La nueva directiva de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile asumió su mandato por el período 2016-2017. En el Salón de Honor de la Casa Central se realizó la ceremonia en que la directiva electa de la FECh asumió sus funciones. Junto a Daniel Andrade, estudiante de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, en la presidencia de la organización, firmaron como nueva mesa directiva Barbara Brito de la Facultad de Artes en la vicepresidencia; Matilde Méndez de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en la secretaría general; Mattias Gallegos en la secretaría comunicacional; y Diego López en la secretaría ejecutiva, ambos últimos de la Facultad de Economía y Negocios.
Destacando el rol histórico y el compromiso social que por 110 ha cumplido la FECh en nuestro país, Daniel Andrade representante de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), reflexionó sobre la actual crisis de representación política, la reforma educacional y los desafíos que enfrenta el que movimiento estudiantil, en una ceremonia en la que participaron junto al Rector Vivaldi, la vicerrectora de Asuntos Académicos, Rosa Devés; la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran; el vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Juan Cortés, y el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar, además de representantes del Senado Universitario, entre ellos su vicepresidente, Juan Carlos Letelier, la presidenta de la Federación Nacional de Funcionarios de la Universidd de Chile, Myriam Barahona, académicos, estudiantes y funcionarios.
“Esta nueva FECh es el reflejo de las necesidades del Chile actual, la necesidad de una articulación profunda entre lo social y lo político, que permita que la política deje de ser el privilegio de unos pocos y pase a ser un patrimonio de todas y todos los chilenos”, dijo Andrade al comenzar sus palabras.
A continuación, fueron las críticas a la actual reforma educacional las protagonistas del discurso del líder estudiantil. “Este 2016 ya son diez años sin respuestas reales por parte del gobierno, por el contrario el legado de una educación de mercado, que hemos denunciado con tanta fuerza se ha ido profundizando”, advirtió, asegurando que, “este proyecto de reforma, consolida el modelo actual donde predomina lo privado sobre lo público. El gobierno hoy está desmantelando la educación pública”.
Para finalizar, Andrade hizo un llamado a “constituir una mesa con aquellos profesores y funcionarios con quienes compartimos una necesidad de cambio, porque es posible construir un movimiento universitario dentro de la universidad, junto a aquellos que queremos ver a la Universidad de Chile orientada a las necesidades del pueblo chileno”.
Invitando a los estudiantes a trabajar por los cambios que requiere la Educación Superior y la sociedad en Chile, el Rector Vivaldi advirtió que "si no se elabora un proyecto conjunto entre los estudiantes y la institucionalidad universitaria, va a ser muy difícil que este momento sirva para algo".
Junto con expresar su gratitud a la presidenta saliente, Camila Rojas, valorando "enormemente su integridad, y el hecho que nunca tuvo una actitud reñida con la ética política”, el Rector saludó al nuevo presidente, a quien dijo: “Ojalá podamos converger y trabajar, porque lo que está en juego es demasiado para dejar pasar la oportunidad y no tomarla. Yo voy a estar disponible siempre para un trabajo constructivo, para un trabajo propositivo, y para hacer los cambios que el país necesite, y sin ustedes, creo que es bastante difícil que eso vaya a ocurrir”.
Un año a la cabeza de los estudiantes
Camila Rojas, representante de Izquierda Autónoma, y quien lideró la FECh durante el período 2015-2016, ofreció en la oportunidad su último discurso como presidenta de la mesa directiva saliente, la cual también estuvo conformada por Javiera Reyes, José Zapata y Daniel Andrade.
Haciendo un balance sobre este año, Rojas aseguró que “el 2016 nos enrostra que el malestar y el desencanto están a flor de piel, que la movilización y la organización son alternativas, pero lo cierto es que no es suficiente (…) pareciera que aún falta esperanza de poder concretar los cambios, falta confianza en que es posible otro modo de vivir".
Por último, y junto con asumir que el actual escenario no es nada alentador para el movimiento estudiantil, la presidenta saliente de la FECh, enfatizó que, “desde este espacio de privilegio no podemos abandonar la lucha, porque desde la cuna de la elite intelectual, que es lo que somos, no tenemos más que aportar en la construcción de una nueva sociedad para hoy y para mañana, esa es nuestra responsabilidad histórica, y es que el movimiento debe retomar su vínculo con la sociedad. Queda pendiente convencer más allá de los convencidos, de la necesidad de organizarnos, movilizarnos y de ganar”.