Los manuscritos de la novela Jemmy Button, de Benjamín Subercaseaux, obra ganadora del premio Atenea en 1950. Unas cajas con viejas diapositivas de Alejandro Lipschutz encontradas en una biblioteca de la Facultad de Filosofía y Humanidades. La película "La Tirana" perteneciente al proyecto danzas rituales de chile de Pablo Garrido, primer registro cinematográfico de esta significativa fiesta y ritual. Todas estas piezas son parte de “Objeto encontrado”, la II curatoría de Artificios, proyecto financiado por la Iniciativa Bicentenario JGM (IBJGM), cuyo eje es la investigación y creación en torno al patrimonio de nuestra Universidad.
El patrimonio como pregunta, como problema, y también como un espacio de creatividad y de reflexión crítica, son parte de la propuesta de Artificios, iniciativa interdisciplinaria integrada por el Centro de Documentación e Investigación Musical de la Facultad de Artes, la Cineteca de la Universidad, la Facultad de Filosofía y Humanidades, la Facultad de Ciencias Sociales y el Museo de Arte Popular (MAPA).
“Objeto encontrado” es la reunión de manera aleatoria de 65 piezas de diversos espacios y unidades que integran la Iniciativa Bicentenario, y al igual que en la primera curatoría de Artificios, “Campo/us de escritura”, cada una de éstas cuenta con varias capas posibles de búsqueda e información: visual, de contenido y narrativas.
Para Alejandra Araya, quien encabeza esta iniciativa y es además Directora del Archivo Central Andrés Bello, esta segunda propuesta, “hace más explícita esa experiencia del hallazgo y de reencontrarse con materialidades, historias y sujetos que están poco relevados en la memoria institucional, y que algunos ni siquiera sabíamos que existían. En esta II curatoría se van a encontrar con una diversidad de materialidades y con una diversidad de experiencias y de trabajos”.
“Cuando partimos fuimos visitando los lugares y ahí fueron nuestros primeros encuentros. Fuimos encontrando y muchos objetos nos encontraron a nosotros”, cuenta Nury González, miembro de Artificios, sobre el proceso a través del que llegaron a las piezas hoy puestas en valor. Y no sólo de encuentros fue este proceso sino también de diálogos al interior del equipo. “Hablamos largamente, empezamos a tener discusiones reales de conocimiento en relación a un tema, que en este caso fue el objeto. Quisimos que la curatoría fuera transversal y abierta. Yo creo que Artificios es uno de los proyectos más transversales que existe”, dice González quien trabajó en el proyecto junto a académicos de diversas áreas: Mauricio Uribe de antropología, Rodrigo Torres de musicología, Luis Horta de cine, Alejandra Araya de filosofía y Arturo Cariceo de arte.
Esta II curatoría, que desde hoy puede ser visitada online, representa según Alejandra Araya el cierre de una etapa de exploración, de ensayos, de configuración de equipos de trabajo y de instalación del proyecto como una propuesta de la Universidad para el país respecto al patrimonio. “Artificios se plantea un desafío de lenguajes, no es un sitio web, es una plataforma que intenta desafiar al espectador, al lector, al navegante. No es lineal, es orgánica y a veces es bastante caótica, pero esa es una apuesta también del espacio”, explica la directora del Archivo Central Andrés Bello.
Jemmy Button: Pieza destacada
Los manuscritos de la novela Jemmy Button, de Benjamín Subercaseaux, obra ganadora del premio Atenea en 1950, escrita ente 1948-1950, son una pieza destacada de esta II curatoría.
El volumen recoge la experiencia del navegante inglés Robert Fitz-Roy (1805-1865), en cuya travesía por los canales de Tierra del Fuego a bordo de la nave “Beagle” hacia 1830, captura a cuatro jóvenes indígenas para luego trasladarlos a Inglaterra, donde procura su alfabetización en el idioma inglés y su evangelización. Tras su estancia en la capital británica y la muerte de uno de ellos, los jóvenes serán devueltos a su lugar de origen. En este segundo viaje la tripulación del Beagle cuenta con la presencia del naturalista Charles Darwin, quien aplicaría su mirada taxonómica a los indígenas considerándolos una “raza infrahumana”. Los fueguinos capturados fueron bautizados por la tripulación del navío como: York Minster, Boat Memory, Fuegia Basket (la única niña del grupo) y James Button, también llamado Jemmy Button, quién inspira el título de la novela.
La obra, propone Artificios, es pionera en su género, el de la nueva novela histórica, pero también se reencuentra para el arte contemporáneo, la crítica a la construcción de la nación, las bases etnocéntricas de las ciencias sociales y se pone a disposición de nuevas lecturas interdisciplinarias.