Directora de la Galería Gabriela Mistral:

Claudia Zaldívar: "Uno tiene que educar los ojos"

Claudia Zaldívar: "Uno tiene que educar los ojos"
Claudia Zaldívar es Licenciada en Teoría e Historia del Arte y Directora de la Galería Gabriela Mistral.
Claudia Zaldívar es Licenciada en Teoría e Historia del Arte y Directora de la Galería Gabriela Mistral.
Claudia Zaldívar señala: "Lo que me preocupa es que un banco le esté pasando muchos millones de pesos a un proyecto que no tiene incidencia en la historia del arte de nuestro país".
Claudia Zaldívar señala: "Lo que me preocupa es que un banco le esté pasando muchos millones de pesos a un proyecto que no tiene incidencia en la historia del arte de nuestro país".

Cuando el tema de la gestión cultural recién comenzaba a avizorarse en Chile, Claudia Zaldívar ya venía de vuelta. En 1998, año en que Claudio Di Girólamo la llamó para hacerse cargo del Área de Descentralización de la División de Cultura, la egresada de la Facultad de Artes contaba con un Master en Gestión y Políticas Culturales realizado en la Universidad de Barcelona. Como ella misma señala, "cuando volví a Chile, se estaba comenzando a abrir el tema de la gestión. Fui una de las primeras personas que estudió gestión y políticas culturales".

A pesar de que de ello han pasado casi 10 años, lo cierto es que un sector de la gestión cultural no se ve muy bien. La falta de profesionalización en la disciplina, la ignorancia en los contenidos, así como el uso de criterios más ligados a la "taquilla" que a la calidad, son los causantes de que se crea que "la gestión es sólo conseguir plata y hacer un bonito afiche, cuando lo importante es el contenido que le estás dando al programa o al proyecto y su continuidad e incidencia en el tiempo", explica Claudia Zaldívar.

"Lo que me preocupa", agrega la Directora de la Galería Gabriela Mistral, "es que un banco le esté pasando muchos millones de pesos a un proyecto que no tiene incidencia en la historia del arte en nuestro país, y que a proyectos sumamente serios, no se lo están pasando". Lo más curioso, como cuenta Claudia, es que la falta de financiamiento ha obligado a los artistas a ser excelentes autogestores culturales de su propia obra, puesto que los recursos, simplemente no suelen llegar.

¿Cuáles son los criterios que operan a la hora de obtener recursos?

Yo creo que el marketing y el taquilleo. Hay una superficialidad que es preocupante, una mentalidad muy esnobista en la gestión cultural.

¿Cómo se ve el futuro en este plano?

Lo que pasa es que si te hablo desde mi campo que son las artes visuales, toma un papel muy importante lo que es FONDART. Ahora es lamentable los pocos coleccionistas que están adquiriendo obras de artistas que están circulando internacionalmente, pero sí muchos compradores de obras de artistas ligadas al gusto y no a los contenidos. Por otro lado, tienes los espacios de arte que comúnmente no están financiando la producción de las exposiciones a los artistas, los que se ven en la obligación de hacerlo. Eso es muy fuerte porque en el fondo los creadores se han convertido en grandes gestores culturales, lo que creo que no corresponde, ya que se deberían dedicar a su obra.

Tienen que sobrevivir

Exacto y haciendo otras cosas. O sea, llega un coleccionista internacional y le gusta tu trabajo, te compra una obra, pero cuando pide otra, no hay más porque no hay tiempo para seguir produciendo. Creo que el tema del financiamiento del artista es complejo.

¿Cómo se explica esta realidad si en Chile todos hablan de cultura?

Es una posición muy esnobista hablar de cultura, pero pregúntale a Gonzalo Díaz cuántos trabajos ha vendido en su vida. Él es Premio Nacional y a nivel de las artes visuales es de los artistas más reconocidos, pero no está siendo comprado en Chile. Tiene sus cosas guardadas en bodegas en vez de tenerlas en museos. Y ese es otro tema. Ahora el Museo de Bellas Artes ha estado adquiriendo obras, pero hasta hace poco no lo podía hacer. ¿Qué sucede a nivel de país con los museos y su capacidad de adquisición de obras?

¿No hay plata?

