Prof. Rodrigo Palma: Oportunidades de I&D en Chile en el ámbito de la energía

Prof. Palma: Oportunidades de I&D en Chile en el ámbito de la energía
Prof. Rodrigo Palma
Prof. Rodrigo Palma

Cada país ha abordado de forma diferente el desafío energético, la mayor parte de las veces, mediante iniciativas estratégicas que buscan fortalecer una industria local que devenga en desarrollo país, a la vez que se transforme en un nicho de exportación exitoso. Tal es el caso de alemania, cuya opción por las energías renovables permitió la masificación de una industria eólica que trajo aparejada la creación de 250.000 puestos de trabajo. La raíz de tal éxito radica en una política de incentivos por parte del Gobierno que, en el caso alemán, fue un feed-in tarif (pago de la energía eléctrica inyectada al sistema a un precio predefinido) diferenciado por tecnología, es decir, se estableció un precio fijo mayor que el precio de mercado de la electricidad por la inyección de energía renovable en el sistema.

Si bien las experiencias internacionales de países desarrollados en esta materia, difícilmente pueden replicarse en la realidad de nuestro país, cabe preguntarse si existen nichos específicos en los cuales Chile pudiera realizar una apuesta de desarrollo e innovación. De ser así, tendríamos en nuestras manos la capacidad de proyectarnos como un desarrollador tecnológico a nivel regional, supliendo al mismo tiempo nuestra demanda energética interna. Con ello se le daría un sentido estratégico a la inversión de recursos, con mayor rentabilidad social y privada.

Una opción de este tipo contrasta con la promoción de un sistema feed-in tarif, el cual podría convertirse a la larga en mero financiamiento para la adquisición de tecnología extranjera aún en fase de desarrollo y por ende costosa. Más aún, se podría dar el absurdo de que Chile, con un ingreso per cápita de Us$ 15.000, termine financiando el desarrollo de tecnologías renovables no maduras importadas desde países con ingresos por sobre los Us$ 35.000 per cápita.

Cabe preguntarse entonces si existen ámbitos específicos de I&D en el sector energético del país (electrónica de potencia, microhidráulicas, geotermia, redes inteligentes, etc.), que pudieran ser impulsados como nichos de desarrollo. Para lo anterior se requiere que los actores involucrados conozcan las ventajas competitivas del país y que los investigadores y desarrolladores participantes se sientan capaces de enfrentar un desafío de esta magnitud. Efectivamente, esta apuesta de I&D es más riesgosa que la realizada por países del primer mundo con tradición de desarrollo tecnológico. sin embargo, ¿estamos para siempre condenados a mantenernos como país en un estado de mero comprador de tecnologías en el ámbito energético o ya tenemos la suficiente madurez para ser desarrolladores de nuestras propias soluciones?

Dinámicas energéticas

Un punto en el que existe consenso es que Chile debiera avanzar hacia un sistema que permitiera seguridad en el suministro energético con precios competitivos y sustentabilidad. Tenemos caminos diversos para llegar a esa meta. Sin embargo, antes es necesario fomentar el desarrollo tecnológico local, pero en sociedad con empresas nacionales y extranjeras para lo cual se requiere además del involucramiento de expertos chilenos en el área.

La dinámica observada en países desarrollados, es que los gobiernos trabajan estratégicamente con las empresas tecnológicas locales, las que se vinculan de forma directa con las universidades y con los centros de investigación.

Por su lado, las agrupaciones civiles se relacionan con los distintos actores.

De esta forma, se logra una interacción entre los cinco agentes clave: las empresas de productos y servicios, las universidades, las empresas tecnológicas locales, las agrupaciones civiles y el gobierno.

Chile tiene la desventaja frente a este modelo que no existen las denominadas "empresas tecnológicas locales", lo que hace necesario que ingrese un agente foráneo, es decir un "socio" tecnológico extranjero. Para impulsar este proceso, como algo previo a un análisis detallado de los nichos donde Chile pudiera ser exitoso en el desarrollo energético local, el Estado debiera generar un fondo concursable (subsidio estratégico) para proyectos específicos de impacto nacional.

Estos fondos debieran estar reservados a proyectos creados por distintos organismos a nivel nacional como universidades, empresas de productos locales o sociedad civil, que respondan a una selección estratégica de tecnologías. Las propuestas ganadoras podrían contar con un monto de subsidio que permita crear industria y grupos de I&D, atrayendo a las empresas tecnológicas extranjeras y creando en el mediano plazo las versiones locales. Este ejercicio daría como resultado una perspectiva de crecimiento necesario para el país. Así, en cinco años más podríamos sorprendernos de tener en Chile una industria naciente y exitosa en el ámbito energético.

Prof. Rodrigo Palma
Doctor  en Ciencias de la Ingeniería, Universidad de Dortmund, Alemania
Académico del Depto. de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas
Director del Centro de Energía de la FCFM