El año 2012, en el marco de la reunión anual de la "Sociedad Estadounidense de Biología Celular" en San Francisco, se elaboró la "Declaración sobre Evaluación de la Investigación" (DORA). Desde entonces, se ha impulsado un proceso de transformación que ha ganado gran apoyo y que apunta mejorar la manera en que los organismos se financian y cómo las instituciones académicas y otros actores relacionados evalúan los resultados de la investigación científica.
En este camino, los firmantes de la declaración han buscado aunar a todos los actores del proceso de evaluación en investigación, como investigadores, instituciones académicas, sociedades profesionales, editores y también patrocinadores, de manera de identificar e impulsar nuevas y mejores prácticas respecto a la evaluación de la investigación académica en el mundo. Más de 20 mil personas y organizaciones de 148 países se han incorporado a esta iniciativa en la que participa Christian González-Billault, académico de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile y director del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO).
El especialista en neurobiología y enfermedades crónicas de nuestro plantel se incorporó recientemente al Comité Ejecutivo de DORA, espacio en el que participará en la preparación de las acciones que el organismo emprenderá en los próximos 3 años, y en el diseño de planes estratégicos y casos de estudio, entre otras tareas.
"Estar en el Comité Ejecutivo sirve para conocer lo que se está haciendo en distintas partes del mundo en este tema. Para generar herramientas, para una mejor evaluación de desempeño académico y científico que ponemos a disposición de toda la comunidad científica, para potenciar los casos de éxito y seguir discutiendo con todos los actores para que la cultura de evaluación científica tenga un cambio reconociendo los méritos de todos los tipos de investigación", aseguró el profesor González-Billault.
El profesor de la Facultad de Ciencias hizo hincapié en que el trabajo que realiza DORA a nivel mundial es de gran importancia, ya que permite hacerse cargo de una necesidad compartida sobre la investigación: avanzar en mecanismos que sean prácticos y robustos para evaluar con justicia, transparencia y en su propio mérito, los distintos perfiles académicos que existen en las instituciones que realizan investigación, ya sean centros o universidades.
"Esto, que podría parecer muy simple, cuando se mira los datos se ve que es de gran complejidad, que no está circunscrito a un solo tipo de instituciones, países o culturas, sino que es global, y por eso la discusión también lo es. Debido a eso, la Declaración de San Francisco ha logrado concitar el apoyo y acción de tantos desde tantos lugares diferentes", valoró el académico.
El objetivo de esta iniciativa es "promover enfoques prácticos y sólidos para la evaluación de la investigación a nivel mundial y en todas las disciplinas académicas", tal como lo destaca su sitio web. De esta manera, busca llamar la atención sobre nuevas herramientas y procesos desarrollados en el marco de la evaluación de investigaciones, apoyar el desarrollo de políticas y prácticas en ámbitos como la contratación, la promoción y el financiamiento, difundir la reforma de la evaluación en la investigación científica y académica a nivel mundial, y mejorar la equidad en el diseño de prácticas de evaluación que aborden las desigualdades estructurales en la academia.
Para cumplir con estos propósitos, la iniciativa se encuentra desarrollando varios proyectos, entre los que destaca el proyecto "TARA", por las siglas en inglés de "Herramientas para Avanzar en la Evaluación de la Investigación", que pretende facilitar el desarrollo de nuevas políticas y prácticas para la evaluación de la carrera académica.
Junto con ella, recientemente se dio inicio a la "DORA Community Engagement Grants: Supporting Academic Assessment Reform", un concurso al que cualquier investigador, departamento académico, facultad, universidad o centro de investigación podrá postular para recibir financiamiento de DORA. El objetivo apunta a mostrar qué cambios se están tratando de implementar en esta materia, para así generar una nueva visión de la evaluación académica y científica.
Quienes se lo adjudiquen podrán realizar simposios, seminarios, workshops, rubricar ideas para mejorar los mecanismos de evaluación de productividad y desempeño académico, o talleres con expertos internacionales, de manera de abrir las discusiones a las comunidades locales.
"Esta es una primera experiencia que permitirá conocer estas pequeñas iniciativas que a lo mejor se desarrollan fuera de nuestro radar, y que a través de este nuevo programa no solo podremos apoyarlos, sino que también conocerlos para coordinar nuevas redes académicas en un esfuerzo global, fomentándose el cambio con experiencia comparada", destacó el profesor González-Billault, quien además enfatizó en que se le dará prioridad a las comunidades académicas que postulen desde África, Asia y Latinoamérica y el Caribe.