Tristan McCowan:

"Un sistema de educación universal gratuito sí es posible"

McCowan: "Un sistema de educación universal gratuito sí es posible"

Satisfecho con las múltiples reuniones que sostuvo con los profesores del Magíster en Psicología Educacional del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile, se mostró el experto en temas educacionales, profesor Tristan McCowan.

Invitado por la coordinación de ese programa de postgrado, su visita tuvo como objetivo compartir conocimiento y experiencias en materias educacionales específicamente de Chile, Inglaterra y Brasil (donde el experto ha hecho varios estudios) y analizar desafíos e iniciativas al respecto.

¿Cuáles son los principales problemas de la educación en el mundo? ¿La tendencia a su privatización es uno de ellos?
El sector privado en la educación superior ha crecido mucho. El gran problema es que ese crecimiento ha sido incentivado por la idea de que la competencia que se genera entre las instituciones aumenta la calidad. Eso funciona pero en un mercado de productos. En la educación superior no lleva a un aumento universal de la calidad, sino a una estratificación; hay algunas instituciones de muy alta calidad y otras de muy baja calidad, y todo eso provoca una reproducción de desigualdades sociales.
Otros grandes problemas son el acceso igualitario y los temas relacionados con los contenidos de las carreras: no es necesariamente cierto que todas las universidades públicas tienen contenidos de estudio que van a ayudar a la ciudadanía y tampoco es verdad que ninguna universidad privada forma buenos ciudadanos. El problema es que hay universidades que actúan como empresas, con fines de lucro, que no tienen compromiso con la búsqueda de conocimiento ni con la ciudadanía.

¿Y qué diferencias o similitudes ha notado entre el estado de la educación en Inglaterra y la de Chile? En el Reino Unido ha habido varias protestas por el aumento en los aranceles...
La mayoría de las universidades inglesas antiguas tiene origen privado pero en el siglo XX comenzaron a recibir cada vez más dinero público. Hasta 1998 eran completamente gratuitas para todos los británicos. No se pagaba nada, incluso en universidades como Cambridge y Oxford. Después empezaron a cobrar un poco, después más y ahora estudiar en una universidad cuesta casi 9 mil libras al año.

¿Y por qué empezaron a cobrar?
Por dos razones: uno, querían aumentar el porcentaje de la población que iba a la Universidad y el Gobierno decía que no podía hacerlo si no empezaba a cobrar; y dos, porque se decía que las personas que van a la universidad venían de familias privilegiadas y podían pagar y, entonces, debían pagar.
Es un hecho que la mayoría de los estudiantes de las universidades británicas (40%) viene de familias ricas. Sin embargo, no es válido decir que por eso se debe pagar, pues los aranceles son tan altos que, incluso con préstamos, se produce un desincentivo fuerte para las personas más pobres. Lo que único que se consigue es cristalizar el hecho de que (los ricos) son privilegiados.

No se cumplió el objetivo...
Yo creo que ni siquiera había un objetivo claro; más bien creo que era solo una forma de aumentar el ingreso privado y, en el caso del gobierno, evitar el compromiso de dar dinero a la educación.

¿Y qué piensa del argumento de que la privatización ha ampliado el acceso y, por tanto, ha vuelto el sistema más democrático?
La expansión es buena pero no lo es todo, pues en ese caso se trata de expansión sin equidad. Eso lo he visto en Brasil, hay universidades privadas muy baratas que pueden ser pagadas por alguien con un salario regular; el problema es que las universidades que son baratas son malas, el título con el que salen no vale mucho. Se paga poco pero luego se gana poco.

Usted hace un tiempo hablaba también del peligro de la producción en serie de las universidades...
Sí, y eso está pasando. Hay grandes holdings de universidades que, para bajar los costos de la enseñanza, hacen una estandarización de la calidad imponiendo currículos académicos a prueba de los profesores. Es decir, los profesores no pueden manipular el contenido de los cursos, sino que tienen que implementar cursos fijos, sin la posibilidad de que los docentes formen a los alumnos de acuerdo a sus propias ideas. Eso ya no es educación, es otra cosa.
Ese modelo empresarial funciona para una fábrica de autos pero no para la educación. Y eso es malo pues todo proceso educacional tiene un momento de espontaneidad, es un encuentro único entre seres humanos que están desarrollándose.

Hay varios países europeos con educación gratuita pero que ven amenazado su sistema cada vez que hay una crisis económica. ¿Qué cree que pase con la educación en esos países?
Europa es la región del mundo que tiene el menor porcentaje de matrículas privadas (cerca de 1/3). Y claro, eso se está viendo amenazado: en el Este de Europa hay un enorme crecimiento de universidades empresariales con fines de lucro. Pese a ello, países como Francia y Alemania están resistiendo mucho porque tienen una gran tradición de universidad pública y gratuita.

¿Y usted cree que es posible tener educación gratuita?
Claramente es posible; es solo una cuestión de prioridades. El Banco Mundial argumentaba contra (un aumento en) la inversión en educación superior porque decía que esto perjudicaba a la educación primaria y secundaria (porque habría menos plata para esos niveles)
Sin embargo, podría haber más dinero público recaudando impuestos, evitando su malgasto y priorizando mejor dónde se invierte. En Inglaterra se justifican recortes públicos diciendo que hay falta de dinero pero siempre se encuentra dinero para otras cosas, como una guerra.
Para mí, es una cuestión de prioridades. Sé que es difícil, pero un sistema de educación universal gratuito sí es posible. No es un sueño.