Nuestro equipo de Dermatología nos comenta que algunas de las enfermedades infecciosas más frecuentes que se pueden adquirir bañándose en piscinas son la micosis, impétigo, forúnculos y herpes. La primera tiene que ver con una infección por hongos más conocida como tiña. El impétigo, en cambio, es una infección por bacterias en zonas ya infectadas y se caracteriza por producir manchas con aspecto de miel de abejas (pus). Los forúnculos son infecciones por estafilococo y se detectan por presentar una hinchazón dolorosa.
Todas estas infecciones producen enfermedades a la piel son totalmente evitables. El especialista recalca que el contagio no sólo se desarrolla en las piscinas, sino también otros lugares, pero durante esta época es donde más precauciones se deben tener ya que su transmisión es a través de los pies descalzos. Por lo general, los lugares en donde es más frecuente contagiarse de estas infecciones son aquellos en que las personas se lavan los pies, las duchas y sanitarios por lo que los especialistas recomiendan que si la persona va a circular por estos lugares es importante que utilice chalas o calzado adecuado, para no estar en contacto directo con las superficies húmedas en donde otras personas anduvieron con dichas infecciones.
Y atención, el cloro puede hacer mal. Este causa resecamiento de la piel y puede desencadenar alergias en personas sensibles. Si el problema fuera solamente la piel seca, lo importante es usar hidratantes luego del baño. Beber mucho líquido también ayuda.
Si usted posee algunos de los síntomas antes descritos visite un especialista quien a través de un tratamiento adecuado -con polvos, cremas o medicamentos- puede sanar la zona infectada y volver disfrutar de las piscinas. Pese a ello para evitar el contagio es importante mantener la piel limpia y seca, ya que los hongos se proliferan en zonas húmedas.
Prevención
- Ducharse antes de entrar a la piscina y bañarse inmediatamente después de salir.
- Se recomienda utilizar gafas para piscina para evitar tanto la conjuntivitis como inflamación por el exceso de cloro.
- Tener cuidado con el uso de las toallas. Secarse bien el cuerpo al salir de la piscina.
- Usar siempre sandalias tanto en las inmediaciones como en las duchas.
- Prevención y control de los accidentes fecales o urinarios.
- No nade cuando tenga diarrea, especialmente los niños que usan pañales.
- No trague el agua de la piscina y trate de evitar que entre en su boca.
- Lávese las manos con jabón y agua después de ir al baño o de cambiar pañales.