LANZAMIENTO DE "VENCER LA CARCEL DEL SENO MATERNO"

Lanzamiento de "Vencer la Cárcel del Seno Materno".
Las cuatro autoras de "Vencer la Cárcel del Seno Materno"
Las cuatro autoras de "Vencer la Cárcel del Seno Materno"

Paulina Zamorano, editora del texto, aborda a la partera y al médico en su capítulo, "Gobernando los saberes y los cuerpos: matronas, médicos, y parto a fines del siglo XVIII en Chile"; Javiera Ruíz analiza, "El arte de partear en el siglo XVIII. Los objetos del nacimiento desde la cultura material"; Natalie Guerra descubre al infante en, "Acariciar a los parvulitos; individuación fetal, maternidad e infantilización en Chile Colonial"; y Alejandra Araya se centra en, "Cuerpos en el cuerpo: molos, fetos y embriones en textos religiosos y médicos del siglo XVIII".


La propuesta inicial de Paulina Zamorano fue la de "estudiar a las parteras coloniales en un contexto de emergencia del discurso médico en un sentido hegemonizador y subordinador. Estas mujeres dedicadas a lidiar cotidianamente con el parto como evento vital, la percepción que de ellas se tenía, así como el modelo que se pretendía establecer con respecto a su quehacer hacia fines del siglo XVIII, permitió relevar otros tópicos. Del útero al feto; del feto a las manos de parteras, curas y médicos y a los instrumentos; del parto a la infancia y la maternidad. Era la concatenación 'naturalizada' de tramas históricas invisibles. El libro se ordenó en ese sentido, pero con la posibilidad de problematizar y reflexionar sobre la 'identidad' de cada uno de esos hechos vitales. Creo que este libro demuestra también la preocupación 'letrada' por el parto como evento vital, y el silencio de los protagonistas y sus quehaceres y prácticas. Esos silencios son los necesarios de seguir develando", detalló la escritora.


"Surcar una matriz por cuatro arterias"


A cargo de la presentación del libro estuvieron la escritora y crítica literaria Adriana Valdés, y la Vicerrectora de Extensión, profesora Sonia Montecino, quién como antropóloga se refirió a la lectura de "Vencer al Cárcel del Seno Materno", como una experiencia apasionante: "la sensación es la de haber surcado desde una matriz por cuatro arterias, al modo de las imágenes que el artículo de Javiera Ruiz reproduce. La navegación por esos parénquimas (líquidos de los órganos) nos lleva a un proceso en el que Paulina Zamorano nos muestra los tensos relieves de la inserción del saber letrado sobre los partos, Alejandra Araya nos confronta a la refetalizacion, como pedagogía de la vida y la muerte (concepto del filósofo alemán, Peter Sloterdijk), Javiera Ruiz a la tecnología ginecológica y sus sentidos sobre el cuerpo y, por último Natalie Guerra a la construcción social del infante. El texto así entendido funciona como un relato que expone la 'salida' cultural del nacido-nacida en manos de las parteras, se adentra en la construcción del feto y su alma, toca las herramientas de cesáreas y abortos y exhibe la configuración del niño-niña ya infantilizados -humanizados- desde el interior de la 'entraña hueca'".
Por su parte, Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello y también coautora del nuevo titulo que incorpora la Facultad de Filosofía y Humanidades, comparte la experiencia creativa de una escritura que permite reunir cuatro visiones:

¿Qué motivó la realización de este proyecto literario?
"Es el resultado de un proyecto de investigación (Fondos de la Dirección de Investigación de la Universidad), liderado por Paulina Zamorano, del cual fui co-investigadora. El proyecto abordó el cuerpo femenino y la medicalización del parto en el siglo XVIII. La idea de publicar los resultados en torno a cuatro artículos surgió de la riqueza de miradas que ofrecían los documentos utilizados: textos médicos y religiosos sobre el parto, los fetos, el aborto, novenas religiosas para las que van a parir, una cartilla para enseñar a partear, un caso judicial del siglo XVIII a dos parteras (Tránsito Muchen y Josefa Orrego). Mirados en su conjunto creaban una temática que Paulina vio como un proyecto a desarrollar a cuatro voces. La escritura de los textos casi se impuso como deber frente a la ausencia de un libro sobre el tema para Chile en esa época, como la escasez de textos sobre el parto y la procreación en general y, finalmente, porque fue tan fascinante ponerse a pensar y reflexionar sobre experiencias tan vitales, tan profundas, tan naturalizadas y tan poco asumidas como centrales en nuestra sociedad. Me refiero a concebir, parir, procrear, no solamente relacionado a la maternidad, si no que a la experiencia del 'embarazo'".


