológica. Por eso, “geología debería ser una carrera prioritaria en este país y la investigación en ciencias geológicas debiese estar realmente potenciada a todo nivel”, enfatiza el profesor, planteando la pregunta de “cuántos expertos e investigadores en volcanología hay en este país, considerando que somos el segundo país con mayor intensidad vulcanológica”.

“Claramente es un problema de presupuesto, hay que tener más gente trabajando, tanto en el servicio como en la universidad en lo que es la investigación”, explica.