El Foro "Género y Diversidad Sexual en la Realidad Universitaria" convocó a gran parte de la comunidad universitaria y generó un dialogo enriquecedor que fortaleció el debate sobre esta temática en la Universidad de Chile. Para la Dirección de Bienestar Estudiantil y la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, gestoras de la iniciativa, este tipo de actividades significa una contribución a mejorar la calidad de vida de toda la comunidad universitaria.
El panel reunió a la Prof. Kemy Oyarzún, académica de la U. de Chile y especialista en Género; Cristian Cabello, representante de la Coordinadora Universitaria de Disidencia Sexual (CUDS); Emma de Ramón, Doctora en Historia UC, jefa del Archivo Nacional Histórico y activista LGTB; Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH); y Luis Larraín, Ingeniero Civil de la UC y ex asesor de la Secretaría General de la Presidencia durante el gobierno de Sebastián Piñera. Moderó Julia Rojas, Activista LGTB y ex candidata a diputada por la V Región.
Los asistentes coincidieron en que Género y Diversidad Sexual es una temática poco abordada desde el ámbito universitario, por lo que el debate ofreció más herramientas futuras para poder abarcar el tema desde sus diversas aristas.
De acuerdo a los organizadores, la reafirmación de un diálogo abierto y respetuoso a partir de un espíritu reflexivo, informado y democrático es fundamental. Por ello, esperan que el debate del pasado 20 de abril sea uno de muchos que vengan en el futuro y siga generando discusión en torno a estas temáticas en la sociedad, especialmente en la Universidad de Chile.
Avances culturales
Durante el foro, Rolando Jiménez sostuvo que "en términos estrictos, hay un cambio cultural muy profundo respecto de cómo la sociedad chilena en su conjunto recibe los fenómenos que rodean a la diversidad sexual. En ese sentido, el trabajo que hemos hecho desde las organizaciones de las minorías sexuales -de gays, lesbianas y transgéneros- ha sido un trabajo permanente que ha permitido correr la cerca respecto de la cultura y cómo esta entendía el fenómeno de la diversidad sexual".
A su juicio, "debiéramos en mayo o junio de este año tener la ley antidiscriminatoria siendo votada en la sala del Senado. No es la mejor ley, pero nos va a permitir dar respuesta a las urgencias que tenemos cotidianamente hoy día por discriminación por orientación sexual".
Posibilidades tecnológicas
Por su parte, Luis Larraín relató su experiencia universitaria como estudiante de Teatro originalmente y luego de Ingeniería Civil, en dos ambientes con distintos grados de aceptación hacia las minorías sexuales.
Él reflexionó a propósito de las herramientas tecnológicas actuales y cómo éstas se vinculan con la temática del género y la diversidad sexual. A su entender, "las tecnologías de hoy nos permiten un empoderamiento ciudadano que es súper interesante (...). Simplemente por atrevernos podemos lograr muchas cosas".
Estudios en la Universidad
Kemy Oyarzún, en tanto, explicó que los estudios de género en la Universidad de Chile van a cumplir 20 años. En este sentido, existe un magíster y se está tratando de avanzar a un doctorado en estudios de gènero que sería el primero de sus características en América Latina.
Ella sostuvo que "no hay una contradicción entre una academia rigurosa y un activismo ciudadano múltiple", agregando que "hay un debate que todavía no se realiza en Chile, que es sacar de las trincheras rivales a amplios sectores marginados y no sólo desde la sexualidad, marginados por una democracia inconclusa, por una Constitución que nos tiene todavía atados a lazos autoritarios".
Consideraciones sobre el "respeto"
Cristian Cabello, por su parte, manifestó que en CUDS "consideramos que es posible hacer activismo en la universidad porque allí se generan saberes que muchas veces son hegemónicos, dominantes, excluyentes, y que hay que interrumpir de algún modo. Por eso, interrumpir tanto la ciudad, la calle y un espacio múltiple, como es la universidad".
Él reflexionó sobre el lugar de las "minorías sexuales" en la sociedad: "De algún modo, si hay sujetos que piden respeto, es porque actualmente existe un grado de ausencia o pérdida de respeto en sus precarias vidas no heterosexuales. La política del respeto es el rostro noble de un conjunto de victimizaciones inherentes a las prácticas políticas post-dictadura. Los cuerpos no heterosexuales pierden temporadas y energía tratando de mostrarse en el espacio público".
Reconocimiento legal
Emma de Ramón, finalmente, recogió los comentarios de Cabello y sostuvo que "el Estado, la ordenación legal y todo lo que significa el ámbito político en el que uno se mide y se mueve como ser humano, no contempla los eventuales aspectos, situaciones que en la vida a uno le va a tocar vivir, y que tal vez sea la razón por la cual finalmente yo me he adscrito a esta otra fase de mi actividad que es la de ser activista. Lo que yo siento, lo que pienso, es que en realidad no quiero que nadie me respete ni me tolere. A lo que yo aspiro -y me imagino que la mayoría de nosotros aspira a algo parecido, por lo menos- es a que las consecuencias que tiene nuestra vida privada, o sea, el hecho de que yo me acuesto todas las noches con una mujer, tenga alguna legitimidad legal dentro del orden constitucional, legal, incluso práctico, que tienen todos los demás".