Última edición de 2021

Pensar y conversar el cine: cómo fue el regreso presencial del Cineclub Sala Sazié

Cómo fue el regreso presencial del Cineclub Sala Sazié
La sesión presencial del Cine Club fue organizada en colaboración con el Cineclub La Reforma.
La sesión presencial del Cine Club fue organizada en colaboración con el Cineclub La Reforma.
Tras una hora y veinticinco minutos de proyección, se dio paso a una discusión que tuvo como foco el análisis del filme "Los asesinos están entre nosotros".
Tras una hora y veinticinco minutos de proyección, se dio paso a una discusión que tuvo como foco el análisis del filme "Los asesinos están entre nosotros".
Luis Horta, coordinador de la Cineteca de la U. de Chile.
Luis Horta, coordinador de la Cineteca de la U. de Chile.
Valentina Ávila, coordinadora del Cineclub Sala Sazié.
Valentina Ávila, coordinadora del Cineclub Sala Sazié.
Simón Jofré, integrante del Cineclub La Reforma.
Simón Jofré, integrante del Cineclub La Reforma.


Una de las consecuencias de la pandemia fue la interrupción de la vida social y cultural. Tras dos años de crisis sanitaria, lentamente hemos ido recuperando el hábito de ir a conciertos de música, a obras de teatro y al cine. Porque por más que algunos entusiastas defiendan la comodidad que les otorgan las plataformas de streaming, nada se compara a sentarse en una sala oscura, frente a una pantalla gigante a compartir con desconocidos la experiencia de ver una película.

En el caso de la Cineteca de la U. de Chile, no sólo defiende el rito de ir a una sala de cine, sino también el ejercicio de reflexionar las películas en una tradición en la que fue pionera en la década del 50, cuando fundó el primer cineclub universitario del país, promoviendo tanto la conservación de los filmes, como la conversación que se generaba en torno a ellos.

Este martes 14 de diciembre y tras un largo receso presencial -que fue suplido por encuentros en formato virtual- el Cineclub Sala Sazié, de la Cineteca de la U. de Chile, regresó a Casa Central con una función con aforo reducido, donde se proyectó “Los asesinos están entre nosotros”, del director Wolfgang Staudte, primera primera películas alemana producida en 1946, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

La actividad, que contó con una participación de unos 25 asistentes- fue organizada en colaboración con el Cineclub La Reforma, otra iniciativa de discusión cinematográfica que nació en pandemia y que está formada por estudiantes de Cine y Televisión del ICEI (Instituto de la Comunicación e Imagen).

Elegimos esta película porque descubrimos que era una de las más populares en el cineclubismo chileno de los años 50, era una de las favoritas de los círculos de cinéfilos, pero luego quedó en el olvido al punto que hoy casi nadie la conoce”, comentó Simón Jofré, integrante del Cineclub La Reforma en el panel de presentación que se desarrolló antes de la función.

Luis Horta, académico del ICEI y coordinador de la Cineteca de la U. de Chile también destacó el rescate de este filme que refleja el interés de una generación que no contaba aún con escuelas de cine y que encontraba un espacio real para educarse en el cineclub.

“Esta es una generación que comienza a entender que el cine no es sólo entretención. Las películas tienen el poder de conectarnos con las realidades que representan. Comienza a haber un acercamiento con el hondo contenido humano y político de las películas y el cine cambia el estatus que tenía dentro de la Academia. Se comienza a pensar el cine y a ver ese acto reflexivo como colectivo y horizontal”, señaló Horta.

Abrir y cerrar ciclos

Tras una hora y veinticinco minutos de proyección, se dio paso a una animada discusión que tuvo como foco el análisis del filme en su contexto histórico, pero también los alcances que tiene para entender las sociedades de hoy, en torno a temas como el avance del fascismo, el deseo de justicia y la lucha contra la impunidad.

Rodada en un Berlín aún en ruinas tras la caída del régimen nazista, “Los asesinos están entre nosotros” narra una historia de amor, entre la sobreviviente de un campo de concentración y un médico alcohólico, quien está atormentado por el lugar que jugó durante la guerra y que tiene sed de venganza contra su ex superior, un capitán nazi que ordenó la muerte de cientos de personas y que vive feliz junto a su familia sin remordimientos.

“Lo que más valoro de la película es como ejemplifica la reestructuración de una sociedad que tiene que reeducarse con todas las contradicciones que eso implica y plantea que una nueva sociedad no puede crearse sin justicia. Creo que nos habla mucho del Chile de hoy que está cerrando y abriendo ciclos”, señaló Simón Jofré del Cineclub La Reforma.

Mientras que uno de los asistentes, cuestionó el final de la película por “deslizar una idea más bien utópica y “simbólica” de justicia, más que el acto de ejercerla con toda propiedad”.

Para Valentina Ávila, coordinadora del Cineclub Sala Sazié fue “emocionante y muy loco volver a reencontrarnos con el público en Casa Central. Lo extrañábamos, porque creo que nunca pudimos lograr esta experiencia de relajo en el espacio virtual”.

“Creo que es fundamental volver a promover el cineclubismo y abrir estos espacios sin fines de lucro y con películas que están totalmente fuera de los circuitos comerciales y que además nos incentivan a dialogar en torno a nuestras propias realidades sociales y políticas”, aseveró.