Con el objetivo de crear una sólida base científico tecnológica para el país, mediante investigaciones que conduzcan hacia nuevos conocimientos o aplicaciones en diversas disciplinas, el Concurso Fondecyt Regular 2018 seleccionó 518 proyectos a nivel nacional, donde la U. de Chile destacó con 88 iniciativas y un financiamiento superior a los cinco mil millones de pesos para ejecutarlos en un plazo de 2 a 4 años como máximo.
Las propuestas concedidas en la institución fueron encabezadas por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas con 27 proyectos, seguida con 17 de Ciencias y otros 12 de Medicina. También obtuvieron recursos las facultades de Artes; Filosofía y Humanidades; Arquitectura y Urbanismo; Ciencias Sociales; Odontología; Ciencias Químicas y Farmacéuticas; Ciencias Agronómicas; y Ciencias Veterinarias y Pecuarias, junto al Hospital Clínico JJ Aguirre y el Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos.
Respecto al 2017, la Universidad disminuyó su tasa de adjudicación de un 30 al 27 por ciento, representando una diferencia de 18 proyectos. De acuerdo a la Directora de Investigación de la VID, Silvia Núñez, “esta situación refleja la alta competitividad de esta convocatoria, pues es considerada una de las fuentes de financiamiento más relevantes para la comunidad académica del país. No es fácil postular un proyecto Fondecyt, ya que los investigadores deben cumplir con un número determinado de publicaciones en revistas de impacto científico, y a veces las diferencias entre iniciativas sólo son de centésimas en la evaluación. Por ello continuaremos difundiendo y motivando a nuestra comunidad para aumentar los resultados en este concurso”.
En cuanto a los recursos otorgados, cada investigación obtendrá 57 millones de pesos por año de realización, para cubrir personal técnico de apoyo; viajes nacionales e internacionales que impulsen colaboraciones con pares en el extranjero; becas para tesistas y memoristas que colaboren en el proyecto; y bienes de capital.
Nuevos conocimientos para contribuir con el bienestar del país
Entre las iniciativas adjudicadas destacó Dynamic Clustering using Evolving Features, a cargo del Académico de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, Richard Weber. La investigación, que se presentará el jueves 18 de enero en la Conferencia BAFI 2018, estudiará los métodos de la minería de datos dinámica con el objetivo de entender cómo los sistemas estáticos deben adaptarse a los cambios de distintos fenómenos analizados.
El Profesor Weber señaló que “los modelos resultantes de esta investigación serán usados en sistemas que se instalarán en diez años más. Actualmente, empresas privadas y organizaciones públicas buscan resolver problemas mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, sin embargo, se basan en prototipos estudiados hace más de una década. Esta es una oportunidad para posicionar a la U. de Chile como polo de atracción para investigadores extranjeros que podremos invitar a colaborar gracias a los fondos obtenidos, además de lograr formar a estudiantes que participarán como tesistas”.
Asimismo, se adjudicaron recursos para el proyecto Growing in the dark: The role of light-inducible genes in carotenoid biosynthesis regulation in carrot storage roots, liderado por la Académica de la Facultad de Ciencias, Claudia Stange, que descifrará la manera en que se regula la síntesis de los pigmentos carotenoides en la raíz de reserva de zanahoria mediante estrategias de biología molecular y fisiología vegetal.
Para la Profesora Stange, “la zanahoria es una de las cinco hortalizas más comercializadas en Chile y una de las que acumula los más elevados niveles de carotenoides que se sintetizan exclusivamente en oscuridad. Por ello, buscaremos entender cómo genes regulados por luz participan en la síntesis de este rizoma y cuya particularidad puede estar dada por procesos evolutivos. Esperamos que el conocimiento generado sea un aporte para crear nuevas variedades de este vegetal y también para aquellos investigadores nacionales e internacionales enfocados en el área, donde los factores moleculares caracterizados podrían ser usados como marcadores para aumentar los carotenoides en otros bulbos comestibles”.
Tras un trabajo previo donde se obtuvo el transcriptoma de la zanahoria y se encontraron genes activados por luz representados mayormente en el rizoma que crece en la oscuridad, los próximos pasos de la investigación serán la sobreexpresión y mutagénesis inducible específica de los genes candidatos. Por tanto, si el gen participa en este proceso, el equipo espera que al mutarlo exista una reducción de carotenoides, es decir, zanahorias menos naranjas o blancas.
Por su parte, el proyecto Defining the role of ER stress signaling in C9orf72-mediated ALS, encabezado por el Académico de la Facultad de Medicina, Claudio Hetz, buscará definir aspectos moleculares involucrados en la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), donde se espera detallar los posibles mecanismos moleculares que llevan a que las motoneuronas generen esta enfermedad y establecer nuevos modelos de esta patología para estudiar el gen C9orf72, que es el más alterado en la Demencia Frontotemporal (DFT).
El Profesor Hetz destacó que “actualmente la literatura sugiere que las respuestas al estrés a nivel de omeostasis de las proteínas deberían jugar un papel importante en el desarrollo del ELA. Por lo que esta iniciativa abrirá líneas de investigación que estudiarán nuevos factores genéticos considerados relevantes para esta enfermedad, al implicar el 40 por ciento de los casos. Esto nos dará la oportunidad de montar nuevos modelos preclínicos en Chile para hacer estudios funcionales y terapéuticos en modelos animales, muestras humanas e indagaciones genómicas, que finalmente nos ayudarían a desarrollar estrategias terapéuticas”.