La información científica es mucho más que un artículo de revista o libro publicado, sino también los datos que surgen al hacer una investigación. Esos contenidos deben estar abiertos al público libremente y los bibliotecarios deben contribuir para que ello se produzca.
Esta premisa que está en las bases del concepto ciencia abierta, fue abordada por Jan Brase, jefe de investigación y desarrollo de la Universidad de Göttingen (Alemania) y presidente del Consejo Internacional de Información Científica y Técnica (ICSTI). El experto fue uno de los conferencistas magistrales de la quinta versión del Congreso de Bibliotecas Universitarias y Especializadas.
En un catálogo universitario debe estar “cualquier cosa creada en el quehacer científico y que pueda ser usada por otro científico: videos, archivos de audio, fotografías. Los datos incentivan nuevas investigaciones. Data is evidence”, aseguró.
Al respecto, compartió la experiencia de la Universidad de Göttingen que cuenta con una unidad independiente para brindar apoyo y ofrecer servicios en esta materia a investigadores. “Hace quince años en Europa no existía esto, así como en Latinoamérica hoy, queda mucho por hacer”, comentó.
Pero, ¿cómo deben tomar los bibliotecarios esta ola de conocimiento? Para Jan Brase “no debería representar una amenaza, sólo es asunto de curatoría. Analizar toda esa información brinda una oportunidad para que las bibliotecas demuestren su importancia, se pongan a disposición la investigación científica y ayuden a sus comunidades”.
Nuevas tecnologías y bibliotecas
"Cuando la información era escasa los bibliotecarios éramos quienes ayudábamos a que llegara a las personas, se pensaba que éramos de una elite que teníamos acceso a algo que ellos no. Pero hoy no, la información está en todos lados, las personas pueden hacer investigación en su teléfono y creen que son expertos”.
Este escenario planteado por Marydee Ojala, editora jefe de la revista Online Searcher (Estados Unidos), en la charla inaugural del encuentro, dio luces sobre cómo las nuevas tecnologías han modificado el quehacer del bibliotecario y le entregan nuevos retos para ser abordados.
Según la experta “el mito de que en internet está todo, no es así. Los bibliotecarios hacemos que lo invisible sea visible, ese es nuestro valor agregado. Tomamos la información y la explicamos a nuestros usuarios, sabemos cómo analizar los datos. Estamos viendo más allá del título que tiene un abstract”, enfatizó la experta.
Ante esta realidad en el que la información llega a los usuarios en distintos formatos y a través de variados dispositivos, “hoy en sus celulares y probablemente en el futuro directamente en sus cerebros a través de chips (...) necesitamos desaprender para aprender, admitir que hay cosas que no sabemos, trabajar con nuevas fuentes de información, tomar las riendas de esta nueva tecnología y hacer que trabaje para nosotros. Puede que lo que funcionaba ayer, hoy no funcione”, enfatizó.
Apoyo a la investigación de las universidades
Para, Michael Levine-Clark, director de bibliotecas de la Universidad de Denver (Estados Unidos), poner a disposición herramientas para crear conocimiento, apoyar la investigación, apoyar la labor docente y aprendizaje deben ser el objetivo de las bibliotecas de hoy para redefinir su quehacer. En este sentido, cómo conectar múltiples fuentes de información asoma como desafío fundamental.
Ciberseguridad para bibliotecas
En los últimos veinte años debido al uso intensivo de tecnologías de información nos hemos preocupado de digitalizar, pero a la vez hemos incrementado nuestras condiciones de vulnerabilidad. En esta realidad donde se ha producido un incremento de amenazas y sofisticación de ataques y robos de información la ciberseguridad se vuelve relevante, explicó en su exposición Daniel Álvarez, coordinador académico del Centro de Estudios en Derecho Informático de la Universidad de Chile.
Entregó, además, recomendaciones a las bibliotecas: “deben identificar posibles riesgos en sus catálogos, registros de usuarios, gestión de licencias y contratos y uso de dispositivos. Como manejan datos personales de sus usuarios, deben hacerse responsables de ello”.
Red de Repositorios Latinoamericanos
Rodrigo Donoso, representando a la Dirección de Servicios de Información y Bibliotecas (SISIB) de la Universidad de Chile, expuso sobre la Red de Repositorios Latinoamericanos, iniciativa que nació el año 2006 y que hoy cuenta con acceso a 95 repositorios que incluyen 1 millón 700 mil registros: libros, tesis, artículos, entre otros.
El crecimiento de esta herramienta que proporciona fácil acceso a las publicaciones electrónicas incluídas en distintos catálogos latinoamericanos demuestra “que nuestra región crece y apuesta por el acceso abierto”, enfatizó.
Uno de los próximos desafíos de la iniciativa, explicó, será ampliar la diversidad de los documentos que los repositorios presenten, incluyendo los set de datos de investigación, audios y videos.
Experiencias en Latinoamérica
Entre los casos expuestos en la ocasión destacaron iniciativas que están desarrollando bibliotecas universitarias como: la aplicación del modelo de evaluación de calidad LibQUAL en el Sistema de Bibliotecas de la Pontificia Universidad Católica de Argentina; la organización de archivos documentales en la Pontificia Universidad Católica de Chile; la implementación de espacios de enseñanza-aprendizaje (learning commons) en las bibliotecas del Tecnológico de Costa Rica; el proyecto de biblioteca digital y accesible para estudiantes con discapacidad visual en la Universidad de la República de Uruguay; el desarrollo de una aplicación móvil para gestionar servicios bibliotecarios en la Universidad Autónoma de México; y el diseño de una herramienta gráfica en sistemas de gestión documental a través de datos abiertos enlazados en la Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina).
Además, fueron debatidos temas como: las condiciones de uso establecidas en las licencias de los libros electrónicos, la bibliometría como herramienta para mejorar los servicios de información y la aplicación del blockchain en gestión de bibliotecas y archivos
Todas las exposiciones del Congreso estarán disponibles en el sitio web del evento http://www.bibliotecas.uchile.cl/congreso