El estudiante de Ingeniería Comercial Andrés Ducasse, representó a Chile en vela 470 junto a su hermano Francisco en los Juegos Olímpicos de Río 2016, siendo uno de los 42 deportistas nacionales que participan de estas olimpiadas. Tras su participación, Andrés y Francisco quedaron en lugar 24 de las 26 duplas.
El deportista de 24 años aprendió a navegar desde niño a través de su papá, aficionado a esta disciplina. “A los 10 años me bajó el deseo de querer competir y mi papá me llevó a Viña a un campeonato. Me fue muy bien y me gustó este deporte. Me empecé a entusiasmar”, cuenta sobre sus inicios.
Su aprendizaje continuó durante los fines de semana en Algarrobo y a él –el primogénito– se sumaron poco a poco sus seis hermanos. “Se metieron en la escuela del Club de Yates de Algarrobo y así el deporte que era mío al principio se transformó en un deporte familiar”, recuerda.
La primera competencia internacional llegó a los 13 años. “En realidad siempre fui promedio. Muy bueno acá en Chile pero internacionalmente no me iba tan bien cuando era chico”. Hasta que en 2010, con 18 años, dio el gran salto al ganar medalla de plata en los Juegos Odesur en Medellín, Colombia.
Al año siguiente, y gracias a este logro, ingresó a estudiar Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile a través del Ingreso Especial para deportistas destacados. En 2014 se quedó con el cuarto lugar en Juegos Odesur de Santiago y en 2015 fue medallista de bronce en los Panamericanos de Toronto en sunfish abierto. Sobre esta última, reconoce que “ganar esta medalla fue lo que me motivó para seguir a Río”.
“El sunfish es individual, no es una categoría olímpica. Lo que mejor se adecua a mi físico y al de mi hermano es el 470. Hace un año que navegamos juntos con Francisco. El 470 es muy rápido, entonces hay una combinación de estrategia y velocidad bien importante. Es más completo el 470 que el sunfish, pero los dos son muy buenos barcos”, explica Andrés sobre la categoría en la que competirá junto a su hermano en Río.
Nueve fueron los deportistas (cuatro parejas y Matías del Solar en individual) que representaron a Chile en los Juegos Olímpicos de Río. Los hermanos Ducasse lograron clasificar en enero en un torneo en Miami.
Durante mayo, junio y julio Andrés y su hermano vivieron y entrenaron en Río de Janeiro, viajando a Chile para descansar una semana al mes. Después de las olimpiadas, Andrés Ducasse regresó a la Facultad de Economía y Negocios a finalizar sus dos ramos pendientes y a prepararse para su examen de grado. “Por la Universidad todo lo que sea. Yo les debo la vida”, cuenta al momento de dar esta entrevista, dos días antes de viajar definitivamente a competir.
Como debutantes en unos Juegos Olímpicos, ¿cuáles son las metas que se proponen?
– Hoy nuestro objetivo es estar dentro de los 10 primeros. Si lo logramos serían para nosotros unos tremendos Juegos Olímpicos, siempre pensando en Tokio 2020, que debería ser nuestro peak deportivo y ahí pelearíamos por medallas.
Si bien nuestros objetivos es quedar entre los 10 primeros, soñamos con una medalla, y en este deporte hay muchos factores que influyen. El que ganó ayer, puede salir último mañana. Entonces nosotros también soñamos con una medalla. No tendría sentido nada de esto si no soñáramos.
El sueño siempre desde niño fue estar en unos Juegos Olímpicos. Nosotros estamos viviendo un sueño. Siempre quisimos estar ahí, pero una vez que estamos ahí obviamente queremos más, no nos conformamos sólo con participar.
¿Qué significa para ti representar a Chile?
– Somos 42 deportistas y representar a Chile es un orgullo, es un sueño, pero también es una gran responsabilidad, porque llevamos nuestra bandera y hay que dejarla bien representada. Todos vimos cuando Massú y González dieron la vida por esas medallas. Nuestro sentimiento es el mismo. Nosotros vamos a dar la vida por nuestra bandera. Es un orgullo bien grande.
Un orgullo representar también, además de Chile, a la Universidad de Chile, que para mí personalmente es muy importante. Si no fuera por la Universidad de Chile yo no podría haber hecho esto. Porque por lo menos en mi casa la prioridad es el estudio y la Universidad siempre me ha dado todas las facilidades para poder dedicarme al deporte y estudiar, así que yo le debo prácticamente mi vida. Para mí es un orgullo, ojalá poder representarla de la mejor manera posible.
¿Cómo compatibilizabas los estudios con el deporte?
– Hace un año que congelé porque en este deporte lamentablemente hay que viajar mucho, como en el tenis. Hay un circuito donde vas de país en país con tu barco. Para meterte en el circuito y ser profesional y competir de igual a igual en los Juegos Olímpicos contra cualquiera hay que ser profesional y solamente hay que hacer eso. Me era imposible a mí en este último año combinar los estudios con el deporte, pero solamente este último año, el de preparación para los Juegos Olímpicos. En los años anteriores, con Juegos Panamericanos y lo anterior, en la Facultad de Economía por lo menos siempre me dieron todas las facilidades. El coordinador de deportes y también todos mis profesores siempre fueron un siete. La verdad siempre fue muy fácil entrenar, competir y también compatibilizar con los estudios.
¿Qué se viene después de Río?
– Me faltan dos ramos que los voy a hacer este semestre cuando vuelva de los Juegos. Además me falta el examen de grado. Me falta eso solamente para ser ingeniero comercial.
El próximo semestre me toca hacer una pausa en el deporte, porque en los últimos años no he parado. Entonces me toca unos meses de descanso pero la idea es eso, volver, estudiar, quizás el primer mes no navegar pero después seguir combinando entrenamiento con los estudios, en marzo de 2017 hacer mi examen de grado y después seguir navegando.
Eso que decían de que era imposible estudiar y dedicarse al alto rendimiento, es mentira. Depende mucho de cuántas facilidades te da la universidad, pero por lo menos en mi experiencia eso se puede. Se puede ser deportista y estudiar. En mi caso me atrasé un año, pero sólo porque congelé el último año. Ahora hay que esforzarse eso sí, hay que estudiar.
¿Cómo ha sido tu rutina y preparación el último tiempo?
– Hace un año que no navegamos en Chile. Nos la hemos pasado viajando, haciendo giras por Europa, por Estados Unidos y desde mayo estamos viviendo en Río: yendo tres semanas a Río y volvemos una semana a Chile. Cuando estamos allá el entrenamiento es bien intenso. Entrenamos casi todos los días. De los 21 días que estamos, navegamos 19. A eso hay que sumarle obviamente el trabajo de gimnasio y preparación física que se hace todos los días. Cuando estamos aquí en Chile no navegamos, hacemos sólo preparación física y exámenes.