En Chile hay plata. Yo creo que hay un tema de mentalidad colectiva respecto a un retraso de referentes acerca de las artes visuales. ¿Qué es lo que ves tú en una casa común y corriente?, ¿una reproducción de Van Gogh? El referente colectivo tiene un retraso de 100 años. La cosa Village es la mentalidad chilena.

¿Y qué pasa con el Gobierno?

La galería, que es pública, es una apuesta a las artes visuales contemporáneas. Nuestra situación geográfica es maravillosa porque entra desde un vendedor ambulante, oficinista, gerente, funcionario público, hasta especialistas. Además, trabajamos con formación de público, de estudiantes y tenemos una circulación de gente súper interesante. Por exposición, pasan más menos 3 mil personas.

¿Qué criterios usan para seleccionar expositores?

Tenemos dos líneas: el concurso y la invitación. Invitamos un artista consagrado de la escena nacional como un reconocimiento del Estado a su labor. Este año es Eduardo Vilches, el año pasado a Alfredo Jaar y el anterior a Francisco Brugnoli. Pero es bien fuerte porque hasta el año pasado invitábamos pero sin financiamiento. Este año ya logramos pagarle al artista para que concibiera y diseñara su obra. Estamos dando la pelea.

Se ve deprimente el panorama

La verdad es que es fuerte la situación, pero estoy optimista. Siento una especie de apertura porque se están abriendo nuevos espacios privados para las artes visuales. Por otro lado tienes a Lotty Rosenfeld y a Gonzalo Díaz en Documenta. Tengo la sensación de que a pesar del no apoyo privado hay movimiento creciente, se está produciendo arte y en lo posible se está mostrando. Los cambios van de a poco.

¿Es más fácil producir afuera?

Para todo inmigrante es más difícil estar fuera. Yo soy positiva, pero creo que el tema no se está llevando por el camino que debiera, no estamos todos en la misma. Hay sectores que están más desorganizados, otros más ignorantes. Muchas escuelas de arte que sacan muchos artistas, unos buenos y otros malos. Creo que es como las esporas que van creciendo y tú sabes que está pasando algo pero no sabes cómo se va a conducir.

¿Muy pronto para saberlo?

Claro. Pero se me reconfirma cuando vienen especialistas de afuera y quedan alucinados con lo que está pasando en Chile. Te dicen que es un ambiente que está muy vivo.

¿Se valora eso es nuestro país?

Yo creo que todavía no se alcanza a ver. En la medida que las personas que están adquiriendo arte no conozcan a Eugenio Dittborn, a Gonzalo Diaz o a Lotty Rosenfeld estamos mal. Están comprando cuadros de millones de pesos que a largo plazo serán o son afiches, cuadros que no entran en la historia del arte. No compran obras de Dittborn o Diaz que sí son una inversión. Hay un nivel de conservadurismo fuerte a nivel de la gente que está adquiriendo arte y eso también es un problema de las galerías comerciales.

Las galerías comerciales, ¿muestran lo que la gente quiere ver?

Ni siquiera. Uno tiene que educar los ojos. Uno va a Alemania y la gente está comprando cosas interesantes porque tienen una mentalidad más abierta, menos ignorancia. Aquí no compran porque les guste esto más que esto otro, están comprando lo que conocen. Nosotros estamos con el tema de formación de escolares y es impresionante lo que ha pasado. Hacemos cursos de arte contemporáneo en los colegios y los artistas van a hacer talleres con los escolares. Les estamos mostrando contenidos de las obras, abriendo las cabecitas para que vean que el arte no es sólo belleza, sino que está transmitiendo contenidos.

Y las obras que se producen en Chile, ¿hacen reflexionar?

Sí, mucho. Hay muy buena producción aquí. El tema político en Chile, a nivel de mi generación de entre 30 y 40 años, es súper marcado. Todavía no se ha logrado resolver. Después hay un arte que es formalista cotidiano, otro que está reflexionando desde el mismo arte, la intervención urbana, a nivel de video. Tenemos muy buenos artistas en Chile.

Entonces, ¿por qué cuesta tanto?

En cultura hay mucho de llenarse la boca y poco de real interés. Pero están apareciendo espacios y personas que están promoviendo arte a nivel internacional y nacional, lo que es clave para el artista. ¿Qué artista está viviendo de su arte en Chile y de arte contemporáneo? Lo bonito de todo este cuento es que a pesar de eso, los artistas siguen produciendo. Eso es lo válido y produce mucha frescura y peso en lo que se está haciendo.