El Dr. Mauro Parra, subraya en la necesidad que las mujeres que postergan su maternidad estén al tanto de los riesgos que esto implica y pongan énfasis en las medidas de prevención indicadas por los especialistas. “Las mujeres van progresivamente aumentando los riesgos asociados al embarazo, desde los 15 años hasta los 45 años que es el último momento en que se pueden embarazar porque ya prácticamente no hay óvulos”, explica el ginecólogo obstetra de la U. de Chile, Mauro Parra, quien no habla de edades óptimas para embarazarse, pero sí enfatiza en que las mujeres de mayor de edad deben saber antes de embarazarse “que están expuestas mayores riesgos, pero eso no implica que se aconseje que no lo hagan”.
La estadística dice que hoy el 25 por ciento de la población de mujeres chilenas se embaraza después de los 35 años, mientras que en los años setentas este grupo alcanzaba solo un cinco por ciento, lo que quiere decir que actualmente hay cinco veces más mujeres mayores de esa edad gestando que hace cuatro décadas. “Desde el punto de vista práctico uno ve habitualmente mujeres de 40 años embarazadas, lo que antes era rarísimo. Ahora llegan con embarazos por primera vez, o porque cambiaron de pareja. Eso ha ido siendo una cosa mucho más común”, comenta Parra.
-¿Cuáles son los principales riesgos que tiene una mujer de esa edad al embarazarse?
Los principales riesgos tienen que ver con que ya las mujeres nacen con sus óvulos y los óvulos van aumentando en edad con la mujer. Una mujer de 40 años tiene óvulos de 40 años. Obviamente que éstos se van alterando a medida que va aumentando la edad. Entonces, el principal problema que tienen las mujeres de mayor edad es tener niños con alteraciones cromosómicas, como el Síndrome de Down. También porque la vida va pasando, estas mujeres tienen más probabilidad de desarrollar enfermedades propias del embarazo como es la hipertensión del embarazo (preclamsia), diabetes gestacional y obviamente de tener enfermedades concomitantes como diabetes mellitus, hipertensión crónica, insuficiencias renales, las trombofilias, y síndromes de fosfolipido; todas esas son enfermedades que van apareciendo con los años. No significa que le va a dar esa enfermedad, significa que tienen mayores riesgos, es decir, no es todo o nada, es una probabilidad y la medicina tiene herramientas para poder manejar esos embarazos de alto riesgo.
-En el caso de las alteraciones cromosómicas, ¿cuánto aumenta el riesgo de enfermedad en mujeres mayores?
Una mujer de 20 años tiene una probabilidad de tener un niño con enfermedades cromosómicas de 1 en mil. Una mujer de 40 años tiene una probabilidad de 1 en 80. Aumenta diez veces el riesgo, y eso sucede en casi todas las condiciones, que su riesgo aumenta diez veces.
-Qué medidas puede tomar una mujer que posterga su maternidad para prevenir las enfermedades asociadas al embarazo.
Tiene que poner mucho más énfasis en la prevención. Por ejemplo, tomar ácido fólico para poder evitar las malformaciones asociadas con el déficit de dicho elemento, como es la espina bífida, o la anencefalia, que es cuando hay ausencia de los huesos del cráneo. Además las mujeres tienen que embarazarse con pesos ideales porque el sobrepeso y la obesidad afecta el embarazo en todas sus condiciones patológicas. Entonces, hay que tener un estado físico adecuado: no embarazarse con índice de masa corporal sobre 30. El resto son cosas que se van a ir sucediendo durante el embarazo: las ecografías que hay que hacerse en el primer semestre a las 11 y 14 semanas, para ver cuáles son los riesgos que tengo como mujer para enfrentar este embarazo; exámenes bioquímicos con los que se puede definir cuál es el riesgo de una mujer de tener preclamsia, de tener alteraciones cromosómicas, diabetes gestacional, etc, y en base a esos riesgos, se puede dar algún tipo de medicamentos para prevenirlos.
-¿Es más riesgoso tener el primer hijo después de los 40 años, que tener un segundo o tercer hijo después de esa edad?
En estricto rigor el primer embarazo siempre es más riesgoso. Entonces, para una mujer mayor desde el punto de vista estadístico, hay un riesgo un poco mayor.
-Respecto a la posibilidad de congelar óvulos, ¿es una alternativa beneficiosa para mujeres de mayor edad que quieren embarazarse?
Es un tema muy de moda y uno lo ve especialmente en la clase social alta chilena, porque la clase baja no tiene acceso a eso y la clase media es poco probable también. Esto se ve en las clínicas privadas, tú tienes que pagar y son costos más o menos elevados. Congelar óvulos suena lógico porque las mujeres retardan su maternidad, no tienen pareja y dicen ‘bueno, yo quiero embarazarme, pero con los óvulos de cuando era joven’. Esa es la lógica que hay detrás y que está asociada con alternaciones cromosómicas y genéticas que se relacionan con los años del óvulo. Es lógico que las mujeres en el mundo actual estén pensando en forma pragmática, ahora, eso implica también una fertilización in vitro, que tiene sus costos. No es solo sacarse los óvulos y guardarlos. Así que es un modelo de sociedad que hoy día se cultiva, donde la mujer retarda su maternidad, donde estamos obsesionados por toda una serie de situaciones que busque contravenir las situaciones complejas, puede hacerse, pero tiene un costo.
-Fnalmente, ¿hasta qué edad una mujer podría implantarse un óvulo que congeló?
En la literatura mundial aparecen mujeres de 60 años, no hay límite de edad, todo eso está en la lógica de la persona porque estos son servicios privados. Médicamente hablando una mujer de cualquier edad puede embarazarse, incluso después de la menopausia, es cosa que tú le estimules su útero y le implantes un embarazo. Y no solamente con sus propios óvulos, el otro gran tema que hay en Chile es la ovodonación, las mujeres de 45 o más años, hasta 55 me ha tocado ver, se embarazan con ovodonación, comprando óvulos a mujeres jóvenes. Este es otro negocio que hay en Chile.