Por su saludo cariñoso, consejos e incluso más de algún “tirón de orejas”, que con tristeza han tenido que dar, queremos agradecer a todos los profesores y profesoras que colaboran permanentemente con el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) de la Universidad de Chile.
Implementado desde el 2015, el PACE UCH pone todos sus esfuerzos en restituir el derecho a la educación superior. Sin embargo, la tarea sería aún más difícil si no se contara con el compromiso y el apoyo permanente de los profesores de nuestra comunidad educativa.
Tratar de saludar a los estudiantes todos los días, preguntarles cómo están y escuchar sus problemas. Con esa cálida forma de educar, la profesora de Lenguaje Carmen Gloria Vásquez se relaciona con sus alumnos de la Escuela Profesora Gladys Valenzuela.
Francisco Gárate es profesor del Liceo Ciudad de Brasilia, y aporta desde la música a la formación de los estudiantes. Para este docente, la mejor forma de conectarse y motivarlos es formando lazos afectivos: “Que te sientan como un amigo al que puedan recurrir para algún consejo”, afirma.
Juan Pablo Osorio, profesor de Matemáticas del Liceo Malaquías Concha, siempre transmite la importancia de la superación: “No hay que decir a los estudiantes que con que hagan un poquito está bien”. Al profesor le preocupa que sus estudiantes cuenten con las herramientas necesarias para enfrentar un futuro complejo. “Quien se esfuerza, logra sus objetivos”, asegura.
Marcela Moreno, profesora de Matemáticas del Centro Educacional Municipal Mariano Latorre, cuenta que siempre comparte con los estudiantes su propia experiencia. Al haberse criado en la comuna de La Pintana con su abuela analfabeta, sabe bien lo complejo que puede ser cumplir metas sin el apoyo familiar: “La vida es difícil, pero no es imposible lograr los sueños”, advierte.
Mauricio Valenzuela es el actual jefe de la Unidad Técnico Pedagógica (UTP) y Profesor Jefe de un cuarto medio del Centro Educacional Valle Hermoso. Para él es fundamental tener una buena relación con los jóvenes, así como también demostrarles que eres una persona en la que pueden confiar. Con el PACE, además, “los niños están creciendo tanto personal como académicamente”, señala.
Y ese crecimiento no sería tal sin el compromiso, el saludo diario, los lazos afectivos construidos y las exigencias puestas por todos y cada uno de los profesores de la comunidad PACE UCH. Por todo esto y más, ¡gracias, profesores!