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U. de Chile impulsa campaña para sobrellevar los problemas de inseguridad alimentaria en el país

UCH lanza campaña que aborda la inseguridad alimentaria en el país
Actualmente, una persona sufre inseguridad alimentaria cuando no tiene acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias.
Actualmente, una persona sufre inseguridad alimentaria cuando no tiene acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias.
Cecilia Albala, profesora del INTA y líder del grupo académico que desarrolló la campaña.
Cecilia Albala, profesora del INTA y líder del grupo académico que desarrolló la campaña.
Angélica Reyes, académica del INTA.
Angélica Reyes, académica del INTA.
El vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Chile, Flavio Salazar.
El vicerrector de Investigación y Desarrollo de la U. de Chile, Flavio Salazar.
Juan Pablo Henríquez (a la izquierda), participa en ollas comunes y comedores comunitarios en Alto Hospicio, una de las comunas en cuarentena total fuera de la Región Metropolitana.
Juan Pablo Henríquez (a la izquierda), participa en ollas comunes y comedores comunitarios en Alto Hospicio, una de las comunas en cuarentena total fuera de la Región Metropolitana.
Con una buena alimentación, se aumentan las probabilidades de tener un sistema inmune que responda ante las agresiones del ambiente como los virus.
Con una buena alimentación, se aumentan las probabilidades de tener un sistema inmune que responda ante las agresiones del ambiente como los virus.

La última Encuesta de Ocupación y Desocupación realizada por la Casa de Bello, reveló que el Gran Santiago ha alcanzado una tasa de desempleo de 15,6 por ciento debido a la crisis sanitaria y económica. Además, las predicciones del último informe realizado por la CEPAL señalan que la pobreza en Chile aumentará en un 2,1 por ciento. Estos dos fenómenos producen inseguridad alimentaria, pues la población no puede salir de su casa a trabajar y no tiene dinero suficiente para comprar alimentación óptima.

Frente a esta realidad, se inició la campaña “Aquí comemos todos y todas” con el objetivo de entregar recomendaciones mediante guías prácticas y material audiovisual sobre inocuidad alimentaria en cocinas comunitarias u ollas comunes; recomendaciones nutricionales para el uso adecuado de alimentos; y cultivos en el hogar o espacios comunes. La iniciativa forma parte del trabajo de la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), junto al Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile.

Actualmente, una persona sufre inseguridad alimentaria cuando no tiene acceso físico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimenticias, además de sus preferencias a fin de llevar una vida sana. Esto se ha visto reflejado en los sectores más vulnerables, por lo que se han levantado ollas comunes o comedores populares en diversas comunidades.

La profesora del INTA y líder del grupo académico que desarrolló la campaña, Cecilia Albala, explicó que el objetivo es entregarle información accesible a una gran cantidad de personas que están en una situación vulnerable. “Buscamos dar herramientas mínimas para que la alimentación sea segura, ya que en este contexto los alimentos están más expuestos a problemas de contaminación. Luego, considerando la vulnerabilidad, entregamos indicaciones generales de alimentación para la población y cómo utilizar los alimentos más comunes y qué es lo óptimo de hacer con ellos”, detalló.

Por su parte, la académica del INTA, Angélica Reyes, se refirió al rol de la academia en su vinculación con el medio. “Desde la Universidad de Chile nos corresponde estar donde la comunidad nos necesita, ya que es parte de nuestra labor. Tenemos que saber identificar dónde existen los problemas y actuar. En el INTA creemos que es fundamental apoyar desde el aspecto nutricional y quisimos aportar con nuestro conocimiento”, agregó. 

En la misma línea, el vicerrector de la VID, Flavio Salazar, valoró el trabajo multidisciplinario de la Casa de Bello y cómo cada área ha buscado ser un aporte y una solución en esta crisis. “Esta pandemia no sólo tiene un impacto desde el punto de vista médico por los daños que puede producir un virus, sino también incorpora varias otras aristas que requieren miradas transdisciplinarias para abordar de manera integral. Los esfuerzos institucionales en salud mental, epidemiología, modelamiento matemático y alimentación de la población, son fundamentales en esta crisis”, enfatizó.

Ollas comunes: una realidad invisibilizada

Por medio de la autogestión ciudadana y en un intento de apoyar a la gente que está pasando hambre o sufriendo inseguridad alimentaria, las ollas comunes han sido una de las alternativas a las que más acude la población vulnerable para recibir alimentos. Alto Hospicio es una de las comunas fuera de la Región Metropolitana que se encuentra en cuarentena total. Juan Pablo Henríquez Mery es profesor del Colegio Nirvana y junto a la Brigada de la Dignidad, ha participado como voluntario en campamentos del sector.

Juan Pablo explica que las condiciones de higiene que se viven en el lugar son mínimas, siendo una de las labores en las que se ha enfocado. “Existe una realidad súper cruda que las autoridades no conocen. La gente está cocinando con leña, en algunos comedores no tienen acceso al agua y manipulan alimentos sin cumplir estándares de higiene. No se deben agudizar los problemas de esta pandemia con intoxicaciones colectivas, por lo que estas recomendaciones serán de gran utilidad”, indicó.

La académica Reyes detalla que la idea de esta campaña es entregar conocimientos básicos a la gente que, debido a la contingencia, se alimenta colectivamente en estos espacios. “Se deben evitar otro tipo de enfermedades que pueden ser potencialmente transmitidas por los alimentos. Buscamos entregar consejos sobre cómo se manipulan los alimentos, cómo debe actuar la gente que va a manipularlos, su estado de salud y los elementos de protección personal, entre otros. Hay ciertas cosas que deben conocer para asegurar que el alimento que van a ir a retirar las personas no los va a enfermar. Esa es la necesidad que vimos, por lo que nuestro conocimiento está para servir y apoyar en ese aspecto”, explicó.

La nutrición y la actividad física son elementos claves en el estilo de vida que se relacionan fuertemente con la salud. La profesora Albala agregó que con una buena alimentación se aumentan las probabilidades de tener un sistema inmune que responda ante las agresiones del ambiente como los virus. “Cuando la población presenta problemas de malnutrición, estas personas tienen mucho mayor vulnerabilidad a distintos tipos de enfermedades, como se ha visto ahora con el Covid-19. Por ello, mientras exista mejor preparación en términos nutricionales y de actividad física para el futuro, estas infecciones podrán enfrentarse efectivamente”, concluyó.