Interculturalidad, diversidad y primera infancia: académicos de la Universidad de Chile abren nuevas miradas en jardines infantiles

Interculturalidad y diversidad: educación desde la primera infancia
La Sala Cuna Aitue de La Cisterna vivió el pasado sábado 8 de julio una fiesta intercultural que convocó a toda la comunidad.
La Sala Cuna Aitue de La Cisterna vivió el pasado sábado 8 de julio una fiesta intercultural que convocó a toda la comunidad.
Laura Mendoza, Académica del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales y coordinadora del proyecto.
Laura Mendoza, Académica del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales y coordinadora del proyecto.
El diálogo de los miembros de la comunidad también fue parte de la actividad.
El diálogo de los miembros de la comunidad también fue parte de la actividad.
Niños y niñas participaron activamente de la fiesta intercultural junto a sus familias.
Niños y niñas participaron activamente de la fiesta intercultural junto a sus familias.
La música en distintos formatos tuvo una presencia central en el encuentro.
La música en distintos formatos tuvo una presencia central en el encuentro.
El frío no fue impedimento para celebrar.
El frío no fue impedimento para celebrar.

Siguiendo el principio que motiva al Fondo Valentín Letelier de promover el vínculo de nuestra Casa de Estudios con la ciudadanía y reforzar el compromiso con un desarrollo social y cultural participativo, inclusivo para todos los grupos de nuestro país, los profesores de la Carrera de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, Laura Mendoza y Leopoldo Muñoz, se unieron al profesor de la Facultad de Artes, Gabriel Uribarri, para dar origen al proyecto que se enfocó en el trabajo en dos jardines infantiles de la Región Metropolitana: Peumayen en la comuna de Peñalolén y Aitue en La Cisterna.

"Empezamos a trabajar este proyecto primero en el Jardín Intercultural Peumayen. Ahí hicimos talleres de música y dibujo. Ese es un jardín intercultural, está en un territorio en que viven mapuches, colombianos, peruanos, haitianos. La Sala Cuna Aitue no es intercultural, es muy homogéneo, entonces, aquí nosotros venimos a dejar planteado el tema de la interculturalidad a los niños, los apoderados y al equipo técnico. Nos hemos ido juntando con ellos, hablando del tema, contando nuestra experiencia, viendo cuál es la experiencia de ellos, haciendo talleres y dinámicas", relata sobre la experiencia Laura Mendoza, coordinadora del proyecto.

Sumando voluntades

Al proyecto "Necesitamos vernos: otra mirada a la diversidad", se sumaron importantes colaboradores: el músico José Seves de Intillimani, el colectivo interdisciplinario Ceibo, compuesto por Ítalo Retamal y Dauno Tótoro, y un grupo de estudiantes de Artes Visuales y de Educación, todos quienes participan de los talleres con la comunidad de niños y niñas, padres y equipo técnico de los jardines infantiles.

¿Por qué plantear este proyecto desde el arte? "Porque en el arte está lo emocional, lo afectivo, y te queda marcado", explica la profesora Laura Mendoza, quien cuenta que como etapa final del proyecto, esperan lanzar una publicación y un documental que registre la experiencia, además de una compilación de canciones con letras mapuche que fueron creadas durante el proyecto, y las cuales musicalizó José Seves.

Fiesta intercultural

El pasado sábado 7 de julio, la iniciativa de los académicos de nuestra Universidad, se abocó a la celebración de una fiesta intercultural en el Jardín Infantil Aitue. Con la presencia y colaboración de los niños y apoderados de éste, la comunidad compartió una jornada de música, degustación gastronómica, muestra de artesanía y talleres, en donde el centro fue la diversidad cultural.

Los académicos ofrecieron un verdadero banquete de comida mapuche, los apoderados llevaron postres de Perú, Brasil y Chile, un grupo de jóvenes abrió la tarde tocando boleros. A ellos le sucedieron la música de José Seves, y un infaltable cuequero que animó la fría tarde al ritmo de unas cuecas choras. Los niños participaron de un taller de arte en el aula, y las familias compartieron una improvisada feria de artesanía, mostrando objetos de distintos países guardados en sus casas.

