Juguete consistente en un arco de madera fino, el cual se hace dar vuelta mediante la impulsión de un palillo. El juego consiste en mantenerlo en equilibrio y hacerlo rodar. Es juego de habilidad y destreza. Algunos tenían grandes diámetros lo cual permitía al niño el traspasarlo mientras lo hacía girar. Durante el primer cuarto de este siglo, se jugaba al aro y era moda que las niñitas con vestidos adornados con blondas y los niños con trajes de marineros, se fotografiaran o fueran llevados a cuadros pintados al óleo. Los niños de las barriadas juegan llevando el cerco de latón que se emplea para sujetar las tablas o duelas de las barricas, rodando con la mano o con intervención de un alambre convenientemente torcido en un extremo; y no faltan los que juegan con una llanta de automóvil o un aro de bicicleta sin rayos. No dejan de decirse locuciones y frases en relación con el aro, como entrar por el aro o pasar por el aro, que es realizar obligado por la fuerza o por la maña, lo que no se quiere hacer. Origen. Homero,
Virgilio y Ovidio se refieren al aro. El aro fue en su origen un objeto sagrado. El círculo delimita una zona mágica para alejar el espíritu del mal o para conservar el poderío de la magia. El aro es, como toda figura redonda y cerrada, un símbolo de la continuidad y de la totalidad o del tiempo en eterno retorno. Por eso el anillo ha servido como emblema del matrimonio, como la pulsera, por igual razón. Denominación. Argentina: arco Brasil: rolar arco Colombia: aro Chile: aro o rueda España: denominaciones en catalán; l´aro, l´anella, la roda, rutles, fer rodar, fer córres el cércol, rodanchil, la rodeta, redonchar; rodoncho (pueblos aragonese de la parte occidental); corroncho (Agüero); reduncho (Almudevár); rodoncho (Santa Eulalia de Gállega); rutlla (Girona). Bélgica (Región de Flandes): Hoepelen of reeplopen Estados Unidos. The hoop. Inglaterra. The hoop. * En Barcelona (España), en la plaza Puig i Alfoso (Barrio del Guinardó), se encuentra un escultura de un niño jugando al aro. Los vecinos de esta plaza la conocen por el nombre: Plaza del niño del aro. Dispersión. Internacional. Comentario. François Rabelais (1495-1550) lo describe en Gargantúa y Pantagruel, como entre los juegos que Gargantúa realiza en su infancia. Pieter Brueghel (1530-1569), pintor flamenco, lo registra en su citada pintura Juegos infantiles; Pierre Auguste Renoir (1841-1919) tiene entre sus cuadros uno que representa a una niña con aro; el pintor italiano nacido en Grecia, Giorgio de Chirico (1888-1978), en su obra Melancolía y misterio de una calle, incluye una niña impulsando un aro; el pintor español Antonio Mª Esquivel (Sevilla 1806 - Madrid 1857) en su obra Niña (Tiene un aro con una cruz dentro en el que van sujetos cascabeles, que al girar el aro con la varilla produce ruido); y el pintor español Joaquín Sorolla y Bastida (Valencia 1863 - Cerdilla 1923) en su obra María en los Jardines de La Granja (1907), Nº de inventario 796, en este cuadro su hija María tiene un aro en una de sus manos, en los jardines de la casa propiedad del artista. Una trilogía de pintores chilenos con autoridad, toma el tema: Ernesto Molina Vásquez (c. 1857-l904) tiene muy bien cogida una época de este juego en su tela La niña del aro; Demetrio Reveco (1863-1922), pintor realista, fijó en una de sus telas al óleo, a una niña con aro, que él tituló Niña con juguete; y sigue Alfredo Helsby Hazell (1862-1933) quien pintó el Paseo Atkinson, en el cual figura una niña que corre tras el aro (Museo Municipal de Valparaíso). Existen sellos postales, que representa este juego en: Argentina (1984), Bélgica (1966), Islandia (1989).
Bibliografía Gargantúa y Pantagruel.
François Rabelais. |