Entretenimiento de niños con el que alguno se propone distraerlos. ¿Quieres que te cuente el cuento del burro piojento? O bien: éste era un burro piojento. Pásate para este otro asiento. ¿Quieres que te lo cuente otra vez? El niño responde que sí. Yo no digo que sí, sino que si quieres que te cuente el cuento del burro piojento. Repite el niño que sí y el otro reproduce la pregunta, variando solamente lo que conteste, aunque sea un gesto, hasta fastidiarlo. Versiones en Chile de algunos de estos cuentos de nunca acabar:
A continuación, esta otra versión que se dice en Puerto Rico:
Si el niño responde que sí, se continúa:
Versión chilena del:
Versión peruana:
Versiones chilenas del gato:
Versión de Puerto Rico:
Versiones chilenas de José se llamaba el padre:
José se llamaba el padre
Otra versión entregada en Música folklórica infantil chilena, de Juan Pérez Ortega:
En el Cancionero popular cuyano, Juan Draghi Lucero (1897), escritor de profundo sentido andino, específicamente cuyano tanto como americano, da esta versión:
En la Antología Folklórica Argentina para uso en las escuelas primarias se encuentra así:
Versiones Españolas:
Ramón se llamaba
el padre Ramón se llamaba
el padre,
Bartolo tiene una flauta Entre los cuentos más difundidos está Bartolo tiene una flauta. Versión chilena:
Bartolo tiene una flauta
Versión argentina:
Bartolo tenía una flauta
Versión mexicana:
Otra versión:
Bartolo tenía una flauta
No obstante que la flauta de Bartolo tiene un portillo, en Santo Domingo tiene tres:
Origen. Los dioses mitológicos solían utilizar la flauta para dirigir los ganados. En diversas mitologías figuran los dioses y los héroes músicos haciendo concurso de flautas. Cencerros, flautas y trompetas, servían para reproducir las voces de los espíritus y hacerlos sensibles a los oídos de los hombres. Sin duda, los seres humanos la descubrieron al oír el zumbido del aire entre los tallos rotos de los cañaverales. Se ha dicho que el viento, sonando en las cañas, escribió la primera melodía. El hombre no tuvo más que imitar a la naturaleza. En la música de varios países aparece este instrumento, desde tiempos remotos. En la etnología americana la flauta de piedra o de hueso ha sido motivo de valiosos estudios. Denominación. Argentina: José
se llamaba el fraile, José se llamaba el padre, Bartolo tenía una flauta.
Dispersión. Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Chile, México, Perú, Puerto Rico, República Dominicana (Santo Domingo), Uruguay. Comentario. Estos entretenimientos clasificados como cuentos reiterativos, cuentos de pega o cuentos de nunca acabar, son conocidos en España y en todos los países de América y se repiten con ligeras variantes, ya se llamen el compadrito león, potito quemado o la mula baya de don Pedro Arcaya. La particularidad de todos ellos, está en que la última estrofa enlaza con la primera y vuelve a repetirse indefinidamente. La voz guarapo es quechua y corresponde a una bebida fermentada hecha con jugo de caña dulce; el vocablo sarapito, puede que sea el nombre del ave conocida vulgarmente como la perdiz de mar; y potito, es diminutivo de poto, voz quechua que significa trasero. Los adultos y los niños repiten estos dichos organográficos, tales como tocar la flauta, no tocar pito ni flauta, por la flauta, aflautado y sonó la flauta que, a veces, se complementan añadiendo por casualidad. Frase esta última tomada de una fábula conocida y que indica que un acierto ha sido casual. Entre las pinturas que se encuentran en el Museo del Louvre (París), famoso es El pífano (1856) de Edouard Manet (1832-1883), en la cual figura un infante de la guardia imperial, quien le sirvió de modelo para pintar al flautista.
Bibliografía Algunas de nuestras rimas infantiles. Efraín Morote Best. Revista Universitaria del Cuzco Nº 96, Cuzco, Perú, junio 1949 Antología folklórica argentina. Para las escuelas primarias. Guillermo Kraft Ltda. Buenos Aires, Argentina 1940 Cancionero popular cuyano. Juan Draghi Lucero. Colección Anales del Primer Concurso de Historia de Cuyo, tomo 7, Imp. Best Hermanos, Mendoza, Argentina, 1938 Cancionero popular murciano. Alberto Sevilla. Sucesores de Nogués, Murcia, España, 1921 Cantos populares españoles. Francisco Rodríguez Marín. 5 tomos, Sevilla España, 1882 Costumbres y creencias raras. A. Hyatt Verril. Ediciones Destino. Imprenta Clarasó, Barcelona, España, 1958 Cuentos chilenos de nunca acabar. Ramón A. Laval. Imprenta Cervantes, Santiago de Chile, 1910 Diccionario folkórico argentino. Félix Coluccio. Librería y Editorial El Ateneo, Buenos Aires, Argentina (2º edic.) 1950 Folklore chileno. Aspectos populares infantiles. Oreste Plath (César Octavio Müller Leiva) Anales de la Universidad de Chile Nº 61 y 62, tercer y cuarto trimestre. Santiago de Chile,1946. La poesía popular en Puerto Rico. María Cadilla de Martínez.(Tesis doctoral, Universidad de Madrid), Talleres Gráficos de la Imprenta Venezuela, San Juan, Puerto Rico, 1933 México imponderable. Rafael Heliodoro Valle. Ediciones Ercilla, Santiago de Chile, 1936 Música folklórica infantil chilena. José Pérez Ortega. Ediciones universitaria de Valparaíso, Valparaíso, Chile, 1976 Ómnibus de poesía mexicana. Gabriel Zaid. Buenos Aires. Argentina, 1921. Otra edición: Siglo XX Editores S. A., México, 1971 Poemas, canciones y juegos infantiles. Bilbao, España, 1981. |