Día Internacional de los Derechos Humanos

Los derechos que no se consideran en el debate ciudadano

Los derechos que no se consideran en el debate ciudadano
El 3 de septiembre de 2005 desapareció José Huenante tras ser detenido por un radiopatrullas de carabineros.
El 3 de septiembre de 2005 desapareció José Huenante tras ser detenido por un radiopatrullas de carabineros.
La incorporación del concepto de Derechos Humanos se produce en Chile a propósito de la interrogación social emanada de los movimientos sociales al Estado.
La incorporación del concepto de Derechos Humanos se produce en Chile a propósito de la interrogación social emanada de los movimientos sociales al Estado.

Al hablar de Derechos Humanos se vuelve necesario discutir sobre sus múltiples dimensiones políticas, económicas, culturales, educacionales, medioambientales y expresiones de manifestación. Aristas que son analizadas por los académicos de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile Isabel Piper, Ivan Pincheira y Miguel Urrutia, en el marco de la conmemoración del Día de los Derechos Humanos.

Desde comienzos de la transición hasta la actualidad, el discurso y la práctica sobre los derechos humanos se ha transformado de diversas maneras: “Se han construido lugares de memoria, se han hecho dos comisiones que tienen la virtud de que han llegado a conclusiones, porque hay comisiones en el mundo que ni siquiera han tenido su informe, hay programas educativos y de salud, entre otros”, reconoce Isabel Piper.

Sin embargo, al hacer una evaluación respecto de si estas estrategias han logrado profundizar la democracia los investigadores responden negativamente. Según Piper, en Chile no ha habido políticas de memoria, sino que de reparación. Es decir, las políticas del pasado se refieren a una reparación del daño ejercido durante actos de violaciones a los Derechos Humanos, centradas en la víctima y el trauma. Al respecto, ha imperado el discurso de las víctimas lo que ha opacado o invisibilizado la existencia de otras memorias.

“Lo que se eclipsa cuando uno se centra en la política del pasado es la existencia de la violación a los derechos humanos en el presente, considerando que el Estado chileno ejerce violencia política contra los disidentes de manera sistemática e impune”, añade Piper. Al respecto, organizaciones sociales han denunciado sistemáticamente violaciones a los derechos humanos en Chile por parte de los aparatos del Estado. Ejemplo de ello fue el incendio en la cárcel de San Miguel, la golpiza a presos en una cárcel de Rancagua y la desaparición de José Huenante, por mencionar algunos casos.

La pregunta por los derechos humanos traslada la discusión al lugar de la violencia y a otros lugares de violencia o sujetos víctimas discriminados como mujeres, adultos mayores, migrantes, pobres y niños. “Esta discriminación se explica en parte por el sujeto que ha construido el neoliberalismo que es competitivo y piensa en sí mismo”, comenta Pincheira.

Injerencia de los movimientos sociales

La incorporación del concepto de Derechos Humanos se produce en Chile a propósito de la interrogación social emanada de los movimientos sociales al Estado, en particular, del movimiento de familiares de los detenidos desaparecidos. “El discurso de los Derechos Humanos fue apropiado por los movimientos sociales, y después por algunos sectores del Estado chileno, y de la Concertación”, enfatiza Ivan Pincheira.

Para Miguel Urrutia, más importante que los derechos humanos –entendidos como un marco normativo– son las luchas sociales por la injusticia. En ese sentido, al recordar el caso del joven vejado recientemente por transeúntes en pleno centro de Santiago tras asaltar a un adulto mayor, Urrutia llama a la ciudadanía a luchar contra “los grandes ladrones de este país” o los principales conglomerados económicos que administran empresas multinacionales.

La crueldad, la indolencia e inmisericordia poseen prestigio en nuestra sociedad, según el investigador, por lo que “pienso debiéramos expandir el discurso humano al ámbito de la cultura –más allá del jurídico–, sobre todo en una sociedad ultra neoliberal cuyas relaciones de crueldad provienen de una condición estructural que distingue a perdedores de ganadores, donde lógicamente los crueles tienen más posibilidades de resultar ganadores”.

Frente a este escenario de discusión, hay quienes abogan por una mayor educación en estos temas desde la infancia. No obstante, Piper aclara que una pedagogía de los derechos o de la memoria no tiene ningún valor si los(as) niños(as) no se apropian de ella, por tanto deben construir sus propias memorias del pasado y reconocerse como sujetos legítimos(as) para construir memoria”. Y es que los niños no carecen de información sino que “la conciben como experiencia de un otro que es distinto”, complementa.