La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Universidad de Chile colaborarán para impulsar la investigación aplicada, la formación, capacitación y transferencia tecnológica. Esto gracias a un convenio firmado este martes 8 de enero por el director General de la FAO, José Graziano da Silva, y la máxima autoridad de la Casa de Bello, el Rector Ennio Vivaldi.
"La academia cumple hoy un rol fundamental para alcanzar los objetivos de la FAO como es la lucha contra el hambre y la malnutrición, promover una agricultura sostenible y erradicar la pobreza rural", afirmó Graziano da Silva durante la ceremonia. "Gracias a esta alianza contaremos con la colaboración de destacados académicos para movilizar conocimientos y fortalecer capacidades", dijo el director de la FAO, quien destacó además la contribución realizada por los docentes de la U. de Chile que impulsaron la Ley de Etiquetado, lo que ha permitido una discusión a nivel mundial sobre las políticas en el combate de la obesidad.
"Para nosotros constituye un motivo de enorme alegría y satisfacción suscribir este tratado sobre un tema tan central para todo el mundo, especialmente para América Latina, como es la producción sostenible de alimentos”, afirmó por su parte el Rector Ennio Vivaldi.
El convenio comprende áreas de colaboración bajo el marco de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, a través de las que FAO y la Universidad de Chile impulsarán políticas de salud pública que ayuden a disminuir el sobrepeso y la obesidad en la región, fomentando el consumo de alimentos saludables y facilitando la participación de los mercados locales.
Otra área de interés será el desarrollo rural territorial a través de la agricultura familiar, la conservación de la biodiversidad y el rescate del patrimonio alimentario a lo largo del territorio nacional. Asimismo, el convenio abordará el uso sostenible de los recursos naturales, la adaptación al cambio climático y la gestión del riesgo de desastres.
"Es posible erradicar el hambre"
Durante la mañana el director General de la FAO visitó la Facultad de Ciencias Agronómicas, donde pudo dialogar con los decanos y la decana de Campus Sur, Roberto Neira, Mario Maino y Carmen Luz de la Maza y, posteriormente, con los académicos y profesionales de las tres unidades académicas. En la oportunidad, Graziano da Silva expuso sobre los principales desafíos del organismo internacional y dio respuesta a las inquietudes de los académicos asistentes en relación a la agricultura familiar, los alimentos de origen animal, las tecnologías en el agro, la mayor producción alimentaria y el aumento de las desigualdades, las labores y desafíos de la materia en las zonas desérticas, entre otros temas.
Tras la firma del convenio, el director de la FAO recibió la distinción Doctor Honoris Causa de la Universidad de Chile por parte del Rector Ennio Vivaldi, y luego dictó la charla magistral "Desafíos de la Alimentación en el siglo XXI", a la que asistieron el prorrector Rafael Epstein, las vicerrectoras de Asuntos Académicos, Rosa Devés, y de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán, el vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, junto a otras autoridades universitarias, académicos, académicas y representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
"Sirve tender puentes entre las ideas y la práctica social, transformar en realidad un sueño de un mundo sin hambre y sostenible fue un desafío que me llevó a transitar de la vida académica a la vida pública", dijo Graziano da Silva agregando que una de las claves para la implementación y el éxito del programa Hambre Cero, que encabezó como ministro del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, fue luchar contra el hambre "como un problema político y no como una fatalidad del destino de la naturaleza. No olviden que no podemos evitar la sequía, sí podemos impedir que esa sequía se transforme en hambruna", destacó.
El director General de FAO además hizo un llamado a los académicos y a las instituciones a sumarse a la reflexión y generación de conocimiento para fortalecer las iniciativas por la agricultura familiar, la lucha contra la desnutrición y la sostenibilidad. "Las enseñanzas que aprendí en mi vida fortalecen mi convicción de que es posible erradicar el hambre", finalizó.
Al referirse sobre José Graziano da Silva, el Rector Ennio Vivaldi relevó su ejemplo y trabajo, y lo describió como "un hombre que viene de la academia, pero que supo entrar a la arena de la gran política mundial, como es el caso de dirigir la FAO. Estamos hablando de un hombre capaz de proyectar la academia, de atraerla y ponerla de forma muy atingente a la solución de los problemas. Un segundo motivo de profundo agradecimiento al profesor Graziano es por el rol que jugó cuando le correspondió asumir responsabilidades de primer orden en el gobierno de Brasil. Se dice que él sacó de la pobreza a millones de brasileños, a través del programa Hambre Cero. Eso ya lo transforma en una persona ejemplar".
A las palabras del Rector Vivaldi, se sumaron también las del decano de la Facultad de Ciencias Agronómicas, Roberto Neira, quien señaló que este reconocimiento se entrega en atención "a sus notables méritos y sus sobresalientes acciones en beneficio de la humanidad, que lo han destacado a nivel internacional por su capacidad de difundir conocimientos y tecnologías que deben acompañar a la voluntad política de acabar con el hambre y caminar hacia un mundo sostenible".
Consolidación de una alianza histórica
La asociación entre la FAO y la Universidad también facilitará el intercambio de conocimientos y acciones en investigación aplicada para una mejor formación, capacitación y transferencia tecnológica en Chile y en América Latina y el Caribe, en el marco de Cooperación Sur-Sur.
FAO ha trabajado con la Universidad de Chile, en colaboración con la Escuela de Salud Pública, en numerosas iniciativas académicas y proyectos de cooperación para combatir la malnutrición y el impulso de importantes políticas públicas en el ámbito agrícola.
Algunos de los aportes históricos entre ambas instituciones se han materializado en el apoyo a la creación de la Escuela de Ingeniería Forestal, proyectos de asistencia técnica a la industria de procesamiento de alimentos junto con la Facultad de Agronomía (1955) y la asistencia a la Facultad de Ciencias Agrarias en la implementación de programas de capacitación, análisis e interpretación de la información del área de la pequeña propiedad agrícola (1981), entre otros.