“Ingeniería innovadora para la crisis COVID en Chile”: Un cambio de paradigma para políticas públicas y emergencias de Estado

Un cambio de paradigma para políticas públicas y emergencias de Estado

“Es muy difícil celebrar un premio como éste cuando ha habido tantas pérdidas humanas durante la pandemia. Sin embargo, es inspirador y emocionante saber que las iniciativas permitieron evitar más de 2.800 muertes y que tienen muchas aplicaciones futuras, como resultado de haber puesto el foco en aterrizar la ingeniería en algo que fuera útil para nuestros compatriotas”.

Con estas palabras cerró la presentación el director del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), Leonardo Basso, quien, junto a sus colegas Marcelo Olivares, Marcel Goic, Charles Thraves y Denis Sauré, expusieron al público universitario la descripción de las distintas dimensiones abordadas por esta iniciativa, desafíos que enfrentaron, alianzas generadas con el sector público y privado, desarrollos de análisis avanzados, investigación operativa, ciencia administrativa y la generación de datos oportunos y sumamente valiosos para la toma de decisiones de políticas públicas ante la urgencia de la crisis sanitaria.

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Institucionalización de canales de comunicación entre la academia y autoridades

El encuentro comprendió, además, un conversatorio con la participación de Andrés Weintraub, Profesor Titular DII-U. de Chile y ganador del Premio Franz Edelman 1998 (obtenido junto a Rafael Epstein); Andrés Couve, exministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile y Profesor Titular de la Facultad de Medicina de la U. de Chile; y Juan Pablo Torres, pediatra, infectólogo, Doctor en Ciencias Médicas de la U. de Chile y director de innovación de la Facultad de Medicina de la misma Casa de Estudios.

Las reflexiones de los panelistas destacaron el valor que hay detrás de este reconocimiento internacional, tanto por la generación de un trabajo colaborativo y oportuno entre sectores públicos, privados y académicos, que rompió paradigmas, demostró la alta capacidad de reacción y alianza para la toma de decisiones; como también por la visibilización de las capacidades científicas del grupo de ingenieros/as que trabajan en el ISCI, demostrando estar en la frontera del conocimiento.

Andrés Couve, exministro de Ciencia, puso el acento en las condiciones donde surge esta colaboración con un impacto positivo para el país.

“Fue un esfuerzo gigantesco de mucha gente del mundo privado, público y académico. Estábamos en momentos de una crisis sanitaria aguda y, además, en el contexto de una crisis social. Teníamos que trabajar rápido y pudimos establecer una unidad de propósitos. Eso fue clave (…) Se trabajó con una noción muy renovada de qué es lo público y la interacción con el mundo privado no fue perjudicial para la actividad productiva de los sectores que se vincularon. Fue un aprendizaje beneficioso para todo el país y cada uno de los actores, en todos sus ámbitos”, destacó.

Dentro de los desafíos evidenciados para futuras crisis sanitarias o catástrofes naturales, expresó Couve, está la necesidad de institucionalizar los canales de comunicación entre el trabajo académico y los tomadores de decisiones políticas. “Hoy no tenemos bien definidas las estructuras y sistemas de comunicación para que lleguen de manera formal los informes científicos a las autoridades. En el sector público, las decisiones se tomarán igual y por eso es importante entregar información a las autoridades para resolver las políticas públicas con urgencia, colaboración y soluciones pioneras”, añadió.

Por su parte, el doctor e infectólogo Juan Pablo Torres resaltó el aporte de la ingeniería en materias sanitarias. “Fue extraordinario lo que hicimos. Debemos creernos el cuento de que resulta unir la medicina con la ingeniería. Queríamos estar a la altura para mover la aguja en las decisiones. Esta alianza generó una mirada más innovadora. Entró la transdisciplina y fue un punto de quiebre (…) Este tipo de experiencia nos cambia la capacidad de ver los números y datos hacia una mirada integradora. Finalmente nos cambia el paradigma en la salud. Éticamente no podemos abandonar esta interacción creada y debemos empezar a interactuar con nuestros estudiantes y futuros profesionales para que empiecen a mirar las soluciones desde este nuevo enfoque”, reflexionó.

En tanto, el profesor Andrés Weintraub puso en valor los años de existencia y producción científica del ISCI, relevando que la capacidad de ser innovadores en una crisis, como ocurrió en esta interacción entre salud e ingeniería, requiere “estar en conversación con las personas que están en la frontera del conocimiento, participar en reuniones con quienes saben de tu área y nosotros estamos en la frontera en el ISCI”. Asimismo, destacó que éste es el único caso del mundo donde una misma institución y país ha recibido en dos ocasiones el reconocimiento del Institute for Operations Research and the Management Sciencies (INFORMS) con el premio Franz Edelman Award.