El jueves pasado la Vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Sonia Pérez Tello, en el marco del Foro Chile- Italia, participó de la mesa redonda sobre el impacto del covid-19 en las universidades chilenas. La delegación de nuestra universidad está encabazada por el Rector Ennio Vivaldi.
Este evento es una instancia estratégica de colaboración en las que participan la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica y la Universidad de Concepción. La iniciativa une a diversas instituciones de educación superior y de investigación de ambos países y cuenta con el apoyo de sus respectivas embajadas.
Durante su alocución, la autoridad de la casa de Bello, profundizó en la Misión Pública de las universidades. “Con el impacto de la pandemia hemos comprendido que el territorio no está afuera sino dentro de la universidad. Ha quedado más claro que antes que lo que queremos lograr en la sociedad (el conocimiento, el desarrollo) tenemos que lograrlo también dentro, en nuestra comunidad”, sostuvo la vicerrectora.
En la oportunidad, además de la Vicerrectora, también participó Donatella Strangio de la Universita della Sapienza; Pedro Bouchon, de la Pontificia Universidad Católica de Chile; y Luca Fumagalli, representante del Politecnico di Milano.
La profesora Pérez Tello explicó que “la situación de Chile ante el virus no presenta los mismos desafíos que en otros países, pues no es un problema exclusivamente sanitario. Se requiere una plataforma de estrategias integradas a nivel social y económico que garantice la supresión de las desigualdades en la exposición a la amenaza sanitaria, que distribuya equitativamente las herramientas de prevención y protección y que sea garante de los derechos humanos”.
En este sentido manifestó que “la pandemia vino a mostrar que, lo que antes era un problema educativo hoy se vuelve un problema de bienestar y calidad de vida, y lo que antes era un problema que importaba al área de investigación hoy requiere ser comprendido desde el servicio a la sociedad. Somos una dinámica, la sangre del sistema, el aceite del engranaje; la universidad es hoy la circulación del conocimiento y no solo el conocimiento mismo”.
Además recalcó que “nuestras universidades tienen la histórica oportunidad de formas generaciones más inclusivas, cuidadosas, resilientes, en definitiva conscientes social y ambientalmente.Y eso no se hará solo modernizando nuestra forma de enseñar o trabajar. Necesitamos poner a disposición nuestro espacio físico y de relaciones para que las nuevas generaciones tengan una relación distinta entre ellos, nuestros territorios y el conocimiento y el bienestar biológico, emocional, psicológico y social como un bien común”.
Al finalizar sus palabras indicó que “nuestras funciones son ahora también: brindar protección insertos en una red, generar campos de conocimiento distintos que permitan enfrentar problemas más complejos; estudiar y comprender lo que sucede en la nueva sociedad”.