

En la exposición se dio cuenta de un diagnóstico de la infraestructura existente de la FAU, siendo la Facultad de la Universidad con menos metros cuadrados edificados por alumno de pregrado. La problemática del espacio se profundizó con el aumento de la matrícula en los últimos 20 años, pasando de 1.706 estudiantes en 1990 a 2.650 en el presente año. Ante esta situación, durante estos últimos cinco años se ha realizado un intenso trabajo para mejorar y construir espacios de calidad para la comunidad.
En esta línea, se ha avanzado en diversos proyectos, como un espacio de trabajo colaborativo para estudiantes, una sala de lactancia, un ascensor para brindar acceso inclusivo, nuevas salas de clases, entre otras iniciativas.

Sin embargo, un espacio de alimentación se tornó urgente tras el hecho de que la concesionaria en el año 2019 y por diversos motivos tuvo que cerrar el servicio. Desde ese año el Centro de Proyectos Estratégicos de la FAU -por mandato de Decanato- empezó a trabajar intensamente en un proyecto de Casino a través de un ejercicio participativo con la comunidad, siendo una demanda de todos los estamentos de la FAU.
Fue un proceso largo, en el que el anteproyecto tuvo que obtener aprobaciones de la SEREMI de Vivienda, de la Municipalidad de Santiago, de las instancias pertinentes de la Universidad de Chile; logrando este 12 de diciembre el último paso: la aprobación del Consejo Universitario.
El proyecto: mucho más que un casino
Con esta iniciativa se busca primero que todo generar un espacio de alimentación que cubra la demanda existente, complemente la oferta establecida y que sea un aporte significativo a la FAU y al Campus Andrés Bello.

Al ser un proyecto que cuenta con tres niveles, podrá albergar 690 personas en tres turnos, en un total de 527,64 m2 útiles. El espacio contará con una terraza multiuso, zonas de comedores, cafetería y ubicación de microondas.

"Para esta decanatura una de las principales prioridades ha sido mejorar los espacios de la Facultad, hemos hecho múltiples inversiones y tenemos en carpeta para los años que vienen diversos proyectos de mejoramiento y construcción de una infraestructura de calidad para nuestra comunidad. Hemos hecho un gran esfuerzo para canalizar nuestros recursos económicos en estas necesidades, porque estas grandes obras permitirán una mejoría sustantiva en la calidad de vida de nuestra comunidad. Pido paciencia porque la magnitud de las obras, y los procesos que implican, son demorosos pero se verán los resultados", señaló el Decano Manuel Amaya.
Finalmente, los pasos que siguen ahora es elaborar las bases de licitación, el respectivo llamado y la adjudicación del proyecto, proceso que se desarrollará durante el año 2024; por ello y debido a la complejidad administrativa de dicho procedimiento se proyecta la construcción de la obra para el año 2025.