Prof. Pablo Cabrera, Director de Asuntos Estudiantiles.

"La Dirección de Asuntos Estudiantiles tiene un rol importante en pensar junto con el estudiante las maneras de inclusión y de producción de comunidad"

Entrevista a Prof. Pablo Cabrera, Nuevo Director de la DAE
Profesor Pablo Cabrera, Director de DAE.
Profesor Pablo Cabrera, Director de DAE.
DAE

En julio de este año asumió como nuevo Director de Asuntos Estudiantiles el profesor Pablo Cabrera, académico del Departamento de Psicología, Magíster en Filosofía con mención en Epistemología y Doctor © en Filosofía con mención en Estética y Teoría del Arte (Universidad de Chile). El profesor es parte del Área Clínica del Departamento de Psicología, donde trabajada específicamente en la Línea Psicoanalítica, colaborando además en las labores de supervisión clínica en prácticas profesionales y de estudiantes de posgrado.

Por su experiencia como docente y su trabajo junto con estudiantes de la FACSO, fue nombrado Director de la DAE, unidad que busca favorecer el desarrollo integral de las y los estudiantes, preocupándose en facilitar el proceso de vinculación a la vida universitaria a través de la entrega de apoyos directos en dicho proceso.

¿Cuáles son los principales temas que su gestión quiere profundizar en DAE?

Hay un tema que se vincula con el programa del Decano en donde uno de los grandes ejes y desafío para este periodo es la producción de comunidad. Es en ese eje donde DAE tiene un rol importante en pensar junto a los y las estudiantes las distintas maneras de inclusión y de producción de comunidad referida tanto a los otros estamentos – los funcionarios, los académicos- como con el espacio comunitario en términos amplios. Esta es una Universidad estatal, pública, plural, por tanto el problema del saber, del lazo al otro, el proyectar espacios conjuntos es muy importante. Yo creo que en ese eje entra con fuerza DAE y también en otros que tiene que ver con generar espacios ligados al conocimiento y a crear vida universitaria considerando a los tres estamentos.

¿Cómo afecta en el desarrollo de comunidad las restricciones de espacio que vive la FACSO en la actualidad?

Hay una coyuntura específica de transición en donde existen muchos elementos nuevos para todos los estamentos, con efectos que estamos evaluando apropósito de los aularios. El tema del espacio es un gran tema, desde la Modernidad se ha pensado desde dos grandes polos: uno de ellos ha consistido en pensarlo en términos funcionales y de tránsito; otro es imaginar y pensar el espacio como un territorio donde los individuos lo subjetivan y por lo tanto el espacio y esos sujetos se pueden transformar en un espacio de encuentro, de identidad, de producción de ciudadanía, de saberes y de memoria. Yo pienso que en nuestra Universidad, en el Campus Juan Gómez Millas y en FACSO hay que trabajar por ocupar los espacios de acuerdo a la segunda definición. En otros términos, pasar del espacio a un lugar. En este momento de transición se a complejizado el uso del espacio y su relación con la vida universitaria. Eso lo claramente percibimos los académicos, las autoridades, los funcionarios y los estudiantes. Pero el que tengamos aularios o el que se construya un nuevo espacio FACSO no quiere decir que por eso tenemos que perder una relación subjetiva del espacio. Eso sí, nos fuerza a imaginar y establecer las condiciones para ver cómo eso es posible relacionar los espacios y lugares, su uso, a las demandas y necesidades de toda una comunidad así como a sus deseos. De hecho, en el primer Consejo de Facultad de la actual decanatura, el Decano estableció que uno de los temas importantes para lo que viene en la Facultad tiene relación con los usos de espacio en FACSO. Muy pronto se va a constituir una comisión de trabajo que estará integrada por el Vicedecano (que la preside), las direcciones (Estudiantiles, de Pregrado y posgrado), los Directores de cada departamento, la Comisión Infraestructura, los representantes de los funcionarios y de los estudiantes. Me parece que un desafió de la Comisión Espacio será poder entregar insumos a la Facultad y algunas orientaciones para repensar el problema del espacio y transformarlo en lugar. Y así pasar de la lógica del espacio abstracto y formal a otra más territorial en donde los sujetos colectivos lo ocupan, lo cuidan, lo transforman.

¿En términos más personales, qué significa para usted llegar a este cargo?

Hay una definición formal, institucional de los cargos, pero también hay sellos en que cada sujeto aparece. Yo quisiera pensar que el sello que va a tener la dirección de DAE irá muy de la mano con lo que naturalmente siempre he hecho estos años en la Facultad y en la Universidad. Y es que desde que inicié mi aporte académico a la Universidad, hace ya 9 años, siempre he trabajado en el aula y en esos otros espacios exteriores a ella, con la cual dialoga y en donde los y las estudiantes son un actor. En este sentido, creo que estamos mucho más cercanos de lo que uno imagina a la Dirección de Asuntos Estudiantiles. Básicamente porque la vida universitaria y la comunidad es un problema académico también. El centro hay que moverlo desde la docencia, la investigación y la extensión hacia la vida universitaria; que es otro territorio, que los incluye, pero agrega otras dimensiones. Por último, creo que tal vez pueda facilitar el que la Dirección actual de la DAE la dirija un profesor vinculado a la academia, a la investigación, a la extensión y que históricamente ha participado de la vida cívica, política y comunitaria de nuestra Universidad. Tengo la esperanza que esto, bajo el contexto de una institución que se propone dialogante e imaginativa en este nuevo ciclo que se inicia, pueda contribuir a la ejecución de las tareas y desafíos que desde DAE se propongan.