Una de las dificultades más recurrentes de las equipos directivos y de coordinación de los establecimientos educacionales es la ausencia de metodologías para identificar las posibilidades de mejora y darse el espacio dentro del quehacer cotidiano para implementarlas ¿cómo abordar las problemáticas como oportunidades para, en conjunto y mediante un trabajo colaborativo, generar soluciones sostenibles? esta pregunta fue la base del proceso de acompañamiento que el área de Desarrollo de Habilidades Docentes del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE UCH) comenzó a implementar en conjunto con el equipo directivo del Liceo Gabriela Mistral de Independencia.
“Impulsar una CAP no es tarea fácil”, comenta Claudia Díaz, coordinadora de procesos pedagógicos del PACE UCH, “requiere del compromiso de un grupo de personas que se proponen abordar un problema y establecer soluciones innovadoras de manera horizontal, integrando la diversidad de experiencias que cada uno trae”. En concreto, una Comunidad de Aprendizaje Profesional -CAP- es una instancia de articulación y aprendizaje para abordar temáticas específicas, en las que se discute, comparte y genera conocimiento colectivo.
“A partir de una solicitud concreta que nos hizo el establecimiento propusimos un programa de acompañamiento para la creación de una Comunidad de Aprendizaje con foco en los equipos directivos y las coordinaciones pedagógicas; así, a través de una metodología colaborativa, co-diseñamos una forma de trabajo que permitiera al liceo implementar una comunidad horizontal para abordar un problema y establecer soluciones innovadoras para las coordinaciones de área” agrega Claudia Díaz.
Uno de los principales problemas que preocupaba al equipo de coordinación del liceo era la poca participación de los y las estudiantes en las clases virtuales; con este desafío la Comunidad de Aprendizaje fue en cada una de las sesiones abordando la raíz del problema, sus causas, efectos y posibles soluciones; y a su vez, ir sentando las bases de un trabajo colectivo, como comunidad, que permitiera dar sostenibilidad al proceso mediante estrategias de registro, sistematización y evaluación de las diferentes dimensiones de una CAP, entre ellas el apoyo institucional, las condiciones materiales, la confianza del equipo, entre otras.
En total se desarrollaron cuatro sesiones, y en cada una de ellas el equipo PACE UCH fue mediando el proceso para la conformación de la CAP, abordando entre otros temas, los problemas a resolver como comunidad, los roles que cada uno desempeña, las situaciones cotidianas que enfrentan las y los docentes y las estrategias que el equipo directivo y las áreas de coordinación implementarán.
Expectativas, proceso y proyección
Para los participantes de la nueva Comunidad de Aprendizaje, las sesiones y el trabajo llevado a cabo cumplió con las expectativas con las que llegaron al inicio del proceso, principalmente con el objetivo de fortalecer el rol de las coordinaciones, como jefes de departamento, de tal manera que las capacidades instaladas se puedan desarrollar con el resto de los docentes.
“Lo que más me gustó es que fue un curso muy claro. Fuimos directamente a las experiencias de aula y a lo que nos puede servir en éstas. Entre las cosas que he podido aplicar en mis reuniones de coordinación, lo que más me ha servido es sentir que estamos integrados y definir los roles, lo que ha permitido que las personas se involucren más”, comenta Mario Lorca, profesor de matemática y coordinador del área en el establecimiento.
Para Nicole Troncoso, a cargo de la certificación ambiental del liceo, “fue fundamental contextualizar con situaciones cotidianas. Nos permitió ponernos en el sitio y trabajar los diferentes aspectos desde lo que a diario vivimos, y esto es clave para cualquier Comunidad de Aprendizaje: abordar los sucesos que cada día enfrentan los docentes”.
Fernando Jorquera, profesor de ciencias, reconoció que el desarollo de la CAP se asemeja mucho a la problematización desde su propia asignatura: “creo que esta es una metodología que tiene que ver con hacer ciencias, pues entre todos estamos tratando de resolver un problema, donde desde lo colaborativo nos escuchamos, abordamos diferentes hipótesis y las comprobamos”.
Entre las proyecciones para una segunda etapa, los y las coordinaciones reconocieron la necesidad de generar un acompañamiento presencial, profundizar en algunos aspectos como la evaluación y la posibilidad de replicar la metodología a otros docentes desde las propias coordinaciones que se han apropiado de la metodología.
Para Fabián Retamal, coordinador del Área de Enseñanza Media del Programa PACE UCH “la educación debe ir avanzando hacia lógicas más interdisciplinarias y al trabajo colaborativo, a poder ir integrando sistemáticamente espacios reflexivos sobre el quehacer docente y comprendiendo su dinamismo. Poder apoyar al liceo Gabriela Mistral en esta metodología nos llena de orgullo porque vemos cambios de perspectivas en los equipos directivos y docentes que esperamos que impacten positivamente en los procesos de enseñanza - aprendizaje con los y las estudiantes”.
“Cuando se inició la pandemia estábamos muy desarticulados y enfrentamos una situación crítica para la cual nadie estaba preparado, pero las coordinaciones comenzaron a desarollar un trabajo con las familias, los estudiantes y los docentes que hay que valorar. Por eso agredezco el apoyo y asesoramiento permanente del equipo PACE y muy especialmente a las y los coordinadores quienes han puesto una impronta muy particular en este desafío”, comentó Arturo Castro, director del Liceo Gabriela Mistral.