Seminario "Las luchas indígenas en el Kollasuyu y en el Wallmapu"

Experiencias activas de resistencias indígenas

Experiencias activas de resistencias indígenas
Los expositores del seminario (de izquierda a derecha): Doris Ojeda, Enrique Antileo, Isabel Domínguez y Francisca Fernández.
Los expositores del seminario (de izquierda a derecha): Doris Ojeda, Enrique Antileo, Isabel Domínguez y Francisca Fernández.

Isabel Domínguez de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas e Indígenas Originarias de Bolivia- Bartolina Sisa, Enrique Antileo de la Comunidad de Historia Mapuche y Doris Ojeda investigadora de la línea, presentaron reflexiones claves para conocer y entender las luchas y resistencias que hoy llevan movimientos indígenas en todo América Latina. 

Tal como lo explicó Francisca Fernández, investigadora del programa “el objetivo de este encuentro fue posesionar este diálogo entre el mundo académico y el mundo de los movimientos sociales, a través de ésta primera experiencia que contó con la participación de importantes dirigentes Latinoamericanos”.

Lucha ancestral en Wallmapu

Complejo es el panorama que vive actualmente el territorio de Wallmapu, debido a la fuerte criminalización que el Estado chileno sostiene frente a organizaciones indígenas que han llevado a cabo procesos de resistencia.

A criterio del historiador Enrique Antileo, el movimiento mapuche vive un grado de desarticulación pero con propuestas maduras y de larga data, que han permitido generar las condiciones actuales de articulación política.

“La visibilidad que hoy tienen el movimiento y sus voceros se construye en base a esa experiencia centenaria de lucha. El movimiento mapuche en el siglo XX ha estado poniendo en jaque el no ser asimilado o integrado por la fuerza estatal y hegemónica a la sociedad chilena y resistir desde la posibilidad de continuar siendo mapuche a través de formas de negociación”, explicó Antileo.

Si bien durante el siglo XIX, se luchó contra la colonización, hoy la estrategia es más clara-sostiene el historiador- ya que “el movimiento ha sofisticado los argumentos políticos, con conceptos complejos como el de autodeterminación, autonomía, descolonización, nación mapuche, etc.” En ese sentido, si bien no existe una única propuesta de autonomía- por ejemplo- existe si la noción de autonomizarse “en el marco de derechos políticos, de un pueblo que lucha por su espacio que fue arrebatado y que tiene evidentes derechos sobre ese territorio”.

Sin embargo, esa misma resistencia y proyección del pueblo mapuche es la que ha permitido ser un movimiento que mira al futuro con propuestas y creatividad. “Eso tiene a la gente siempre proponiendo cosas. Incluso esas mismas divisiones generan más creatividad en el movimiento y tensionar ideas entre los diversos sectores”, explicó el historiador.

La lucha por la “constituyente” de las Bartolinas

Diversos sectores sociales han visto con suma atención la experiencia boliviana de construcción de una Asamblea Constituyente para una nueva constitución. En esa construcción política, Isabel Domínguez jugó un rol clave como asambleísta, ya que su experiencia como dirigente de una gran organización como lo es la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas e Indígenas Originarias de Bolivia- Bartolina Sisa-, le permitió fortalecer dicha carta fundamental desde una perspectiva política, de clase y de género. Desde ese enfoque las Bortolina Sisa, han logrado posicionar el rol y el aporte de la mujer en la sociedad boliviana así como también la de los y las indígenas.

La trayectoria de Isabel Domínguez es extensa. Dirigenta Sindical de Cochabamba desde 1989 y actualmente parte del Ministerio de Descolonización y Despatriarcalización en su ciudad, su lucha por organizar a las mujeres la ha llevado a recorrer su país, muchas veces a pie, para acceder a los rincones ocultos de las trabajadoras bolivianas.

“¿Por qué hemos organizado en Bolivia a las mujeres? La hermana Bartolina Sisa y otras han perdido su vida por los hermanos campesinos y los trabajadores de aquellos tiempos de patronaje. Las abuelas y abuelos fueron discriminados y desde las localidades a Cochabamba han venido (migrado) cargando a sus hijos/as sin derecho para vivir una vida tranquila. Por ese motivo se ha pensado la articulación de la (Confederación) Bartolina Sisa y otras organizaciones, por eso en cada departamento tenemos organización de las mujeres campesinas”, señaló Isabel.

De esta forma y a partir de su destacada trayectoria como dirigente sindical fue elegida asambleísta, siendo parte del proyecto principal de descolonizar Bolivia: crear una nueva constitución que reconocía al país como un Estado plurinacional.

