Elecciones Facso 2014

Roberto Aceituno y Jesús Redondo candidatos a Decano en Facso periodo 2014-2017

Roberto Aceituno y Jesús Redondo candidatos a Decano en Facso
Prof. Roberto Aceituno.
Prof. Roberto Aceituno.
Prof. Jesús Redondo.
Prof. Jesús Redondo.
Los dos candidatos, Roberto Aceituno y Jesús Redondo, ambos Profesores Titulares del Departamento de Psicología, entregan a continuación sus principales reflexiones en torno al programa que los llevará hasta el decanato de la Facso.

Dentro de su trayectoria académica ¿Dónde situaría su decisión de ser candidato a decano? ¿Qué motivaciones lo llevaron a levantar ésta candidatura?

Aceituno: Mi trayectoria expresa prácticamente treinta años de trabajo en lo académico, quince de los cuales han sido dedicados casi exclusivamente a la Universidad de Chile y a la Facultad de Ciencias Sociales. Por una parte, mi motivación de presentarme en esta candidatura obedece a esa trayectoria, que partí realizando como estudiante de Psicología, luego de postgrado y como profesor en esta Facultad y en la de Medicina. También hay otra motivación que tiene que ver con mi manera de comprender lo que en la Facultad es necesario desarrollar más en la actualidad y en el futuro. Considero que la Facultad se encuentra en un buen pie de desarrollo. Se han mejorado aspectos administrativos y de gestión, se ha creado una cierta normativa que es eficiente con respecto a algunos procesos, tenemos la posibilidad de avanzar en infraestructura, pero a partir de ahí es necesario desarrollar más aún lo académico como eje de la gestión universitaria, ya que esa es la base de nuestro aporte al conocimiento, a la formación profesional, a la vinculación con el medio social y sus exigencias políticas y culturales. Por lo tanto, una segunda razón tiene que ver con el vínculo de las Ciencias Sociales con el debate universitario tanto a nivel de la Universidad de Chile como en el mundo social, que es un aspecto que estamos en condiciones de profundizar creativamente. Me motiva, finalmente, y esto lo he planteado en el diálogo con los académicos de los departamentos, con los estamentos funcionario y estudiantil, aportar al fortalecimiento de una cultura académica, donde cómo hacemos las cosas es relevante, en la perspectiva de un sentido de pertenencia, de inclusión, de confianza, es decir de comunidad.

Redondo: La percepción de responsabilidad por el momento actual de la Facso. Estamos en una situación en la que en los próximos dos años habrá que enfrentar desafíos por la crisis de crecimiento que estamos viviendo y eso va a requerir de un proyecto colectivo y capacidad de gestión. Un tema que ha sido determinante en la decisión de ser candidato fue la solicitud y apoyo de un grupo transversal de académicos de la Facso que me han motivado e instado a levantar esta candidatura. Es lo que representa nuestra candidatura: proyecto colectivo, capacidad de gestión, pero, también, fuerte convicción por lo público. Además, un elemento de fondo, desde mi trayectoria personal, es el entusiasmo por reconstruir la educación pública y la Universidad de Chile como universidad estatal en esta nueva coyuntura que tiene el país en el tema social y en la educación. Entonces creo que es un momento propicio para poder hacer un cambio sustantivo, que signifique una reorientación de la universidad pública. La oportunidad de poder ser candidato se da una vez que asumí la condición de Profesor Titular, que ocurrió hace poco.

¿Cuál es el diagnóstico que usted hace frente a la situación actual de la Facultad de Ciencias Sociales?

Aceituno: Yo encuentro que la Facultad ha mejorado en muchos aspectos de gestión, administración e infraestructura. Pero me parece que hay tres cosas en las que es necesario avanzar. Primero, la vinculación de las Ciencias Sociales al debate público, al aporte de reflexión y propuestas en temas sensibles de nuestra sociedad. Segundo, creo que es necesario desarrollar lo académico y en particular el vínculo entre las unidades y las disciplinas. Pienso que la Facultad se fortalece y las unidades también (carreras, departamentos, escuelas) fomentando la relación interna y evitando el aislamiento en todos los niveles. Y tercero, me parece que es necesario poner la gestión al servicio de lo académico y no a la inversa. Eso finalmente se traduce en el diagnostico que yo hago de que es necesario introducir más sentido de comunidad académica, más sentido de cultura académica y mayor excelencia en los procesos de formación en investigación y extensión.

