Entender la presencia de discriminación racial en el país, identificar su reproducción en la cotidianeidad de las relaciones sociales, y construir espacios libres de discriminación entre los escolares, son los ejes principales de la intervención “Contra el racismo nos educamos”, que este 2017 se sumó a la programación de la Semana de la Educación Artística (SEA) “Curiosidad para crear”.
La iniciativa, financiada por la U. de Chile a través del Fondo Valentín Letelier 2015, fue impulsada por las investigadoras de la Facultad de Ciencias Sociales, María Emilia Tijoux y Constanza Ambiado, junto a un equipo de trabajo interdisciplinario especializado en sociología, historia, filosofía y artes visuales. Además, en agosto de 2016 inició un recorrido por colegios de alta población migrante en Santiago, donde también se llevaron a cabo mediaciones dirigidas a la comunidad escolar para profundizar los temas abordados durante la exposición.
Para Constanza Ambiado, coordinadora de la muestra, “este proyecto se inició con la preocupación de transmitir conocimiento académico hacia la sociedad civil, donde existe una realidad social bastante cruda respecto a la inmigración. Es importante socializar aquellas conclusiones de la investigación, sobre la convicción de que hay racismo en Chile y debemos hacer algo al respecto. La exposición invita a visualizar aquello concebido como normal en la casa, calle o escuela, pero puesto como un problema social. El camino debe proponer nuevas formas de educar, pues el cambio verdadero se produce desde los más jóvenes, para que reflexionen que no existen grandes diferencias entre personas de distintas procedencias y así construir una sociedad libre de violencia racial”.
En tanto, el coordinador Ejecutivo del Programa PACE - U. de Chile, Fabián Retamal, señaló que “desde el año pasado se inició una alianza con la Dirección de Creación Artística para participar en las actividades de la SEA, donde hemos tenido gran éxito. Esta es una instancia única para que la Universidad pueda observar a comunidades ubicadas en periferias geográficas y culturales, donde las políticas públicas no logran materializarse de buena manera. Sin duda, la promoción del debate enriquece a la institución, pues ésta debe vincularse permanentemente con discursos de su entorno y así construir una visión mucho más plural sobre lo que habita en los márgenes de la sociedad”.
Educación multicultural
La Escuela Profesora Gladys Valenzuela es uno de los establecimientos escolares con mayor índice de estudiantes inmigrantes en Santiago. En sus salas de clases destacan niños y niñas provenientes principalmente de países latinoamericanos, como Colombia, Haití, Perú y Ecuador, por lo que sus directivos se han enfocado en promover una enseñanza multicultural e inclusiva para todos.
De acuerdo al Sociólogo del Colegio, Lino Gualter, “aquí el problema de la inclusión no existe realmente, pues la relación entre los compañeros inmigrantes es como la de cualquier joven de la comuna. En este ámbito, la intervención es muy relevante ya que entre nuestros objetivos buscamos hablar sobre el racismo desde una mirada cuestionadora. Las metodologías de los profesores fomentan valores como tolerancia y aceptación, dentro de un proceso de interculturalidad permanente, así que esperamos que estas iniciativas sigan invitando a más liceos del país”.
En cuanto al testimonio de estudiantes inmigrantes, destaca la adolescente haitiana Shakira Jean, quien cursa segundo medio y llegó a Chile hace seis meses. “Ha sido un proceso muy difícil, pues tuve que dejar a familia, compañeros y amigos. Estoy bien aquí pero he visto discriminación en otros, lo que me parece muy mal porque yo soy extranjera y no me gustaría vivirlo. Esta exposición señala que todos somos iguales, así que todos tenemos los mismos derechos como humanos”, destacó la estudiante.
Asimismo, la joven colombiana Nathali Villa, relató que llegó al país hace tres meses junto su mi familia, "y la experiencia no fue buena en un principio, pues en la frontera nos discriminaron. Siempre se habla de la diferencia en el color, el pelo o la forma de hablar, pero por ser de otro país no creo que me tenga que disminuir. Así que la muestra es muy buena, porque debemos entender que todos somos iguales y si estamos acá es porque buscamos un buen futuro; no creo que a la gente que discrimina le gustaría vivir lo mismo en otro país”.