“Tenemos que trabajar para que estar aquí no sea más un privilegio sino únicamente la consecuencia del mérito que surge del talento y el esfuerzo, y que el acceso a la salud de calidad no sea un privilegio que se base fundamentalmente en las posibilidades económicas”. Este fue el mensaje del decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dr. Manuel Kukuljan, en su discurso durante la graduación de los 215 nuevos médicos de la Casa de Bello.
El decano Kukuljan convocó a los nuevos profesionales de la salud a contribuir “a que nuestro país sea mejor, tenga una mejor educación, y una mejor salud, de calidad y accesible para todos” como parte de la responsabilidad adquirida tras haber tenido el privilegio de haber estudiado medicina en la Universidad de Chile.
La actividad, realizada el sábado 5 de marzo en el Teatro Municipal de Santiago, fue amenizada con tres escenas de la obra teatral “El Quiebrespejos” y otros cuentos”, presentación que se ha convertido en una tradición para los estudiantes de la Facultad de Medicina desde abril de 1974.
Tras leer el juramento hipocrático junto a los nuevos médicos, el Rector de la Universidad Ennio Vivaldi, se refirió a la herencia que recae sobre todo profesional titulado en nuestra Casa de Estudios. “Es imposible entender a Chile sin la Universidad de Chile, ya que esta institución fue creada para construir el país”, destacó el Rector, recordando el rol de la facultad de Medicina y sus académicos en la erradicación de la malaria o en la generación del Servicio Nacional de Salud.
Además, la máxima autoridad de la Casa de Bello sostuvo que los nuevos profesionales deben hacer suyo el compromiso de aportar al desarrollo económico, social y cultural del país, asegurando que el paso por las aulas de la Universidad les entrega un sello y un prestigio que les acompañará siempre, pero también una responsabilidad con la ciudadanía.
En su mensaje a los titulados, el director de la Escuela de Medicina, Dr. Esteban Cortés, enfatizó en la importancia del componente ético en la práctica cotidiana de los nuevos profesionales. “Recuerden que antes de ser médicos son personas. Ser médico no es sólo saber mucho de medicina, lo más importante es tratar bien a nuestros pacientes” aseguró, al tiempo que expresó su confianza en que los nuevos titulados se desempeñarán en forma óptima en sus diferentes labores.
El año pasado, esta generación alcanzó el mejor resultado obtenido por la Universidad de Chile en el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom), con un promedio de 72.90, aprobando el 100 por ciento de quienes participaron de la prueba. El Dr. Esteban Cortés aseguró que este logro se debió tanto al seguimiento realizado a los procesos de aprendizaje de los estudiantes, como a la motivación de los jóvenes para dar lo mejor de si.
Un día de celebración y reflexión
Carlos Ponce fue el encargado de representar a la generación 2015 en la ceremonia de titulación, con un discurso en el que combinó la alegría por el ciclo que se cerró y la reflexión que acompaña la decisión de definir el camino que habrán de tomar los nuevos médicos graduados.
Así, en su discurso Ponce recordó las razones que los impulsaron a estudiar la carrera de Medicina, el apoyo constante de sus familias, y el rol que cumplieron los académicos y los funcionarios a lo largo de sus siete años de estudios, instando a sus compañeros a recordar esta etapa de sus vidas.
Junto con ello, el joven médico aseguró que están llamados a ser agentes de cambio en los distintos lugares en los que se desempeñen profesionalmente. “Debido al sello que nos genera haber salido de la principal universidad pública del país, no podemos ser ajenos a la problemática de la salud pública”, remarcó.