Redondo: Estos dos años que he estado en la Dirección Académica de la Facso he conocido más el conjunto de la Facultad desde tener que gestionar y colaborar con todos los departamentos y las escuelas, con todas las áreas y grupos. Creo que hay varios elementos que destacaría como diagnóstico: en primer lugar, el crecimiento de la Facultad en todas las dimensiones: en estudiantes más diversos de pre-grado y postgrado, en número de programas, en número de proyectos de investigación, en académicos/as y jornadas equivalentes, en metros cuadrados que se están construyendo, en presupuesto; es decir, en cualquier dimensión que uno mire en la Facultad hay un crecimiento. Segundo, si hay algo que rescataría ha sido la conciencia de que esta Facultad es muy distinta a la que había hace 8 años atrás. En la Facso hemos avanzado en el ordenamiento de su funcionamiento, de los Departamentos, en los temas económicos, en los temas académicos, en los proyectos de investigación. Quizás esto ha llevado en algunos casos a un exceso de burocracia y de hacer más lentos algunos procedimientos. Esto es una realidad, pero estoy convencido que se puede mejorar bastante. Hoy tenemos las condiciones necesarias para pasar a una nueva etapa, donde la gestión esté al servicio de la academia. Pero creo que es importante darse cuenta que la democracia se sustenta en parte en procedimientos que dan garantías a todos y todas y que exigen cumplir algún tipo de normas generadas en los espacios participativos. También pienso que viene un periodo – ya estamos en él pero creo que durará al menos un año más - donde vamos a vivir situaciones difíciles por la precariedad de espacios. Ya lo estamos sintiendo los académicos, profesores, estudiantes y funcionarios. Otro tema de diagnóstico de fondo del planteamiento de nuestra candidatura es que la Facultad no está todo lo volcada hacia las necesidades del país y hacia la realidad social que debería tener una universidad pública como la nuestra. Se están haciendo muchas cosas pero no hay una identidad en esa dirección, y en este ámbito hay que repensar e impulsar mucho más todo lo que es la extensión universitaria en un sentido comprometido con las necesidades del país, articulada con la docencia y la investigación.

¿Cuáles cree usted que son los principales desafíos que enfrenta la Facultad? ¿Y cuáles son sus propuestas para enfrentar dichos desafíos?

Aceituno: Yo creo que es necesario promover un clima más participativo al interior de la Facultad, al menos en la generación de los criterios para las tomas de decisiones a nivel de la gestión. Es necesario promover una lógica más bien inductiva, es decir, donde los protocolos, los procedimientos, las normativas sean un punto de llegada y no un punto de partida, de modo que el punto de partida siempre sea una discusión proveniente de las bases de la comunidad académica, los estudiantes- que son destinatarios de los procesos formativos- y los funcionarios no académicos, que tienen una experiencia acumulada sobre cómo hacer las cosas. Ese es un ámbito de propuestas que tienen que ver con el fortalecimiento de la comunidad académica. Otras propuestas tienen que ver con fortalecer los dispositivos de trabajo interdisciplinarios sobre la base de disciplinas muy fortalecidas, es decir, no porque tengamos que desarrollar más lo interdisciplinario vamos a descuidar los aportes específicos que las disciplinas pueden hacer en sus ámbitos específicos de investigación, de docencia, de extensión universitaria. Hay otras cosas más específicas que tienen que ver con el mejoramiento de las condiciones ambientales para el trabajo de la comunidad. Por ejemplo, el mejoramiento de las condiciones de la biblioteca, el mejoramiento de condiciones de espacios para reuniones de equipo, mejores condiciones para que los estamentos y los distintos actores de la comunidad académica puedan tener espacios de participación conjunta, tener mejores instancias y dispositivos para la difusión de nuestros procesos de investigación, formación y de extensión. Tenemos que crear una política de difusión editorial donde los libros y publicaciones que construimos no queden encerrados entre cuatro paredes sino que tengan una presencia más activa en la discusión cultural y política a nivel nacional. Creo que es necesario articular mejor los procesos formativos de pre y postgrado, es decir, donde se reconocen las especificidades de cada nivel pero se diseñan procesos de articulación que permitan optimizar los tiempos de graduación y mejorar la inserción de los estudiantes en procesos de investigación.

Redondo: El mayor desafío es estar a la altura de las demandas de la sociedad chilena, de los movimientos sociales y de las necesidades de las mayorías del país. Sin ningún tipo de dudas, la Facultad cuenta con un claustro académico comprometido y de calidad para responder a este desafío. En ese sentido, la universidad pública- y dentro de eso la Universidad de Chile que es la más importante- no va a tener legitimidad social para exigir al Estado que la financie adecuadamente si no se vincula realmente a las necesidades reales de las mayorías; y ahí tiene que haber excelencia académica pero vinculada a los problemas nacionales y a la resolución de los problemas reales, así como a las políticas públicas y sociales. Ese es el desafío más grande y todo eso se concreta en lo que en el programa señalamos como una excelencia académica re-significada. Un segundo aspecto que estamos planteando es que la Facso sea más pública, que sea más social, y por lo tanto, que se vincule a las necesidades de los grupos sociales, permitiendo que los grupos nos indiquen también el tipo de trabajo que están demandando a la universidad pública. Que sea más crítica, no una crítica externa, sino que una crítica que se implica. Que sea más diversa, donde la diversidad de las personas y los planteamientos se reconozcan y se valoren, que podamos integrar muchos más estudiantes de los sectores populares de los que ya tenemos, que pueda haber una igualdad de género real. Que todas las minorías encuentren en la Facultad un espacio donde se respeta su realidad. Una Facultad más democrática donde efectivamente ejerzamos todo el ejercicio de participación que el estatuto permite, pero que incluso vayamos más allá, hasta cambiar el estatuto para que haya más democracia y más triestamentalidad. Y un último aspecto que señalamos es que sea más justa, solidaria y efectiva, y ahí planteamos una serie de medidas que significan mejorar los procedimientos administrativos, las condiciones laborales, revisar la subcontratación y una serie de aspectos de lo cotidiano que requieren una dinámica más centrada en elementos de justicia, de solidaridad y de efectividad.

