Profesora Victoria Castro, Premio Amanda Labarca 2014

"La extensión educa al pueblo y nosotros necesitamos educar a la gente común"

Profesora Victoria Castro recibirá Premio Amanda Labarca
La profesora Victoria Castro inició sus estudios en Filosofía en 1964 en la Universidad de Chile. Al segundo año de la carrera comenzó a hacer cursos de arqueología.
La profesora Victoria Castro inició sus estudios en Filosofía en 1964 en la Universidad de Chile. Al segundo año de la carrera comenzó a hacer cursos de arqueología.
"Soy producto de la educación pública", destacó la profesora Castro.
"Soy producto de la educación pública", destacó la profesora Castro.
Victoria Castro.

"Soy producto de la educación pública”, comenta orgullosa la profesora Victoria Castro mientras evoca su enseñanza secundaria en el Internado N°3 de niñas y su posterior ingreso a la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile el año 1964. “Tenía beca completa, para lo cual debía sólo cumplir con mantener siempre un 5.5 de promedio. Aparte, recibía vales de alimentación de desayuno, almuerzo y comida, incluyendo sábados y domingos (…) Era la educación gratuita, y al obtener mis títulos sólo pagué 14 pesos en estampillas universitarias”, cuenta sobre esa época.

Victoria Castro, Profesora Emérita y Titular de la Universidad de Chile, fue recientemente reconocida con el Premio Amanda Labarca, que la Casa de Bello entrega desde 1976 a aquellas mujeres destacadas en la vida universitaria.

Su destacada trayectoria investigativa y académica en el área de la etnohistoria comienza a escribirse con su ingreso a la carrera de Filosofía, donde sus inquietudes la llevan a complementar su formación con unos cursos de arqueología dictados por el Departamento de Historia, que continuó desarrollando en paralelo a su carrera. “Eran unas casitas prefabricadas, donde los profesores Mario Orellana, Bernardo Berdichewsky, Juan y Carlos Munizaga, guardaban los materiales arqueológicos y uno podía ir a aprender en los modestos pero funcionales laboratorios”, recuerda.

“Descubrí que tanto la Filosofía como la Arqueología se hermanaban ambas en el contexto del descubrimiento y en el ámbito de la especulación generadora de pensamiento”, agrega.

¿Cómo se fue configurando en usted la decisión de dedicarse a la academia?

Cuando entré a los cursos de Arqueología, ya estaba en segundo año de Filosofía. Al año que entré a estos programas se abrieron dos concursos: uno para ayudante meritante y otro para ayudante interino. Era por concurso público porque estábamos en plena época de la reforma universitaria. Entonces, ahí concursé, me preparé tres meses para dar mi examen público y gané.

A partir de ahí empecé a ser ayudante de Prehistoria de América, de un Seminario de aparición del Estado, de Antropología Cultural, y seguía estudiando Filosofía.

¿Fue un problema ser mujer en la vida académica?

Yo creo que para cualquier persona de clase media no es fácil. Pero el hecho de ser mujer creo que me costó lo que le cuesta a las mujeres en una sociedad machista, pero no particularmente. Había que imponerse a través de tu conocimiento, de ser perseverante.

¿Cómo se alineó con los temas que ha trabajado, arqueología, etnohistoria, etnografía etnobotánica, etnozoología y lingüística? ¿Cómo llegó a esa área, al trabajo interdisciplinario?

Al ser ayudante meritante logré que un profesor me llevara al norte grande. Ahí empecé a trabajar en la Segunda Región. Me fui quedando en el norte hasta que hice una tesis de magister. Con esto armamos un proyecto Fondecyt con mi co-investigador Carlos Aldunate.

Desde que empecé a ir al norte, me di cuenta que no podía divorciar la antropología de la arqueología, ya que la gente era inspiradora para mirar el pasado y para que lo que estudiáramos del pasado tuviera sentido para el futuro, ese fue el nexo. Entonces siempre hice etnografía, que es el estudio de los pueblos tradicionales. Trabajamos con una interdisciplina que es la etnoarqueología, que hoy día está de moda pero cuando nosotros empezamos no era bien mirado.

Además empecé a ver que, si estaba estudiando un territorio, tenía que conocer cómo era ese territorio. Una de las cosas que era tan importantes para la gente, por ejemplo en el caso de los los pastores, era las plantas, entonces empezamos a hacer etnobotánica. Después lo mismo ocurrió con la fauna, con la etnozoología.