Sin embargo, el proceso para llegar a tener una nueva carta fundamental en Bolivia fue largo. Tal como lo señaló la dirigenta en un esfuerzo orgánico y político las diversas organizaciones y sindicatos de Cochabamba y del país obtuvieron triunfos en las elecciones municipales de 1995 donde los movimientos obtuvieran la mayoría de los candidatos elegidos, en 1997 obtuvieron cuatro parlamentarios, para luego sellar ese proceso con la elección presidencial del ex dirigente cocalero, Evo Morales.

Dicho proceso, narrado por la dirigente, ha estado lleno de altos y bajos, que sin embargo han sido reflexionados en diversos encuentros y congresos que las propias Bartolinas desarrollaron los últimos años. “Con el Movimiento Amplio al Socialismo, MAS, ahorita estamos en el poder buscando vivir bien, el hermano Presidente no ha estado solo gobernando sino que lo ha hecho junto con las organizaciones en el proceso de cambio”, señaló.

Un desafío que mantienen los movimientos bolivianos es rescatar completamente los recursos naturales los que “ya están nacionalizados como es el caso de los hidrocarburos” con lo que se financian una serie de bonos y políticas sociales.

La constituyente

La nueva constitución política del Estado Plurinacional de Bolivia nació después de muchas luchas de las organizaciones de base. La constitución nueva incluye grandes avances como la ley N°45 contra la discriminación y la despatriarcalización. “El tema de la constituyente..no es facilito hermanos, primero hay que unificar para luchar por los cambios de la República. Bolivia buscó primero la constituyente, pero ustedes también tienen que lograr una Asamblea Constituyente para vivir bien, ustedes y sus hijos. Así pensamos en Bolivia”, explicó.

Isabel participó en la constitución de la Asamblea Constituyente por mandato de su asamblea. El proceso de generación de la Asamblea fue arduo ya que los dirigentes elegidos para ser constituyentes tuvieron que lidiar con una fuerte campaña de oposición que generó la derecha de boliviana, quienes apelaron a la autonomía de los departamentos (regiones) para no participar de dicho proceso.

“Nosotros vivimos mucha discriminaciones por eso bajamos a las bases para trabajar desde ahí la Constitución, (y pensar) qué tipo de leyes queremos para Bolivia, los derechos de la mujer, derechos de los adultos, de los niños, de educación, salud. Todo ha salido desde las decisiones de las bases”, explicó.

Territorio sagrado en resistencia: el caso de Pilmaiquén

Diverso y extensa es la lucha que el pueblo indígena mantiene por la protección de los territorios y los recursos naturales. Desde el 2010 en adelante la lucha mapuche se ha extendido más al sur de la Araucanía y actualmente en el territorio de Nge Mapuki Taupe- situado en la XIIII región desde Valdivia a la cordillera – se lleva una de las luchas del más relevantes por la defensa de los territorios sagrados.

La socióloga e investigadora del Programa de Psicología Social de la Memoria, Doris Ojeda, presentó las luchas que llevan las nuevas generaciones de autoridades mapuche contra las Hidroeléctricas de Pilmaiquén y Osorno que se están estableciendo en dicho territorio sagrado.

Tal como explicó la investigadora, una de las principales consecuencias por la defensa de ese territorio ha sido la criminalización de las autoridades ancestrales como la machi Millaray Huichalaf, quien actualmente está detenida y condenada como encubridora en el caso del incendio al fundo Pisu Pisué, ocurrido en enero de 2013 en la comuna de Río Bueno.

El junio del 2011 fue interrumpido un proceso de recuperación de la cultura que desde hacía un tiempo venían desarrollado jóvenes en la localidad de Pilmaiquén. Esto, debido a que el proyecto hidroeléctricó comenzara las faenas para intervenir el río en dicha zona. Esta intervención en el territorio mapuche significó un genocidio porque intervenir el rio, cortar los árboles milenarios significaría interrumpir el ciclo sagrado.

La investigadora explicó que “para los mapuche, la tierra y el nge- que es el lugar donde habitan los espíritus sagrados- puede estar simbolizados en ríos, en un árbol, en una cueva. Y eso es lo que pasa en Pilmaiquen en donde hay un lugar sagrado que tiene que ver con el río, un elemento fundamental para la cosmovisión mapuche que representa el camino o tránsito por donde los espíritus van a llegar al más allá y por donde van a volver a instalarse en nuevas personas, nuevos weichafes, nuevas machis, en la vida cíclica mapuche”.

Sin embargo, la defensa de este territorio no es bajo una lógica productiva, sino que tiene que ver con resguardar la cosmovisión, la espiritualidad y las formas culturales.

Ese movimiento de nuevas generaciones mapuche que recuperaron ese territorio es diverso y está compuesto por mujeres y hombres jóvenes, y son dos jóvenes comuneras que han tomado el desafío con mucha valentía de ser autoridades ancestrales: la machi Millaray Huichalaf y la Lonko Juana Cuante. Ambos liderazgos significan además un quiebre con el machismo que existe en el sector, explicó Doris Ojeda.