Principales Indicadores Bibliométricos de la Actividad Científica Chilena 2010

Sobre Informe CONICYT 2012 de la Actividad Científica Chilena

Sobre Informe CONICYT 2012 de la Actividad Científica Chilena
Prof. Francisco Osorio, Director de la Revista Cinta de Moebio.
Prof. Francisco Osorio, Director de la Revista Cinta de Moebio.
Portada del Informe CONICYT 2012 de la Actividad Científica Chilena
Portada del Informe CONICYT 2012 de la Actividad Científica Chilena

El 17 de diciembre de 2012 CONICYT presentó el informe "Principales Indicadores Bibliométricos de la Actividad Científica Chilena 2010", que cubre el período 2006-2010. El estudio fue encargado a SCImago Research Group y se considerará, en palabras del presidente de CONICYT, como la línea base de la actividad nacional para definir políticas de ciencia y tecnología. Me interesa destacar del Informe la situación de las ciencias sociales y de los desafíos a los que nos enfrentamos como FACSO.

El informe trabaja con revistas indexadas en SCOPUS. Este primer dato es muy importante, dado que FACSO, por el momento, sólo posee una revista indexada en SciELO y ninguna en ISI o SCOPUS. La pregunta que uno podría hacerse es qué es más importante: bien que nuestros académicos publiquen en revistas indexadas, o bien que como Facultad tengamos revistas en SciELO, ISI y SCOPUS. Propongo que la respuesta sea: queremos ambas cosas. Que nuestros académicos publiquen en estas revistas es fácil de argumentar a favor. Sin embargo, debería también considerarse que una Facultad líder de ciencias sociales es una que es capaz de atraer investigación científica, la cual se muestra en revistas lideradas por nosotros. El liderazgo es, entonces, doble. Por un lado tener investigadores líderes y, por otro, tener revistas donde se publique la investigación influyente (citada, de impacto, usada por otros). Dicho de otra manera, se requieren tanto buenos investigadores como buenas revistas (ambas cosas a la vez).

Lo anterior no debería leerse como endogamia (tener revistas indexadas para la producción local), sino que como exogamia (tener revistas indexadas para formar alianzas), como una estrategia para la colaboración internacional. La evidencia es la siguiente: artículos con tres o cuatro autores (de diferentes instituciones) son más citados que artículos con un autor. Dado que las mayores citas aumentan la visibilidad de la investigación realizada, ello es un beneficio para los investigadores y para las personas e instituciones que usan dicho conocimiento.

El informe podría leerse con optimismo, es decir, estratégicamente, pues de otra manera  apenumbra. Por ejemplo, leer que toda la producción científica latinoamericana representa un 3,82% de la producción científica mundial en el 2010 y que la producción científica chilena es el 0,30% de la misma (incluidas las ciencias naturales y sociales en ello). En otras palabras, no vamos a competir en las cantidades. Chile publicó 6.490 artículos en el 2010, mientras que Estados Unidos publicó 502.804 y China 320.800.

Sin embargo, el informe muestra otras áreas interesantes para una Facultad como la nuestra. Si se miran las publicaciones desde el punto de vista de la colaboración internacional, podría ser estratégico incentivar la co-autoría. Empero, hay una exigencia aquí. Se trata de incentivar la colaboración con instituciones de igual o mayor excelencia a FACSO. Asociado a esta idea, se encuentra otra exigencia. Ya es importante estar en SciELO, SCOPUS e ISI (ya sea como autor de un artículo o que las revistas de la Facultad sean aceptadas ahí), pero luego viene otro desafío: avanzar hacia el primer quintil. En otras palabras, estos son procesos que están en continuo movimiento y ya no corresponde verlos como una meta estática, sino que como una etapa cumplida en una meta que siempre se mueve un paso más adelante. Por lo tanto, si no podemos competir en cantidad, podemos competir en excelencia y liderazgo, es decir, investigadores y revistas de prestigio. El Informe define excelencia como el número de artículos de un país, institución o investigador que está incluido en el conjunto formado por el 10% de los trabajos más citados en sus respectivos campos en una unidad de tiempo. Por liderazgo se entiende el número de artículos de un país, institución o investigador en que recae la conducción de la investigación y se determina por la identificación de la institución a la que pertenece el autor en el artículo.

En términos de nuestras revistas, sabemos que una vez que sean aceptadas en SCOPUS e ISI (para eso estamos trabajando), la situación ideal será avanzar desde el cuarto quintil al primero (que concentra las revistas más visibles por su calidad). Aquí hay otra idea asociada. Un artículo visible es un artículo citado. Un autor podría publicar un artículo en los últimos 5 años, pero este cobra mayor importancia cuando es frecuentemente usado por otros investigadores. Nuevamente, más que la cantidad de artículos publicados, es el impacto que genera lo que es valorado.

El Informe permite conocer que durante el período 2006-2010, el 34% de los artículos de investigadores chilenos en ciencias sociales fueron publicados en inglés (frente a un 64% en español). Ello nos indica que podemos lograr más visibilidad si invertimos el idioma donde publicamos. En términos de la colaboración, un 24% de los artículos tienen co-autoría internacional (versus un 62% sin colaboración). También sabemos que en el 2006 las ciencias sociales representaron un 3,0% del total de la producción científica nacional, mientras en el 2010 fue de 5,7%. Al analizar la cocitación, es decir, la cantidad de citas coincidentes entre dos artículos cualesquiera publicados en el 2010, las ciencias sociales comparten citas en común con las artes y las humanidades (algo bastante obvio), pero (y esto es lo interesante) también con medicina.

Desagregando más los datos, entre 2006 y 2010 se publicaron 76 artículos en antropología y 88 en arqueología, de los cuales 4 alcanzaron excelencia en cada disciplina. Arqueología logró un 87,5% de liderazgo, frente a un 78,95% de antropología, pero esta última logró mayor cantidad de citas por artículo (2,36 versus 1,17 de arqueología). En Sociología y Ciencia Política (están agrupadas estas disciplinas en el Informe) se publicaron en el mismo periodo 127 artículos, con un promedio de citas de 1,53, un 88,98% de liderazgo y donde 6 trabajos lograron excelencia. En Psicología 247 artículos (esto en la categoría general, pues el informe agrega más categorías como psicología aplicada, clínica, social, entre otras), con 3,33 citas por documento, 11 trabajos de excelencia y 73,68% de liderazgo. Finalmente, Educación con 276 artículos, 1,48 citas, 15 de excelencia y 90,58% de liderazgo. Sería interesante conocer cuál es la participación de nosotros en esos números, lo que propongo sea un desafío autoimpuesto.

Finalmente, concentrándose en las revistas de psicología, los investigadores de esta área en el 2010 publican generalmente en revistas del cuartil 3 (Q3) y Q4 (95 trabajos en total), pero poco en Q1 y Q2 (27 artículos). Tienden a publicar en la revista Terapia Psicológica (Q3) y Psykhe (Q4). Ello indica un claro desafío a la Revista de Psicología de FACSO. El Informe agrupa otro conjunto de revistas en la categoría Ciencias Sociales. En el 2010 los investigadores en este grupo publicaron 337 artículos en Q4 y Q3, mientras que 174 en Q2 y Q1. Las revistas con más contribuciones fueron Chungara (Q2) y Estudios Pedagógicos (Q4). Del mismo modo, ese es un desafío para la Revista Chilena de Antropología y la Revista Enfoques Educacionales. La Revista de Sociología compite más con revistas en el área del derecho que al interior de su propia disciplina.