La profesora Victoria Castro concluyó su carrera de Filosofía con una pedagogía. “A fines de los años 70, con una historia en otro costal de por medio, logré hacer mi práctica profesional docente en un deprimido Liceo Manuel de Salas, muy intervenido”, cuenta.

Premio Amanda Labarca

Respecto a la condecoración, la profesora Faride Zeran, Vicerrectora de Extensión y Comunicación y anterior acreedora de este premio destaca que “el otorgamiento por unanimidad de la medalla Amanda Labarca a la profesora Victoria Castro distingue no solo una brillante trayectoria académica de más de cuatro décadas en la Universidad de Chile, sino su valioso aporte en los estudios etnoarqueológicos y de etnociencia que permitió por ejemplo reconocer e integrar el conocimiento de saberes ancestrales en la construcción de la historia indígena desde tiempos precolombinos hasta hoy”.

“La figura de Victoria Castro encarna además la impronta de nuestra Amanda Labarca en su compromiso por una Universidad capaz de pensar e interactuar en la construcción de un país con mayor espesor y diversidad cultural”, agrega la Vicerrectora.

Al respecto, la profesora Victoria Castro destaca la figura de Amanda Labarca y su desempeño “en una época donde las mujeres prácticamente no tenían figuración ni posibilidades en la Universidad. Ella se atrevió y es un símbolo de la aspiración que tienen las mujeres de enaltecerse a través de un quehacer que amen”.

El Director Académico de la Facultad de Ciencias Sociales, profesor Sergio Flores, planteó que como unidad académica que postuló a la profesora a esta condecoración, “estamos interesados en reconocer su obra. El año pasado fue la primera oportunidad en la postulación que hicimos de ella para el Premio Nacional de Historia 2014. Quisimos aprovechar también esta oportunidad en virtud de la trayectoria que ella tiene, como el número de tesistas dirigidos (70 de pregrado, 12 de postgrado). Dentro de los nombres de los que han sido sus alumnos puede verse a actuales profesores en plena carrera académica”.

En tanto el director de Investigación de la Facultad de Ciencias Sociales y alumno de la profesora Castro, César Méndez, destacó que la Premio Amanda Labarca 2014 "es pionera en investigaciones han tratado de vincular aspectos de las ciencias humanas con las ciencias naturales. En ese sentido ella ha buscado desentrañar y entender en los grupos indígenas del norte observan y conciben algunas de sus visiones de mundo con respecto a la naturaleza; en ese sentido la etnobotánica y otras líneas que tienen que ver con la forma cómo las poblaciones organizan su conocimiento de la naturaleza han sido un aporte fundamental de ella”.

“En el área de arqueología es la más prolífica formadora de generaciones de arqueólogos. Está desde los inicios de la carrera en la Universidad de Chile y hasta en la actualidad sigue dictando cursos. Es una formadora directa de sus investigadores”, destacó además el académico.

Reforma educacional y el futuro de la Universidad de Chile

“Creo que no estamos muy bien porque es muy claro el tema: la educación se fue al suelo con la dictadura, eso no lo puede negar nadie. Entonces hoy hay que hacer tanto por tantos frentes que me desespera que haya que estirar tanto la malla para que quepan los inconformistas de siempre, los que tienen intereses creados, los que no les interesa la educación pública, porque pueden pagar una buena educación”, plantea la profesora Castro.

Respecto a la Universidad de Chile, “su alma mater”, plantea que “debe buscar un equilibrio entre los indicadores de la producción científica y las relaciones con su entorno a partir de la valoración de la extensión universitaria. Es muy importante tener la capacidad de ser generosos con ese saber. La extensión educa al pueblo y nosotros lo que necesitamos es educar a la gente común, a eso llamo el pueblo”, plantea.

El Premio Amanda Labarca será entregado en una ceremonia que se realizará la primera semana de marzo de este año en la Casa Central de la Universidad. En ella Castro recibirá una medalla de plata que en el anverso lleva la efigie de Amanda Labarca con la leyenda circundante "Condecoración al Mérito Amanda Labarca" y, por el reverso, el distintivo de la Universidad de Chile.

La comunidad universitaria puede postular a académicas para recibir este premio, mediante las Facultades e Institutos de la Universidad de Chile, así como por organizaciones femeninas de carácter universitario. Los antecedentes deben ser enviados a la Dirección General Académica y Estudiantil.