Participación de la comunidad educativa mejora la convivencia y experiencia educativa

Participación de la comunidad educativa mejora la convivencia

Trabajo con estudiantes pero también con profesores(as) y apoderados(as), es un desafío constante para mejorar problemas de convivencia y desarrollar relaciones sociales que propicien un ambiente educativo más sano y respetuoso. Factores como estos motivaron a un equipo de estudiantes del programa de Magíster en Gestión Educacional poner en marcha el proyecto investigativo “Laboratorio Educativo Colaborativo", con el cual este año se adjudicaron un fondo investigación de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos y de la Dirección de Postgrado de la Universidad de Chile.

La iniciática pretende impactar en una comunidad educativa mediante el uso de técnicas participativas que hagan sentido en todos los actores de la comunidad educativa, como es el aprendizaje y los procesos vinculados a estos, siendo el o la estudiante el agente central de empoderamiento que asume su rol con autonomía para alcanzar su desarrollo.

Su propuesta busca ser abordada de manera grupal y participativa, considerando que el colegio elegido goza de una buena convivencia.

Sus investigadoras responsables y estudiantes del Magíster en Gestión Educacional  son Daniela Oliva Jara y Daniela Villegas Arellano, ambas son profesoras, y Laura Moreau, socióloga, además de contar con el apoyo de una psicóloga externa. Laura relata que junto a sus compañeras se propusieron trabajar en pos de fortalecer la autonomía y autoestima de estudiantes de la Escuela municipal de enseñanza básica Carlos Fernández Peña en Peñalolén, específicamente trabajan con el curso 8vo básico integrado por 33 estudiantes (mixto). 

“Al principio, hubo cierto temor al hablar temas de autoestima. Con las psicólogas hemos podido hacer actividades introductorias al respecto. En ese sentido, ha funcionado muy bien. En nuestra etapa de diagnóstico participativo, pudimos evidenciar que para sus estudiantes y apoderados(as) es una gran preocupación el hecho de dejar de verse al pasar a otra etapa dentro de la enseñanza (pasar a educación media). Ese colegio tiene muy buen ambiente de participación. Hemos trabajado con todos ellos en focus group y otras actividades de orientación y reflexión en bloques que ellos destinan (horas lectivas); a nosotras nos dieron facilidades para hacer esas actividades en dichos bloques”, describe Laura.

Han realizado diversas encuestas, focus group y talleres bajo las interrogantes “Quién soy” y “Cómo soy”. Actividades como esta les han permitido a estudiantes tener una mirada de sí mismos(as) y también plasmarlas en actividades positivas con otros(as) compañeros(as) a través de, por ejemplo, manualidades o viendo cortometrajes. Es tal el interés de estudiantes que le han preguntado a su profesora cuándo habrá nuevas actividades similares. Una de las actividades del proyecto han sido los talleres sobre "Quién soy" y "Cómo soy".

Moreau valora el rol de dicha profesora jefa, Sofía Alliende, ya que ha sido clave para poder hacer dichos encuentros que buscan relevar temas tan complejos y poco tratados en términos educativos como son la autoestima y autoconfianza.

La gestión educativa no radica solo en administrar recursos económicos y, por tanto, en una dimensión más administrativa de un establecimiento educacional, sino que también tiene que ver con “tratar temas socioemocionales que puedan afectar a su comunidad. Este tema ha sido sobre todo gravitante post pandemia”, subraya Laura.

Al respecto, Pablo López, coordinador del Magíster en Gestión Educacional de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, comenta que al incluir el aprendizaje social y emocional en su educación, “se pueden mejorar las relaciones entre los estudiantes y el profesorado, crear un mejor ambiente de aprendizaje y prepararlos(as) no solo para la universidad sino también para la vida”.

En medio de conversaciones con docentes de la escuela, las investigadoras se sorprendieron al saber que  estudiantes querían volver a las aulas. “Ellos(as)  sienten una identidad muy fuerte y sentirán un ‘duelo’ al dejar la escuela cuando egresen de enseñanza básica, porque se pueden enfrentar a otras escuelas con ambientes escolares distintos”, comenta Laura Mourau. También se han hecho focus group con docentes y otros integrantes del establecimiento educacional.

Tras sus trabajos de campo, la socióloga se ha percatado de la vital importancia que cobra el vínculo entre estudiantes, entre docentes y apoderados(as). En un focus group con apoderados(as) apareció un tema interesante: Hubo un caso de bullying contra una estudiante, donde docentes apoyaron una instancia de mediación. El padre de la alumna comunicó esta situación; los estudiantes hicieron la mediación entre estudiante que cometió bulliyng con la estudiante que lo recibió.

Según detalla Laura, él se dio cuenta que estaba causando daño en su compañera. “Le hicieron entender del problema desde la empatía. El estudiante se sintió muy afectado y ofreció disculpas a la compañera; él dijo que no tenía conciencia del impacto de sus actos. Fue muy interesante esa experiencia. Las disculpas, nos dijeron, fueron sinceras y él sintió mucha pena por ello. Los(as) estudiantes que ejercen violencia de algún tipo muchas veces lo hacen porque han sido víctimas de violencia previa. La clave es abordar el bullying desde un enfoque empático. En este caso toda la comunidad jugó un rol: padres, docentes, estudiantes involucrados e incluso el resto de los(as) compañeros(as). Fue una experiencia muy fructífera de solución a este conflicto.

Laura comenta que ya culminó la etapa de diagnóstico participativo del proyecto con las mencionadas actividades, ahora vienen talleres, porque muchas veces los conceptos de autoestima, entre otros, quedan alojados solo en teoría y no en la práctica. La psicóloga con la cual trabajan está gestionando estos talleres para aterrizar las implicancias de estos conceptos. Por otro lado, está haciendo un decálogo dirigido a apoderados(as)  para abordar la autonomía de los(as) estudiantes para que estos(as) últimos(as) puedan integrarse al nuevo liceo o establecimiento educacional donde continuarán los estudios de enseñanza media y así también poder enfrentar distintas situaciones o adversidades a futuro.

Según su equipo responsable, la idea de esta iniciativa es crecer y replicarla en otras escuelas o colegios, para ello es primordial identificar a un(a) profesor(a) que sea facilitador(a) de las instancias de encuentro.

La actividad de cierre que tienen contemplada para diciembre de este año consiste en que estudiantes dejen un producto final sobre los aprendizajes de este proyecto, como legado para la escuela y generaciones que continuarán allí sus estudios. En definitiva, que estudiantes presenten sus propios productos como obras de teatro o videos que reflejen las impresiones o experiencias vivida  que les dejaron los talleres y actividades realizadas en tanto vivencias personales.

“Muchas veces el teatro, la reflexión colectiva y la construcción de diarios murales o actividades artísticas abren la posibilidad de reflexionar introspectivamente y de tener conciencia respecto del(a) otro(a)”, concluye Laura.