"Es impresionante la respuesta de los apoderados, porque es un tema que no se plantean, y  agradecen que se los planteemos. De inmediato quisieron participar, formaron comisiones y hoy están participando todos los papás", dijo la coordinadora del proyecto.

Educar desde la primera infancia

Desde el minuto en que se plantearon un proyecto de difusión y visibilización de la interculturalidad a nivel escolar, los académicos de nuestra Casa de Estudios, tuvieron en mente realizarlo con niños en edad preescolar. "Es importante partir con esto desde la primera infancia, de 0 a 7 años, porque en esta etapa a ti se te quedan marcado en la piel los valores, los principios, las experiencias que tú estás viviendo, esa mirada de respeto a los otros", señala Laura Mendoza.

"Necesitamos vernos: otra mirada a la diversidad", apunta a ese cambio a partir de las nuevas generaciones, "este tema tiene que ver con que nosotros creemos en una sociedad mejor, más diversa, más respetuosa, en una sociedad que sea capaz de mirar la riqueza de unos y otros", concluye la profesora.

Experiencia de los padres

Entre comidas, música y reflexiones, la fiesta intercultural de la Sala Cuna Aitue, también abrió un espacio para oír las voces de los apoderados en torno al tema planteado.

"Nosotros fuimos criados súper xenófobos, y pesados con los peruanos, con los mapuches, qué alegría que nuestros hijos crezcan en mayor libertad en ese sentido, qué alegría que nuestros hijos tengan esta perspectiva", señaló uno de los padres, palabras similares expresó otro apoderado, quien dijo. "En mi trabajo les decían a los peruanos devuélvete a tu país, ándate a comer palomas, y veía cómo a la gente que era inmigrante o mapuche los molestaban, ojalá nosotros pudiéramos parar un poco y darnos cuenta de cómo nos tratamos".

Desde el lado de la comisión culinaria, una de las apoderadas dijo: "Aprendimos a cocinar suspiro limeño, eso es bueno, porque cuando uno hace las cosas tienen un sabor distinto".

"Finalmente todos tenemos nuestros ancestros de distintos países, de distintos lugares, de pueblos originarios, algunos serán españoles, otros europeos, de las culturas más sabias que son las indígenas. El punto está en que nosotros lo que queremos es dejarles planteado ese tema, el tema de la interculturalidad, del respeto a la diversidad, del respeto a los derechos humanos que nos hace ser únicos y especiales como personas", expresó a los presentes en nombre de los organizadores de esta iniciativa, la académica Mendoza.

Reconocer quienes somos

Junto con agradecer a las familias que participaron de la fiesta intercultural el pasado domingo y a quienes llevaron a cabo este proyecto, Verónica Catalán, Directora de la Sala Cuna, dirigió a los presentes en el encuentro emotivas palabras.

"Nosotros ya no vamos a hacer los mismos, sino que de aquí en adelante cada uno va a ir aportando y creciendo en esta comunidad", dijo la educadora, al tiempo en que señaló, "Hoy podemos mirarnos, reconocernos, reconocer quienes somos, reconocer nuestra historia y nuestra historia está en esta comunidad que queremos construir, en nuestros encuentros y desencuentros".

Verónica Catalán aprovechó la oportunidad para relatar la integración de familias peruanas y Pakistanis a la comunidad de la Sala Cuna Aitué, destacando que "uno se da cuenta que tienen otras culturas, otras maneras de relacionarse, pero lo más importante es que son un aporte a lo que nosotros queremos ir construyendo, el valor está en nosotros como seres humanos, lo más valioso que tenemos es nuestra historia nuestra dignidad, nuestra capacidad de crear, nuestra necesidad de expresarnos, y esto es importante irlo construyendo desde las salas cunas", dijo.