Rectores y delegados de la Red Macro y miembros de los diversos estamentos de la comunidad universitaria participaron de la actividad realizada esta mañana en el Salón de Honor de Casa Central.“Este es un espacio que las universidades miembros de la Red han generado para la sociedad en general para debatir y dialogar aspectos cruciales en el marco del quehacer de nuestras instituciones, y frente a las cuales, debemos ser capaces de articular una respuesta conjunta”, afirmó Eduardo Vera, director de Relaciones Internacionales de la Universidad de Chile al comenzar el foro que realizado en el marco segunda jornada de la VIII Asamblea de Rectores de la Red de Macrouniversidades Públicas de América Latina y el Caribe, de la cual nuestro plantel es sede.
En compañía del Rector Vivaldi lideraron la ceremonia el presidente saliente de la Red Macro y rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA) Alberto Barbieri, el rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue, el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2007 y Profesor Titular de la de la U. de Chile, Manuel Antonio Garretón, y el coordinador de desarrollo estratégico de la Dirección de Desarrollo Estratégico y Relaciones Institucionales de nuestra Casa de Estudios, José Sulbrandt.
Entre el público asistente se sumaron a los rectores y delegados de la Red Macro, académicos, decanos, decanas y directores de institutos de la U. de Chile, integrantes del Senado Universitario, integrantes de la comunidad universitaria e invitados especiales, como el representante del comandante en jefe del Ejército, Mario Quinteros.
El Rector Vivaldi, fue el encargado de comenzar las exposiciones, con su presentación, “Democratizar la Universidad Pública de excelencia frente a los desafíos del siglo XXI”, instancia en que partió por relatar los orígenes de la Universidad de Chile y siguió con una síntesis sobre las transformaciones que tenido el sistema de Educación Superior durante las últimas décadas, particularmente tras su drástica modificación en 1981.
“Dentro de la lógica mercantilista que se ha aplicado aquí, hay un retailer que es la universidad, hay un commodity que es el título profesional y un consumidor que es el alumno”, sentenció el Rector cuestionando los valores del mundo empresarial llevado a las universidades y aspectos educativos claves como la calidad de la educación que se les entrega a los jóvenes de nuestro país.
Finalmente la máxima autoridad de la Casa de Bello hizo un llamado a sus pares a alinearse en propósitos comunes: “Es muy importante que vayamos generando y gestionando un modelo. Se habla de universidad norteamericana, británica, asiática y hay que aceptar que hay un modelo de universidad latinoamericana, y siempre tiene que estar la excelencia en primer lugar”.
Gratuidad e internacionalización universitaria
Alberto Barbieri, presidente saliente de la Red Macro y rector de la UBA, fue el encargado de ofrecer la segunda exposición de la jornada titulada “La Universidad de Buenos Aires frente al siglo XXI”.
Junto con dar algunas cifras sobre la UBA, a saber: sus más de 300 mil alumnos de pregrado, sobre 30 mil docentes, 15 mil funcionarios de apoyo administrativo, 13 facultades, 98 carreras de pregrados, 450 carreras de especialización, 14 museos, 18 bibliotecas, 6 centro culturales, 160 centro de estudios de investigación y 15 mil investigadores, Barbieri dijo: “Para nosotros es un bien público tan esencial la Educación Superior, que en la Argentina creo que a nadie se le ocurriría discutir que es una obligación indelegable del Estado, porque creo que es el motor principal de desarrollo de nuestro país”.
Respecto a los cambios que enfrentan las universidades públicas en el actual escenario, Barbieri destacó las transformaciones de las Tecnologías de la Información y la comunicación (TIC) en el proceso de enseñanza y aprendizaje, la heterogeneidad del alumnado, la longevidad de miembros de la universidad -y el consiguiente desafío de generar mecanismos para que esas personas sigan siendo parte de la institución- y la necesidad de internacionalización de los planteles.
También refiriéndose a la gratuidad, Enrique Graue, rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM), planteó la siguiente interrogante en su presentación llamada, “Aprendizajes históricos en torno a la lucha del movimiento social que logró instaurar la gratuidad de la Educación Superior”: “¿Debe ser la gratuidad una obligación del Estado? Yo creo que absolutamente sí, al menos lo es mientras las desigualdades persistan en nuestra región Latinoamericana (…) La única forma de que exista permeabilidad social es apoyando a la educación gratuita”.
Dando una visión sobre el estado de la Educación Superior en Latinoamérica, Graue comentó que la región produce 22 mil doctores al año frente a 68 mil que produce Estados Unidos. “La mitad de esos doctores en Latinoamérica los produce la Universidad de Sao Paulo. Estamos creciendo muchísimo más, por supuesto, tenemos que mejorar todo lo que es innovación y emprendimiento. Y hay que garantizar para nuestras universidades el adecuado financiamiento. Si vemos los números de la OCDE, estamos gastando la mitad. Brasil está con 13 mil dólares por estudiantes al año, nosotros apenas estamos con 7.200. Y por supuesto debemos aumentar la cooperación internacional”, concluyó.
El caso chileno: Transformaciones y reformas
Finalmente, Manuel Antonio Garretón ofreció la charla “Nudos de la reforma a la Educación Superior en Chile. Encrucijada entre lo público, lo privado y la ciudadanía”, a través de la que relató la transformación del modelo educativo chileno en dictadura, su consolidación en democracia y los orígenes de la actual reforma.
“Se trata del único caso en que una dictadura implantó un modelo educacional completo”, dijo al tiempo en que advirtió que “el dilema en que se está hoy es cómo se va más allá de una reforma que consolide el sistema a una refundación que significa básicamente transferencia de recursos, personal docente, estudiantes, etc. No parece haber en este momento la claridad de las elites (…) no hay un horizonte, no hay un imaginario de qué sistema de Educación Superior quiere para los próximos 30 años. Entonces lo que se hace es reformar algunas cosas y básicamente concentrarse en controla regular, controlar, el mundo privado”.
Tras las exposiciones, José Sulbrandt, quien ofició como moderador del panel en la actividad, dio paso al diálogo entre los asistentes, no sin antes destacar: “Es una gran experiencia estar en una sala como esta, cuando se plantea con las autoridades de las universidades latinoamericanas, cuál es el sentido de institucionalidad de la universidad, y qué es la universidad como instrumento. Eso ha sido siempre la tarea de los grandes intelectuales universitarios en la historia de la humanidad”.