Conferencia FCFM analiza las medidas socioeconómicas tomadas en Chile durante la pandemia

Conferencia FCFM analiza las medidas socioeconómicas tomadas en Chile
Los expertos Ignacia Fernández y Manuel Agosin concordaron en que las medidas de apoyo deben ser universales y no tan sectorizadas.
Los expertos Ignacia Fernández y Manuel Agosin concordaron en que las medidas de apoyo deben ser universales y no tan sectorizadas.
La directora de Rimisp recalcó la importancia de tomar en cuenta la opinión de los gobiernos locales en las próximas medidas que se adopten.
La directora de Rimisp recalcó la importancia de tomar en cuenta la opinión de los gobiernos locales en las próximas medidas que se adopten.
El Prof. Agosin señaló que la falta de identificación del grupo de trabajadores informales ha impedido tomar medidas certeras.
El Prof. Agosin señaló que la falta de identificación del grupo de trabajadores informales ha impedido tomar medidas certeras.

Un amplio análisis sobre las medidas socioecónomicas tomadas en pandemia realizaron los panelistas, Ignacia Fernández, doctora en Sociología, especialista en política social, descentralización y desarrollo territorial; y Manuel Agosín, doctor en Economía, especialista en economía internacional, macroeconomía y desarrollo económico y exdecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, en la décima conferencia abierta de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, denominada "Medidas socioeconómicas en pandemia: ¿Chile ha tomado buenas decisiones?".

Mientras en materia de asistencia de salud, coincidieron en que las inversiones fiscales y las acciones fueron oportunas, a juicio de la especialista en políticas públicas y el experto en economía opinaron que no hubo un plan de acción que fuera de la mano con la compleja situación social de nuestro país, donde una amplia mayoría no puede cumplir con el confinamiento.

Según Ignacia Fernández, se reveló una vez más que en Chile "no hay un Estado que nos proteja (...) Es necesario generar un giro para afrontar futuras crisis, donde el peso de éstas esté puesto en el Estado y no en las personas".

"En esta emergencia sanitaria se observa una falta de comprensión de que la situación era más compleja (...) no se consideró la protección a los quiebres de ingresos y la desigualdad territorial, entre otras brechas sociales", agregó la también directora ejecutiva del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp).

Asimismo, señaló que se detecta una falta de estudios más específicos de la realidad del país. No obstante, destacó el rol que han jugado los gobiernos locales y municipales, quienes conocen de cerca las particularidades territoriales de su gente. "Han sido los actores con más visión", comentó.

En tanto, el economista Manuel Agosin analizó todas las medidas implementadas hasta ahora, en la dimensión sanitaria, empresarial y social, profundizando en aquellas en la que diagnosticó grandes falencias, tales como el conjunto de medidas para atender la seguridad alimentaria y quiebre de ingresos familiares.

A su juicio, debieron tomarse medidas universales y facilitar el confinamiento, a través de un plan de deposito directo de dinero a un segmento  de la población,  determinada por un techo de ingresos. Según el experto, el sistema de cajas con alimentos y bienes de aseo fueron medidas populistas, pero sin ninguna consideración de eficacia. "Es imposible asegurar un plan de apoyo de entrega efectiva simultánea semanal, como debería haber sido. Todo indica que era más lógico depositar un monto directo a las familias, según el número que componen", comentó, junto con relevar el retraso de estas medidas frente a la urgencia.

También se refirió a la medida recientemente aprobada del retiro del 10% de los fondos de pensiones. A su parecer, el proyecto no es una solución, pues -insistió- en que brindará principalmente una ayuda los más ricos del país, denominándola como una medida populista de los políticos para congraciarse con los votantes. En este punto, además, hizo incapié en que este tipo de apoyos tampoco ayuda a un segmento importante de la población, que son las personas que se dedican a actividades informales. "Hay un escaso reconocimiento de ese porcentaje alto de la población que no puede hacer confinamiento y que además se dedica a actividades informales. Esa fuerza de trabajo es del orden del 30 al 40%, pero realmente no está identificada", comentó.