Dia mundial sin alcohol

Consumo de alcohol y sueño

15 de noviembre Dia mundial sin Alcohol | Consumo de alcohol y sueño

La Organización Mundial de la Salud estableció el 15 de noviembre como el “Día Mundial sin Alcohol”, para concientizar a la población, en especial a los jóvenes, sobre las diversas consecuencias del consumo de alcohol. Con respecto a la relación entre la ingesta de alcohol y el sueño, es frecuente escuchar o leer que consumir alcohol “ayuda a dormir más rápido” o también que “afecta el sueño”. ¿Es esto cierto o falso? En este artículo se ofrece información breve para comprender la relación que existe entre alcohol y sueño.

¿Cómo afecta el consumo de bebidas alcohólicas al sueño?

Al ingerir bebidas alcohólicas, el alcohol pasa al torrente sanguíneo desde el estómago y el intestino delgado, y se metaboliza con las enzimas del hígado; pero como esto es un proceso lento, el exceso de alcohol seguirá circulando por un período importante de tiempo en el organismo. Los efectos del alcohol en las personas dependen de factores como la cantidad de alcohol ingerido y la rapidez con que se consume, de la edad, la composición corporal de la persona y la capacidad para metabolizarlo, entre otros.
Para comprender cómo afecta el alcohol al sueño, es importante saber que el sueño está organizado en dos estados (1): (a) sueño no-REM: consta de tres etapas que van de menor a mayor profundidad del sueño y (b) sueño REM: se caracteriza por la presencia de los movimientos oculares y por eso recibe ese nombre (rapid eye movement), es durante el sueño REM cuando se producen los sueños.
Durante la noche, estos estados se alternan en ciclos que se repiten varias veces. Ingerir bebidas alcohólicas impacta profundamente la arquitectura del sueño, los efectos nocivos que tiene el alcohol en el sueño se relacionan con alteraciones en la ritmicidad de los ciclos y cambios en la duración de los estados de sueño (en especial la del sueño REM), además de provocar la reducción del tiempo para quedarse dormido y el aumento del número de veces en que se despierta por la noche (2).

¿Si tengo insomnio o apnea del sueño debo preocuparme por mi consumo de alcohol?

El insomnio se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, provocando somnolencia excesiva durante el día, entre otros efectos negativos. Una persona con insomnio y que además consume alcohol, tendrá los mismos efectos en el sueño anteriormente descritos. Al ingerir alcohol se conciliará el sueño más rápidamente, pero el sueño subsiguiente será de mala calidad y consecuentemente presentará mayor somnolencia durante el día. Frecuentemente esta somnolencia se intenta disminuir usando estimulantes (como la cafeína o bebidas energéticas), teniendo como efecto la exacerbación del insomnio (3).
Por otra parte, el consumo de alcohol aumenta el riesgo de presentar apnea del sueño. La apnea del sueño se caracteriza por episodios repetidos de pausas respiratorias prolongadas durante el sueño. Estos episodios de pausas respiratorias causan micro despertares nocturnos, lo que a su vez provoca un sueño no reparador y la aparición de la somnolencia diurna excesiva. La apnea obstructiva del sueño se debe a obstrucciones físicas en la parte posterior de la garganta. En este caso, el alcohol contribuye a la aparición de la apnea del sueño al provocar que los músculos de la garganta se relajen, generando mayor resistencia durante la respiración y exacerbando los episodios de pausas respiratorias y ronquidos más fuertes (4).

¿Los adolescentes requieren especial atención?

En la adolescencia puede ocurrir el inicio del consumo de bebidas alcohólicas y el uso de otras sustancias. Es en este período de la vida también ocurren cambios sustanciales en el sueño: los adolescentes se acuestan y levantan más tarde, y prefieren realizar actividades en horarios más tardíos. Aquellos adolescentes con mayor preferencia por horarios más trasnochadores o que presentan insomnio tienen mayor probabilidad de consumir bebidas alcohólicas (3).

Comentario final

El sueño es esencial para la vida porque tiene un papel clave en el funcionamiento óptimo del cerebro y el mantenimiento de la salud. El sueño de calidad contribuye a reducir el estrés oxidativo, aumentar la eliminación de los productos de desecho metabólico del cerebro, mejorar el estado de ánimo y la función inmunitaria, facilitar la sinapsis de las neuronas y la consolidación de la memoria (5). Además, dormir menos de lo recomendado se asocia a obesidad, diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y síndrome metabólico (6).
Las investigaciones han demostrado que el abuso en el consumo de alcohol va de la mano de problemas crónicos del sueño y viceversa. Los efectos del alcohol en el ser humano varían de una persona a otra. En algunas, incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden afectar el sueño. Si se sabe que el consumo de alcohol afecta de forma importante la organización del sueño, el promover un sueño saludable y evitar los factores que pueden alterarlo, como el consumo de bebidas alcohólicas, es esencial para contribuir en el mantenimiento de la salud mental y física de los seres humanos (7).

Si se necesita de mayor información sobre la relación entre sueño y la salud humana, los siguientes enlaces serán de utilidad:


Referencias:
  1. Institute of Medicine & Committee on Sleep Medicine and Research. Sleep Physiology. Colten H, Altevogt B, editors. Sleep Disorders and Sleep Deprivation: An Unmet Public Health Problem. Washington: National Academies Press US; 2006. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK19956/
  2. Alam MN, McGinty D. Acute effects of alcohol on sleep are mediated by components of homeostatic sleep regulatory system. J Neurochem. 2017;142(5):620–3. 
  3. Colrain IM, Nicholas CL, Baker FC. Alcohol and the sleeping brain. Handb Clin Neurol. 2014;125(650):415–31. 
  4. Simou E, Britton J, Leonardi-Bee J. Alcohol and the risk of sleep apnoea: a systematic review and meta-analysis. Sleep Med. 2018;42:38–46. 
  5. Chaput JP, McHill AW, Cox RC, Broussard JL, Dutil C, da Costa BG, et al. The role of insufficient sleep and circadian misalignment in obesity. Nat Rev Endocrinol. 2023;19(2):82–97. 
  6. Killick R, Stranks L, Hoyos CM. Sleep deficiency and cardiometabolic disease. Sleep Med Clin. 2023;18(3):331–47. 
  7. Lim DC, Najafi A, Afifi L, Bassetti C LA, Buysse DJ, Han F, et al. The need to promote sleep health in public health agendas across the globe. Lancet Public Health. 2023;8(10):e820–6.