Texto enviado por señor Vivaldi al Director del Diario la Tercera

Texto enviado por señor Vivaldi al Director del Diario la Tercera

Estimado Sr. Director,

Resulta aplaudible que en su editorial  "Acuerdo de universidades privadas y rol del Estado en educación superior" se propugne la "colaboración recíproca en el ámbito de la investigación, formación profesional, internacionalización y, en general, el mejoramiento de la calidad de la educación superior."  Estos principios debieran ser consustanciales a todas las instituciones académicas. Un buen ejemplo fue el generoso rol histórico de la Universidad de Chile en contribuir decisivamente a la formación de las Universidades que la siguieron. Esos principios mencionados por el editorialista contrastan  con el énfasis en la panacea de la "libre competencia", esquematismo ideológico en que basó sus políticas educacionales el régimen dictatorial y aún vigente por culpa de la extrema frivolidad intelectual oficialista post 90 en esta área. Por otra parte, el Editorial habla de un agrupamiento de algunas universidades "para aunar esfuerzos en defensa de sus legítimos intereses". El editorialista supone que ellas se sentirían amenazadas por recientes iniciativas de la Universidad de Chile que buscan redefinir su interacción con el resto del Estado.  En justicia, las propuestas de nuestra Universidad tanto o más que iniciativas endógenas, pueden percibirse como respuestas a la nueva embestida por desconocer el rol propio que cabe  a las universidades públicas y obligarlas a someterse, aún más de lo que ya lo están, a las reglas del mundo privado. Un rol activo y pivotal del Estado y sus instituciones en las áreas de educación e investigación científica es consustancial a todos los países desarrollados, siendo Estados Unidos el mejor ejemplo de ello. Sólo pueden sentirse amenazados por los planteamientos de la Universidad de Chile quienes quisieran que los simplistas y errados lineamientos en materia de Educación Superior impuestos en los 80s permanezcan invulnerables por los siglos de los siglos. Por último, felicito al editorialista por convocarnos a intercambiar ideas sobre el rol del Estado en la educación superior y aprovecho de instar a  su diario a proponer otro tema atingente, hasta aquí ignorado, y de profundo contenido ético: cómo el Estado debiera proteger a los miles de jóvenes de escasos recursos que pagan por una educación superior de mala calidad que nos les aportará nada.

Saluda muy atentamente a usted y le agradece,

Dr. Ennio A. Vivaldi Véjar
Vicepresidente del Senado de la Universidad de Chile
Cédula de Identidad: 5.464.370.7
Teléfono celular: 96990145