¿Cuál es el sello que a usted le gustaría instalar en su gestión como Decano?

Aceituno: El sello para mí es poner la gestión directiva de la Facultad al servicio de una comunidad académica fortalecida en su sentido de identidad como comunidad de Ciencias Sociales. Fortalecer la comunidad y la cultura académica en vínculo con la presencia en la reflexión y debate sobre problemáticas que nos conciernen.

Redondo: Yo diría que es la participación, que todo el mundo se sienta partícipe, escuchado y que aporta, y en ese sentido que haya más desarrollo del trabajo colectivo y en equipos. El tema de la diversidad, pero una diversidad real en lo cotidiano. Seguir con la política de inclusión en el acceso, progreso y egreso de estudiantes diversos, de los sectores más vulnerados Un apoyo decidido a que todos los elementos de gestión estén volcados a favorecer los objetivos académicos. Y por último, que demos paso a esta nueva concepción de vinculación con el medio y extensión. La articulación de esos elementos sería el sello que me gustaría darle a la Facultad.

¿Cómo visualiza usted a la Facultad para los próximos cuatro años?

Aceituno: Yo querría una Facultad de excelencia, es decir, donde la calidad de los procesos formativos, la calidad de los productos de investigación, la calidad de la relación con el medio y con el vínculo hacia el mundo social pudiesen reconocerse en el medio universitario nacional y ojalá internacional. Otro elemento que me gustaría estuviera presente de aquí a cuatro años es un clima de confianza interna entre los académicos, entre los distintos estamentos y entre la comunidad académica y la dirección. Un clima de confianza que permita avanzar en un sentido solidario de trabajo conjunto.

Redondo: Me gustaría que este crecimiento de la Facultad esté relacionado con un mayor vínculo con la sociedad y que seamos capaces de generarlo desde un proyecto común y desde el trabajo en equipos. Me parece que estamos en un momento en donde lo que le puede dar más potencia a la Facultad es la capacidad de generar un proyecto común. Un proyecto común en función de potenciar la vinculación de la facultad con lo público y lo social, con las necesidades de las mayorías del país. Es sin duda una responsabilidad histórica para la facultad de ciencias sociales de la universidad de Chile.

¿Cómo constituirá su equipo y qué mecanismos usará para integrar en su proyecto las diversas inquietudes de los académicos, funcionarios y estudiantes de la Facultad?

Aceituno: Afortunadamente, mi candidatura tiene un conjunto muy heterogéneo de adherentes que son académicos de los distintos departamentos de la Facultad, y que son, además, académicos con experiencia en gestión en los diversos planos. El equipo que me acompaña en esta propuesta está constituido por personas que podrán contribuir a la gestión desde esa experiencia y desde esa heterogeneidad. Por lo tanto los criterios que yo quisiera emplear para la constitución del equipo directivo tiene que ver con una heterogeneidad generacional, con la presencia de personas que tengan experiencia en gestión, ojala podamos tender a establecer un equilibrio de género. Me parece que hay que equilibrar las experticias en los aspectos más administrativos, financieros y de gestión, con aquellos aspectos más bien de desarrollo académico en términos de diseño creativo y estrategia.

Redondo: Nuestro planteamiento ha sido que sea un equipo transversal donde haya de todos los grupos y departamentos de la Facultad y donde hemos tratado de hacer un trabajo de combinación entre experiencia e innovación, un equipo intergeneracional y con equidad de género. Es decir que cuenta con la capacidad de gestión, de innovar y de abrir nuevas formas de desarrollar las tareas de la Facultad. Un grupo de académicos –cerca de 30- hemos estado trabajando en este proyecto desde hace más de un mes. Así logramos construir un marco programático colectivo y definir entre todos quienes podrían ser parte del equipo. Gracias a esto, enfrentamos la elección con propuestas concretas y un equipo conformado. Y estamos convocando a un proceso triestamental para definir en los próximos meses un Proyecto de Desarrollo Institucional para todo el periodo próximo.

¿Hay algo más que desee agregar?

Aceituno: Mi candidatura pretende proponer un diseño programático que se nutra de las opiniones de ésta comunidad y para eso estamos invitando a participar a los académicos, así como a representantes de estudiantes y funcionarios no académicos, una jornada de discusión para que entreguen sus opiniones sobre el diseño programático que estamos pensando. Eso, junto a las reuniones con los claustros departamentales, a la participación en los debates que se están preparando, nos permitirá tener antes de la elección un Programa claro y difundido.

Redondo: Me gustaría que la Facultad, fruto del debate que se va a producir en este proceso de elecciones, salga más fortalecida como proyecto común. A mí me parece que ese es el valor más importante que deberíamos rescatar. Y por supuesto que vamos a seguir comprometidos en trabajar cada día por una universidad pública que responde a las necesidades de las mayorías de Chile.