A comienzos del año 1758, en la Real Universidad de San Felipe, refundada más tarde con el nombre de Universidad de Chile, se dictaron las primeras lecciones de Prima de Leyes y de Prima de Cánones, por los doctores Santiago de Tordesillas y Alonso de Guzmán. Un hecho clave para la historia del país, porque así se dieron por inauguradas las cátedras perpetuas en los ramos de Derecho Romano e Historia del Derecho, respectivamente.
Con el fin de celebrar este hito, autoridades, profesores, ex académicos, egresados y estudiantes participaron el día 9 de enero del 2019 en la conmemoración de los 260 años de la enseñanza del Derecho en Chile. La ceremonia también sirvió para celebrar los 80 años del edificio de la Facultad, obra del arquitecto chileno Juan Martínez Gutiérrez, Premio de Honor del Colegio de Arquitectos de Chile.
Estamos en un tiempo "en el que queremos instalar instancias de buen trato y buena convivencia, en el que queremos reconocer las diferencias y divergencias; en el que queremos innovar en la docencia aumentando la presencia de mujeres docentes e investigadoras; en el que queremos promover nuevas formas de investigación creando nuevos conocimientos y aportando sustancialmente a las ciencias jurídicas", destacó el decano Pablo Ruiz-Tagle respecto a los actuales desafíos de la Facultad.
El decano Ruiz-Tagle subrayó que desde la instalación de la enseñanza del Derecho, en la Universidad de San Felipe y posteriormente en la Universidad de Chile, "hemos sido un aporte fundamental para la construcción del sistema universitario y del sistema político".
Al momento de hablar de la obra de Juan Martínez, el decano la describió como un edificio "emblema de los cambios de la enseñanza de las ciencias jurídicas", un espacio nacido a mediados de los años '30 que ha albergado grandes ideas y discusiones que "han influido en la construcción de nuestra república, reflejando el espíritu de la sociedad chilena".
El edificio de Pío Nono 1, declarado Patrimonio Nacional el año 2014, es una de las obras más importantes de la primera mitad del siglo XX en Santiago, con el imponente sello modernista y republicano del arquitecto Juan Martínez, que también puede ser apreciado en el Templo Votivo de Maipú, la Escuela Militar, y en la propia Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.