Homenaje al Profesor Tito Ureta, al cumplirse un año de su fallecimiento.

"Un hombre de bien"

"Un hombre de bien". Homenaje al Profesor Tito Ureta.
Profesor Tito Ureta, académico de la Facultad de Ciencias. Integró el Senado Universitario durante el período 2006-2010. Su deceso se produjo el 6 de junio de 2012.
Profesor Tito Ureta, académico de la Facultad de Ciencias. Integró el Senado Universitario durante el período 2006-2010. Su deceso se produjo el 6 de junio de 2012.

Con frecuencia se emplea la expresión "hombre de bien", de la que se encuentran múltiples definiciones. Lo que no resulta fácil es encontrar individuos a quienes aplicarla.

Tengo la suerte, sin embargo, de haber compartido en diversos planos con una persona que representa de la manera más evidente lo que es el concepto de "hombre de bien". Me refiero al Profesor Tito Ureta, reconocido internacionalmente como uno de los científicos más prestigiosos de nuestro país y que nos dejó hace un año. No solamente se dedicaba – y hay que ver cómo se dedicaba – a la investigación y a la docencia, pues siempre supo encontrar el tiempo para enfrentar otras actividades académicas. Era usual ver su nombre en anuncios de charlas y conferencias, para público especializado y lego, compartiendo su sabiduría y conocimientos que parecían no tener límites. No le bastaba con hacer ciencia, sino que la relacionaba con otros ámbitos del saber que le permitían enriquecerla y enriquecernos. Los títulos de algunos de sus trabajos lo demuestran: "Origen y evolución de proteínas y enzimas", "En el filo de la Navaja de Occam: reflexiones reduccionistas sobre algunos problemas del ser humano", "Fragmentos de un manual para perplejos del siglo 21: Intersecciones entre ciencia y las eternas preguntas del humano". Recuerdo que sostuvimos largas conversaciones acerca de diversos temas relacionados con el lenguaje aunando perspectivas humanistas y biológicas. Lo recuerdo, también, compartiendo momentos de gozo espiritual en el teatro de nuestra Universidad, siempre en compañía de su esposa.

Señalaba anteriormente que el Profesor Ureta no se restaba a realizar actividades universitarias que lo sacaban de su investigación y docencia.

Tanto la Comisión Superior de Evaluación Académica como el Senado Universitario tuvieron el privilegio de contar con su sabiduría y experiencia. Fue en el seno de este último donde pude conocerlo más cercanamente. Participó en él desde sus comienzos, tanto en reuniones de comisiones y plenarias, demostrando sabiduría y ponderación.

Fue un claro exponente de lo que debe ser un académico de la Universidad de Chile, que no sólo entrega sus esfuerzos al desarrollo de su disciplina, sino que también los dirige hacia el mejoramiento de la institución que lo cobijó durante toda su vida académica.

Hombres de bien como Tito Ureta serán recordados por siempre: como maestros, como modelos de vida.