Iniciativa financiada por el FIC-R de la Región Metropolitana

Proyecto busca revertir crítica sequía que afecta a la Laguna de Aculeo

Proyecto busca revertir crítica sequía que afecta a Laguna de Aculeo
Son múltiples los factores que explican la actual situación de la Laguna de Aculeo, entre ellas, el cambio climático.
Son múltiples los factores que explican la actual situación de la Laguna de Aculeo, entre ellas, el cambio climático.
El académico Pablo García, junto a organizaciones locales, impulsó un proyecto para caracterizar esta laguna y ver las soluciones para revertir la crítica situación.
El académico Pablo García, junto a organizaciones locales, impulsó un proyecto para caracterizar esta laguna y ver las soluciones para revertir la crítica situación.
El acuífero de la laguna, explicó el académico, "ha sido muy poco estudiado", motivo por el cual no se ha podido diseñar un plan concreto de acción.
El acuífero de la laguna, explicó el académico, "ha sido muy poco estudiado", motivo por el cual no se ha podido diseñar un plan concreto de acción.
La utilización de elementos como gravilla y arena en vez de pasto en las parcelas de agrado es una de las prácticas que puede contribuir a mitigar los efectos de la sequía.
La utilización de elementos como gravilla y arena en vez de pasto en las parcelas de agrado es una de las prácticas que puede contribuir a mitigar los efectos de la sequía.

“Donde se juntan las aguas”. Ese es el significado del nombre “Aculeo”, o “Acuñ-leuvú”, que denomina a esta laguna que se encuentra ubicada en la Región Metropolitana, cuya situación, como señaló el académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza, Pablo García, es simplemente crítica.

De los seis metros de profundidad que llegó a tener, hoy sólo posee 80 centímetros, y su diámetro se redujo de manera drástica en los últimos siete años. Ante ese escenario es que el académico presentó el proyecto “Caracterización del consumo hídrico y del sistema hidrogeológico en la cuenca de Aculeo, determinación de posibles soluciones y campaña de educación ambiental”, al Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R) de la Región Metropolitana, que busca conocer más a fondo las causas de este fenómeno, y por supuesto, las inminentes soluciones.

El acuífero de la laguna, explicó García, “ha sido muy poco estudiado. Para algunos se trata de una laguna que es impermeable, que es como un balde de agua, entonces el estudio se enfoca en ver cuál es la relación entre la laguna y el acuífero local, si es que están al mismo nivel o si funcionan de manera independiente; cuál es la relación ese acuífero local con el del Maipo”, etc.

“Se trata de caracterizar el recurso, hacer un buen balance hídrico, para ver las soluciones”, concluyó el académico sobre esta iniciativa impulsada por organizaciones locales de la zona, cuyos habitantes se han visto afectados por este cambio.

Una de ellas es Jenni Carú, vocera de una agrupación social que vive en las cercanías de la Laguna de Aculeo. “Estamos bien afectados porque durante estos últimos siete años ha venido cayendo la economía y el turismo y cada vez se pierde la cultura local”, señaló respecto a algunos de los efectos de este crítico escenario.

Las razones de la crisis y las posibles soluciones

Son múltiples los factores que explican la actual situación de la Laguna de Aculeo, entre ellas, el cambio climático, motivo por el cual está lloviendo cada vez menos. “Por lo general llovía entre 500 y 550 milímetros en promedio al año, y ahora está lloviendo entre 200 y 300 milímetros”, detalló el profesor García, situación que repercute como un círculo vicioso en lo que se denomina “efecto lago”. “Entre más agua hay en una cuenca, y mientras más grande el lago, se produce una inversión de precipitaciones y llueve más, entonces, a medida de que se va desapareciendo el lago, menos micro clima hay y precipita menos”, explicó.

A esto se suma la sobre urbanización de la cuenca, con condominios de parcelas de agrado, lo que va de la mano de plantación de pasto y “los miles y miles de litros que se utilizan para su regado”, y la autorización de la expansión de la agricultura a gran escala que, como señaló el académico, “consume mucho más agua de lo que se recarga”, y lo que ha provocado además que “mucha usurpación de agua de grandes productores, además, los productores de menor escala tienen sus  pequeños pozos y los grandes pueden profundizarlos y bombear aún más”. Todo esto se complementa con un problema de planificación territorial y fiscalización.  

Preliminarmente, explicó el académico, las soluciones pasan por dos aspectos: el cambiar la cultura del agua de la cuenca y el uso de tecnología para revertir la actual situación.

En el primer caso, se trata de “hacer entender a la gente que sí se puede tener una parcela sin gastar tanta agua. Básicamente se trata de tener un jardín inteligente, con gravilla o arena, además de desviar las aguas grises, como la de la ducha como forma de regado, controlar la evaporación, y el riego tecnificado”. Este último punto también es necesario replicarlo en la agricultura, explicó García.

Por otro lado, aunque se hiciesen estas acciones, y bajo las proyecciones del cambio climático, sumado a la actual urbanización, “la única solución es importar agua desde otros lados, como se hace en otros lugares del mundo, como en Arizona, donde los lagos que se fueron secando fueron cargados con agua del Río Colorado, entonces la pregunta de este proyecto es cuánta agua hay que importar, cuánta agua se está consumiendo anualmente, y de dónde sacar esa agua”, soluciones que pueden ir desde hacer perforaciones en caso de proximidad a otros acuíferos, tomar agua de plantas de tratamiento o de canales que no ocupan los agricultores en invierno.

“Le hago un llamado a las autoridades a que se hagan responsables de los errores que han cometido en los últimos 30 años en cuanto a la estructura jurídica de la laguna, que es un tranque natural, no un tranque de regadío. Los tranques los hace el hombre, no la naturaleza, y es absurdo pensar que esto es algo privado. El Estado debiera darle protección máxima”, concluyó Carú.