Con el objetivo de mejorar las políticas públicas en el ámbito científico y tecnológico, además de conocer los avances del ecosistema innovador, este 2021 el Ministerio de Ciencia evaluó los resultados de las 23 Oficinas de Transferencia y Licenciamiento (OTL) del país. El estudio destacó a la U. de Chile con la mejor calificación a nivel nacional, ratificando su liderazgo entre las universidades nacionales.
Durante la última década, las universidades han logrado posicionarse como la principal fuente de conocimiento en Chile. Desde 2015, la Casa de Bello ha impulsado diversas políticas institucionales para fortalecer innovaciones, emprendimientos tecnológicos y transferencia de innovaciones, con la misión de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, junto con avanzar hacia el desarrollo sostenible y equilibrado de la sociedad.
De acuerdo con el director de Innovación de la VID, Carlos Saffie, los avances obtenidos hasta la fecha son parte del rol público de la institución. “Hemos consolidado una estrategia que asume las bondades, pero también las restricciones que tenemos como dirección, Universidad y país. A su vez, nos hemos enfocado en agilizar los procesos y consolidar portafolios sofisticando su análisis, además de concentrar nuestros esfuerzos en tecnologías de alto potencial que puedan ser competitivas nacional e internacionalmente. Gracias a ello, y al enorme compromiso del equipo, llevamos tres años en posiciones de vanguardia”, comentó.
El informe evaluativo del Ministerio de Ciencia demuestra los resultados e impactos positivos obtenidos por la OTL U. de Chile durante los últimos años. Los principales avances se dieron por el desarrollo de políticas, normativas, autonomía operativa, generación de Propiedad Intelectual, composición del equipo, volumen de proyectos de I+D básica y aplicada, transferencias tecnológicas, y la articulación con el sector empresarial, la sociedad civil y el gobierno.
Sandra Díaz, es la socia fundadora de la consultora Ematris que lideró la realización del estudio. La especialista señala que “el sistema de licenciamiento es relativamente nuevo en Chile, pues no tiene más de 10 años y es por eso que debemos conocer su estado actual para avanzar en políticas públicas acordes a los desafíos de I+D. En lo que respecta a la U. de Chile, ha sido uno de los ecosistemas que ha podido avanzar más rápido en el país, marcando tendencia en temas de licenciamiento, por lo que mi opinión es positiva en cuanto a su evaluación”.
Limites de la innovación en el futuro
Para que Chile se convierta en un país desarrollado, el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo (CNID) exige priorizar una estrategia que cuente con una estructura y financiamiento adecuado para potenciar estos temas. Si bien esta situación ha sido reafirmada por la pandemia, el presidente Sebastián Piñera anunció la reducción presupuestaria de un 9,2% con respecto a 2020 en esta materia, siendo la menor inversión desde 2007 y significando un retroceso de siete años de acuerdo con la comunidad científica nacional.
El ejecutivo de Transferencia Tecnológica de la VID, Francisco Navarro, destacó la importancia de redefinir las prioridades nacionales y potenciar el trabajo de las instituciones de educación superior. “Toda la información generada por las universidades debe ver la luz y ayudar al país. Para que eso suceda de forma segura y no sea replicada por otros sin consentimiento, es necesario que se tomen medidas de protección, como las patentes y las licencias. Es decir, se debe generar transferencia tecnológica que permita que las investigaciones beneficien a la sociedad”, destacó.
Por su parte, la coordinadora de Propiedad Intelectual de la Unidad Legal & PI de la VID, Myriam Fuentes, señaló que “como universidad pública, nuestro aporte a la sociedad debe ir de la mano dde un cambio cultural en relación a la importancia de la PI, tanto en la formación de los estudiantes, como en los académicos e investigadores. Hemos logrado grandes avances hasta ahora, pero siempre se puede más, ya que no nos interesan solo los números, sino que más bien los contenidos”.
Sobre los nuevos desafíos, la Dirección de Innovación avanzará en la creación y fomento de políticas universitarias en esta materia, para generar impacto social y económico a partir de la transferencia de tecnologías, la solicitud de patentes y la protección de invenciones formuladas por académicos de diversas disciplinas.