Marie Duru-Bellat, socióloga francesa y especialista en cuestiones de Educación, participó del encuentro al que asistieron también los estudiantes del Magíster en Psicología Educacional de la Facultad de Ciencias Sociales e integrantes de la Oficina de Equidad e Inclusión, encargados de desarrollar e implementar el Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa (SIPEE) en la Universidad de Chile y sus diferentes carreras.
La académica del Instituto de Ciencias Políticas de Paris llegó a Chile en el marco de la VI Escuela Chile - Francia y también participó en un encuentro organizado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación y el Doctorado en Ciencias Sociales de FACSO.
La Escuela Justa
En la presentación Marie Duru-Bellat comentó que en la actualidad parece haber consenso en que la Educación es una herramienta de vida y justicia social, sin embargo no se ha profundizado "respecto a qué se entiende por justicia o a qué nos referimos cuando hablamos de escuela justa".
"Una definición dice que la escuela justa debe ser puramente meritocrática; otros dicen que en las escuelas se deben compensar las desigualdades dando más a los que tienen menos; otra corriente dice que la escuela justa debe garantizar a todos los alumnos una base común de competencias y saberes; y por último, que ésta es la llamada a garantizar la integración social y el bienestar a todos los alumnos", expuso.
Al respecto, la socióloga apuntó que no existe consenso sobre cuál de estas posturas sería la más óptima. Sin embargo comentó que una manera de salir de ésta disyuntiva entre definiciones "que a menudo son contrapuestas", sería asociarlas a los diferentes niveles del proceso educativo. "Por ejemplo que en el nivel prescolar la prioridad sea la justicia distributiva y de esta forma compensar las diferencias de logros que viven los niños a edad temprana. Luego, durante la escuela obligatoria la prioridad debería ser la base común para todos los alumnos", añadió.
En el caso de que esta base común se haya desarrollado de una forma exitosa, "después sería aceptable una competencia en el modelo de la igualdad de oportunidades", comentó la académica, quien advirtió que en un escenario ideal "la competencia debería trasladarse lo más hacia adelante que sea posible. Que los niños no estén compitiendo ya en los niveles primarios. Lamentablemente en Francia esta competencia está adelantada por la presión social de éxito y la que ejercen algunos profesores y las familias".
Estos conceptos fueron desarrollados por la Prof. Duru-Bellat en el panel "Sistema escolar y Justicia social: expectativas, limites y responsabilidades" de la Escuela Chile- Francia y que se puede consultar en el siguiente link.
Otras experiencias de vías de ingreso alternativas
Durante el conversatorio los estudiantes del Magíster plantearon interrogantes y también reflexiones sobre la mejor manera de abordar el problema de la inequidad de Chile y el correlato que se observa en el sistema educacional. Marie Duru-Bellat comentó que en las Grandes Écoles francesas (instituciones altamente selectivas), se han implementado sistemas de ingreso alternativos que apuntan a esta problemática y que son similares al Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa (SIPEE) que desde el año 2012 funciona en la Universidad de Chile.
El Institut d'Études Politiques de Paris, institución de donde proviene la académica, realiza un trabajo directo con liceos de zonas populares de Francia. "En nuestro caso se eligió a algunos liceos de las zonas populares para que nuestros académicos asesoraran a los profesores para que preparen a los estudiantes que querían ingresar a esa Institución de Educación Superior", explicó. La idea que persigue este programa, "es reclutar personas, no diplomas", tal como dijera el director del Instituto, Richard Descoings. Una vez que los jóvenes ingresan al Instituto los estudiantes reciben apoyo académico adicional durante los primeros años. Esto se complementa con un arancel diferenciado en relación a los recursos que perciben sus familias.
A pesar de que los resultados de estas iniciativas son a largo plazo, la académica comentó que en lo inmediato "se ha observado un cambio en las expectativas y proyectos de los profesores, padres y alumnos de estos liceos que han podido comprobar que es posible que sus estudiantes lleguen a la Educación Superior".
Claudio Castro: "Las reflexiones nos van dirigiendo a un convencimiento de que la diversidad es una condición para alcanzar la calidad desde distintos ámbitos"
El Director de la oficina de Equidad e Inclusión, Claudio Castro, manifestó al respecto que existe consenso de que el SIPEE no pretende ni podría terminar con el grave problema de desigualdad e inequidad en Chile. "Pero si hay otros efectos. Lo primero es que este 2012 entraron 104 alumnos que en otras circunstancias no se habrían matriculado en nuestra Institución y en ese sentido hay una importancia para 104 personas que no es menor y que hay que destacar".
Por otro lado, relevó que también se genera un efecto en la propia comunidad universitaria: "Porque las reflexiones nos van dirigiendo a un convencimiento de que la diversidad es una condición para alcanzar la calidad desde distintos ámbitos. Los estudiantes que egresen de esta Casa de Estudios van a ser mejores en la medida que su formación haya sido a partir de una base de mayor diversidad", dijo. De la misma forma que expuso la Prof. Duru-Bellat, sostuvo que existen efectos en los establecimientos de origen de estos alumnos: "este es un efecto que se ha comprobado en las Instituciones que tienen propedéuticos. En esos liceos donde nunca nadie había entrado a una Universidad, o en nuestro caso a la U. de Chile, se va produciendo un efecto cuando los estudiantes de cursos más bajos ven que uno de sus compañeros sí lo logró".
Finalmente apuntó que esta y otras iniciativas de este tipo "a pesar de ser marginales respecto al problema estructural de nuestro sistema educacional, fortalecen la posición de la Universidad de Chile al momento de tener una voz fuerte respecto de cómo enfrentar las grandes desigualdades".