¿Cuáles fueron los principales ejes de trabajo?
"La experiencia personal juega en tanto que, como mujeres, socialmente se entiende que debiéramos estar más cerca de estos acontecimientos. Sin embargo, el punto de partida es justamente problematizar es relación que se entiende 'natural', entre el cuerpo de las mujeres y concebir y parir. Lo central es poner justamente en el centro de la historia un tema que se ha pensado como 'cosa de mujeres', justo en el periodo en el que se hace 'cosa pública' y donde los saberes y autoridades detentadas por hombres se apropian de la experiencia, la cosifican. Desde entonces se empieza a vislumbrar la lenta separación entre, por ejemplo, parteras y matronas; la constitución de la obstetricia y la ginecología; la puericultura, entre otras. El resultado, y este es otro gran eje, es que las mujeres pasan a ser objeto de ciencia y moral, ignorándose nuevamente su voz, su palabra y el propio cuerpo como lugar clave de esta experiencia vital para la reproducción de los seres humanos, de la sociedad y la cultura".


¿Hay conclusiones o enseñanzas derivadas de la experiencia de recorrer el tema al escribir?
"En lo personal, darse cuenta que la experiencia del 'embarazo' y del 'parto' son profundas y que merecen el respeto que se le debe a los procesos de introspección, a los rituales de pasaje, a las experiencias límite y que las mujeres deben tener la posibilidad de vivir, hablar y tomar conciencia de esa profundidad. Históricamente, las condiciones en que una mujer puede parir sufrieron cambios significativos y de forma masiva, sólo en la segunda mitad del siglo XX. Aún hoy, en lugares apartados, se recurre a las parteras y matronas para tener a los hijos en la casa (incluso hay tendencias que defienden esta opción frente a la medicalización y cosificación del parto). Morir al parir es todavía una posibilidad, pero lo que muestra este libro es que fue un proceso histórico el que dejáramos de pensar en ello; como también -y es una tarea por continuar- el que las mujeres construyan su propia historia desde esta experiencia. Y que lo hagan con su propia voz, pues es irremplazable".

¿Alguna arista no contemplada que surgió en el proceso creativo?
"El lenguaje con que nos referimos a experiencias tan profundas, es muy relevante a la hora de abordar culturalmente las mismas: lo que se dice y cómo se dice, así como lo que no se nombra o relata, los giros, las metáforas, en qué momentos se habla de o las prácticas y rituales asociados son un hermoso recorrido por la avasalladora forma que llegamos al mundo".


¿Por qué es recomendable leer "Vencer la Cárcel del Seno Materno"?
"Porque siguiendo la línea anterior, sólo cuando pones frente a los ojos un texto que dice lo que has vivido pero que no has ordenado ni meditado, tus labios se abren y compartes con otros la experiencia más vital de la vida".

 

"Un libro como este hacía falta en nuestro medio: acostumbradas a leer las exacciones de los saberes femeninos por el cuerpo médico, las ciencias positivas y la ilustración sólo en ejemplos europeos, la mirada sobre Chile -y por extensión América Latina-, es sin duda un aporte al conocimiento y a la reflexión de los devenires femeninos en nuestros espacios locales marcados por una historia de castas y mestizajes, de oposiciones binarias y violencias. En ese sentido podemos decir que "Vencer la cárcel del seno materno" se nos prodiga como una simiente que anuncia fecundación y nuevas formas de escribir y pensar desde Chile. Se trata de cuatro historiadoras confabuladas en la lectura de archivos judiciales, manuales, tratados de teología, textos médicos del siglo XVIII que se constituyen en el material desde el cual la tierra del parto, de los fetos, de los instrumentos y del ser nacido se tornan letra y relato de una experiencia codificada, universalizada en la escritura y por ello asible y transmisible".
Sonia Montecino Aguirre.