Ciencia

Científicos descubren la mayor Supertierra cercana a nuestro Sistema Solar

Científicos descubren la mayor Supertierra cercana al Sistema Solar
"Barnard b" es el exoplaneta que se encuentra más próxima a la humanidad, a sólo seis años luz de distancia en la constelación de Ofiuco.
"Barnard b" es el exoplaneta que se encuentra más próxima a la humanidad, a sólo seis años luz de distancia en la constelación de Ofiuco.
Descubrir esta Supertierra tomó 18 años de observaciones y para encontrarlo se utilizaron diversos instrumentos y técnicas astrofísicas.
Descubrir esta Supertierra tomó 18 años de observaciones y para encontrarlo se utilizaron diversos instrumentos y técnicas astrofísicas.

El 2016 fue un año en que la astronomía pudo destapar las champañas. Entre los hitos que lo marcaron destaca el descubrimiento de Proxima b, el exoplaneta en zona habitable más cercano a la Tierra, y que es recordado vívidamente por James Jenkins, académico del Departamento de Astronomía de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile. "Próxima b está a 4,2 años luz de nuestro hogar, encontrarlo fue un hito dentro de la disciplina. Fue un honor formar parte del grupo internacional que lo halló”.

Este 2018 fue el turno de Barnard b, una Supertierra que está a tan sólo 6 años luz de distancia en la constelación de Ofiuco. “No debemos olvidar lo inmensa que es la Vía Láctea, y este hallazgo lo estamos haciendo en el ‘patio trasero’ de la nuestra vecindad solar. Infelizmente la tecnología de viajes espaciales aún no nos acompaña y nos tomaría varios miles de años en llegar allá con los motores espaciales contemporáneos”, afirmó el doctor Jenkins.

El también investigador del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) explicó que por Supertierra se entiende a "todo planeta terrestre extrasolar cuya masa varíe entre una y 10 veces la masa de nuestro planeta. Próxima b tiene 1,2 veces la masa de la Tierra, por lo que aunque no muchos lo mencionen sí se le puede considerar una Supertierra. Con el hallazgo de Barnard b las cosas se vuelven mucho más nítidas, ya que tiene al menos tres veces la masa de nuestro hogar cósmico".

“Después de un cuidadoso análisis, estamos seguros al 99 por ciento de que el planeta está ahí, pues es la explicación que mejor encaja con nuestros observaciones. El resultado de este esfuerzo es uno de los conjuntos de datos más grandes y exhaustivos jamás usado para estudios precisos de velocidad radial, acumulando en total más de 700 observaciones”, aseguró Ignasi Ribas, investigador principal del descubrimiento y miembro del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.

Los datos duros

Barnard b es un descubrimiento de larga data, tomó 18 años de observaciones y para encontrarlo se utilizaron diversos instrumentos y técnicas astrofísicas. Dos de sus protagonistas fueron el telescopio cazador de planetas CARMENES, un espectrógrafo situado en Calar Alto (España) y el también espectrógrafo HARPS, ubicado en telescopio la Silla, del Observatorio Europea Austral ubicado en la región de Coquimbo, entre otros.

El planeta en cuestión demora 233 días en dar la vuelta a la estrella Barnard, la cuarta en distancia más cercana a la Tierra (la primera es Próxima Centauro y la segunda y tercera son Alfa Centauro A y B, respectivamente), y es el primero exoplaneta en ser hallado con la técnica de velocidad radial alrededor la estrella de Barnard.

La estrella de Barnard es la estrella solitaria más cercana al Sol y es la segunda después del Sistema Estelar triple de Alfa Centauro.

“Mi rol en esta investigación fue ayudar en el proceso de confirmación del Barnard b a través de un código de análisis informático que bautizamos EMPEROR, el que diseñamos en conjunto con uno de mis estudiante de pregrado, su nombre es Pablo Peña. No fue fácil lograr estos resultados, pero hoy está claro que valió la pena”, explicó Jenkins.

El siguiente paso “es confirmar al 100 por ciento que Barnard b está ahí donde lo encontramos midiendo sus características y así buscar cuántos exoplanetas lo están acompañando. En el futuro cercano, vamos a tratar a observarlo directamente, usando la próxima generación de instrumentos.”, concluyó Jenkins.

Para más información se puede revisar la página de la Revista Nature.