Conferencia de profesor visitante

Régis Michel y el arte como método de resistencia

Régis Michel y el arte como método de resistencia

La imagen sin sonido muestra a un grupo de personas inexpresivas pero saludables saltando juntas alrededor de un árbol en medio de un bosque. Se cansan, se sientan, descansan y vuelven con el mismo ímpetu a saltar alrededor del árbol. Minutos después, otra imagen muestra cómo, en una bodega de un supermercado, un grupo de jóvenes destruye lenta y también silenciosamente varios productos que se consumen en forma masiva.

Para Régis Michel, escritor, historiador del arte y conservador en jefe de artes gráficas del Museo de Louvre, esos dos trozos de videos son solo un bello e intenso ejemplo del sabotaje que los artistas políticos, más bien considerados a sí mismos como activistas políticos, pueden y quieren hacer al capitalismo a través de sus obras.

El primero de ellos, explica, son cuerpos misteriosos que desafían al poder. El segundo, es la expresión esquizofrénica del capitalismo, pues lo que se destruye es un bien producido por el capitalismo que queda reducido a simple polvo.

"El arte de hoy se rige por las leyes del mercado, está canibalizado y corrupto, pero hay quienes filman como un acto de resistencia", sostuvo Michel en medio de la conferencia magistral "La vida desnuda o el retorno de los campos. Filmar el biopoder" que dictó el 22 de octubre en la FACSO en el marco de una nutrida agenda de actividades que está desarrollando en su calidad de profesor visitante de la Iniciativa Bicentenario JGM.

Su postura fue reforzada con otros tres videos. En uno de ellos se vio a dos trabajadores japoneses que limpiaban desechos: "Es el proceso de descomposición de la ciudad; es el capitalismo en estado salvaje. Es la muerte social, una vida desnuda, el colmo del vacío", comentó.

En otro video, crudas imágenes de animales asesinados de la peor forma en mataderos se mezclan con cuadros de adultos trabajando y de niños mirando a la cámara mientras caminan. "Hombre y animal tratados como máquinas productivas, explotados, y el capitalismo mostrado como un matadero a cielo abierto", apunta el escritor francés.

Según Michel, este tipo de videos explora hasta dónde puede ir la democracia totalitaria y son reflejo de que el arte en sí ya no existe, sino que es una variante de la política. Por ende, sostuvo que debiera ser exhibidos en más lugares y no solo en circuitos reducidos y conservadores como, dijo, pueden ser los Museos.