Incluir a los adultos mayores en la sociedad, satisfacer sus necesidades, motivarlos para que se mantengan activos laboralmente, promover una vida saludable, potenciar sus capacidades, facilitar las condiciones para que sean independientes y permanezcan en sus casas, son algunas de las medidas que promueve la política finlandesa para enfrentar el envejecimiento acelerado de su población, las cuales fueron presentadas por representantes de la Universidad Karelia de Ciencias Aplicadas durante el encuentro realizado este miércoles 24 de abril en la Casa Central de la Universidad de Chile.
Hasta la década del '70 Finlandia presentaba altos índices de enfermedades en los adultos mayores, quienes tenían altísimos niveles de patologías cardiovasculares, obesidad, hipertensión, entre otras enfermedades crónicas. Esto acarreaba múltiples consecuencias, como por ejemplo, altos gastos médicos, jubilaciones precoces, dependencia, etc.
Esta historia cambió cuando, “por iniciativa de la municipalidad de North Karelia se inició una campaña sostenida y planificada para generar un progresivo cambio cultural, destinado a la promoción de una vida saludable, modificando las costumbres de alimentación, vida activa, ejercicios y controles de salud. Gracias a esto, actualmente los adultos mayores son considerados un aporte y no una carga para nuestra sociedad”, explicó la Dra. Liisa Timonen, de la Universidad Karelia de Ciencias Aplicada. Estas prácticas, agregó, "han sido reconocidas por la Organización Mundial de la Salud como buenas herramientas para mejorar las condiciones de vida de este segmento de la población”.
Por su parte, el Dr. Luis Berr, facultativo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH), quien viajó junto al profesor titular del HCUCH, Jorge Hasbun, a Finlandia en enero de este año para conocer sus políticas en materia de envejecimiento, detalló que “en Finlandia han logrado que las personas de la tercera edad sean parte importante y activa de la sociedad. Han cambiado todos los conceptos del envejecimiento, como por ejemplo, el que establece que las personas a los 60 o 65 años no se deben retirar a sus casas transformándolos en una fuerza de trabajo que hoy en día potencia el desarrollo del país”.
La realidad chilena
Chile es un país envejecido. Si en 1992 un 6,6 por ciento de las personas tenía 65 años y más, en el censo 2017 esa cifra alcanzó el 11,4 por ciento. Este escenario sin duda implica desafíos, ya que las condiciones de salud y de dependencia de los adultos mayores repercuten directamente en su capacidad laboral, autonomía, problemas previsionales, alto gasto en salud y, por lo tanto, en su calidad de vida.
Al respecto, Muriel Abad, directora (S) del Servicio Nacional del Adulto Mayor, se refirió a la necesidad de "aunar fuerzas y tener alianzas con actores clave que nos permitan desarrollar políticas de envejecimiento a nivel comunal. Para allá estamos apuntando y sabemos que nos vamos a encontrar con muchas dificultades. Sin embargo, si nos quedamos esperando que los años pasen nos vamos a perder la oportunidad de hacer algo a tiempo”.
Por su parte, el alcalde Talagante, Carlos Álvarez, enfatizó en la importancia de "visibilizar un problema país que si no se mira con la seriedad suficiente, ni se está abierto a revisar experiencias de otros países, nos puede llevar a enfrentar problemas sin solución".
Chile, como agregó, "hoy en día tiene las expectativas de vida más altas en el contexto sudamericano y esto es por un esfuerzo de la salud pública. Sin embargo, la calidad de vida no está asociada a atenciones médicas, sino que dice relación con la activa participación en la sociedad de un individuo sin importar cuál sea su edad. Eso es lo que no se está visualizando desde el Estado y es importante relevar, pensar y ponerse a trabajar”.
Tras el encuentro, la Dra. Lissa Timonen manifestó su intensión de establecer un trabajo colaborativo entre la Universidad Karelia de Ciencias Aplicadas, el Ministerio de Desarrollo Social y la Universidad de Chile. “Pretendemos abordar diversas aristas, como por ejemplo, el análisis de las necesidades conjuntas de ambos países, la sensibilización y realización de talleres a nivel regional y el desarrollo de programas académicos con la Universidad de Chile”, señaló.
“El mundo nórdico es sin duda el ejemplo más avanzado que presenta la humanidad en entender los procesos de envejecimiento y tenemos el beneficio de conocer su experiencia. Esperamos que esta actividad tenga una proyección en materia de medidas que beneficien a los adultos mayores y por eso, agradecemos la presencia de los alcaldes”, señaló en el encuentro el rector (S) de la Universidad de Chile, Rafael Epstein.
Por su parte, Eija Rotinen, embajadora de Finlandia en Chile, afirmó que “el envejecimiento de la población representa un desafío para ambos países, pero nosotros no lo vemos como un problema porque todos llegamos a la vejez. Generar una cooperación podría ayudar a desarrollar un método para enfrentar esta realidad”.
La reunión convocó al rector (S) de la Universidad de Chile, Rafael Epstein; la embajadora de Finlandia en Chile, Eija Rotinen; la directora del Hospital Clínico Universidad de Chile, Graciela Rojas; el director de Relaciones Internacionales de la Casa de Bello, Eduerdo Vera; el alcalde de la comuna de Pudahuel, Johnny Carrasco; el alcalde de la comuna de Talagante, Carlos Álvarez; la directora (S) del Servicio Nacional del Adulto Mayor, Muriel Abad; y a la Dra. Liisa Timonen, directora de Asuntos Internacionales de la Universidad Karelia de Ciencias Aplicadas; y el Dr. Ville Nivalainen, director de desarrollo del Servicio Educacional de la ciudad de Joensuu, Finlandia, académicos y especialistas en envejecimiento.