En la década del '70, en la ciudad finlandesa de North Karelia, un ambicioso proyecto se puso en marcha para contrarrestar la precaria situación de vida que enfrentaba su población, especialmente las personas mayores. La iniciativa fue desarrollada por la Universidad de North Karelia, institución que impulsó una política para "cambiar los estilos de vida, controlar la salud y promover el ejercicio. Fue un proyecto que, hasta el día de hoy, es modelo para todo el mundo. Esa población es la que envejece más sana, con menos gastos en salud, con una capacidad para laborar mucho más allá de los clásicos 60 años”, cuenta el médico del Hospital Clínico de la U. de Chile, Luis Berr.
Hoy el Dr. Berr está a la cabeza de un proyecto muy parecido inspirado en la exitosa experiencia finlandesa, pero que tiene su sede en una pequeña comuna chilota: Curaco de Vélez. “Esta idea nació hace tres años, cuando una misión finlandesa de la U. de North Karelia visitó Chile y se reunió con el Ministerio de Desarrollo Social. De esa visita nació un proyecto y el Ministerio nos llamó a nosotros como Universidad para que los apoyáramos”, relata.
De a poco, se fue conformando un equipo que hoy incluye al SENAMA y el proyecto terminó de cuajar cuando visitaron Chiloé. “Llegamos a la conclusión de que tenía que desarrollarse en una comunidad con población limitada, pero muy bien organizada y motivada, y que tuviera tanto población urbana como rural”, explica Berr. “El objetivo de este proyecto es estudiar si podemos cambiar los estilos de vida y la provisión de salud en una comunidad chilena, de manera que la población pueda llegar a las etapas de adultez —que hoy alcanza alrededor de 80 o 90 años— en condiciones de actividad y de no dependencia”, plantea.
“El problema más importante que tiene este país es que hemos aumentado el promedio de vida, pero estamos llegando a esas etapas en malas condiciones. Hoy es común que, a partir de los 60 años, exista dependencia, se altere el entorno familiar, se produzcan enormes gastos en salud y como cada vez nacen menos personas en el país, esto va a ser cada vez menos sustentable. El Ministerio de Salud se ha preocupado de esto, pero lo que hay son publicaciones en papel que no se aterrizan en una población. Todavía no se ha visto cómo llegar a cambiar la mente de la gente para que se cuide y envejezca sana. Ese es el modelo que nosotros queremos introducir”, agrega.
El proyecto
El Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, destaca que “el tema de envejecimiento es clave porque tiene que ver con la calidad de vida y requiere acción comunitaria, compromiso y comprensión (...) Hay una parte cognitiva, de entender el problema del envejecimiento, pero también hay una parte de disponer de la infraestructura, de los medios, para que lo que uno piensa debe ser un envejecimiento saludable pueda hacerse realidad. En nuestro proyecto Carén, ideas como el co-housing de la tercera edad y otros proyectos que tienen que ver directamente con adultos mayores son muy preferenciales”, comenta.
La meta es tan grande como la diversidad de los actores involucrados en que se cumpla. El proyecto es transdisciplinario y multifactorial, y cuenta con apoyo de diversas unidades de la Universidad, del Ejecutivo y de la sociedad civil. “Hemos invitado del Hospital a geriatras, psiquiatras, internistas, cardiólogos, a académicos de la Escuela de Salud Pública, el INTA, y también a profesores de Arquitectura para abordar el tema de la ciudad amigable. Tenemos un grupo importantísimo de profesionales de distintas áreas que estamos trabajando coordinadamente para desarrollar y aterrizar los programas específicos asociados a indicadores que están en construcción”, comenta Berr.
“Curaco de Vélez está absolutamente comprometido con todas sus organizaciones, tanto de la municipalidad (la Oficina del Adulto Mayor, el Cesfam, el servicio de salud, los funcionarios, el liceo) como las organizaciones sociales (juntas de vecinos y otras muy particulares de Chiloé). Esta es una isla donde la gente es muy solidaria, de manera que el proyecto debiera fluir de forma muy expedita”, detalla. También cuenta con el apoyo de organizaciones privadas como la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), La Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), y Salmones Antártica y RIOLAB.
Desde Finlandia, la U. de North Karelia —la cual han visitado en tres oportunidades— realiza un acompañamiento al proyecto a través de seminarios para “enseñar cómo cambiar la mentalidad de las comunidades para hacerlas más amigables con el adulto mayor” y cómo “introducir innovaciones tecnológicas para facilitar la vida y el seguimiento a las personas mayores”. De tener éxito, dice el doctor Berr, esperan que se convierta en un modelo replicable para todo el país.
El proyecto fue lanzado oficialmente a fines de octubre en Curaco de Vélez y tendrá una primera etapa de un año, aunque el equipo piensa que debe extenderse al menos por cinco años. “El proyecto piloto viene a fortalecer la intervención que queremos hacer con los adultos mayores de la comuna. Lo dijimos con mucha fuerza y entusiasmo: queremos trabajar con los adultos mayores y mejorar su calidad de vida, por eso estamos iniciando esta iniciativa”, dijo en el lanzamiento la alcaldesa de la comuna, Javiera Yáñez. Al proyecto también se sumó la U. de Los Lagos y la U. Austral. “Queremos que Curaco de Vélez se convierta en ejemplo y en polo de una política pública que esperamos que se implemente a nivel nacional”, agregó.
"Más de 800 personas mayores van a poder recibir atenciones de calidad, pero de manera complementaria van a recibir ayuda del punto de vista de mejorar la habitabilidad de sus hogares, van a tener alimentación saludable a través de la Universidad de Chile y sus instituciones, y además en el sistema de educación primario vamos a enseñar respecto a la importancia del envejecimiento, el respeto a la vejez y con ello también enseñar a envejecer con mayor calidad de vida y salud", destacó por su parte el coordinador regional de SENAMA Los Lagos, Mauricio Aroca.
En lo personal, el doctor Berr anhela que el proyecto acerque la realidad chilena a la que conoció cuando visitó Finlandia. “Es espectacular ver cómo envejece la gente: ves a personas de 90 años, con 20 grados bajo cero, caminando como si tuvieran 15 años. Con el sistema de ejercicio permanente y caminatas diarias, conservan toda la masa muscular y eso les permite tener una vida tremendamente activa. Acá en Chile a veces uno calcula la edad por la manera de caminar. Eso es lo que queremos cambiar”, concluye.