Dentro de los más de 100 asistentes, muchos ex alumnos se reencontraron y tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias en el mundo laboral, así como recordar sus tiempos como estudiantes en los pasillos y aulas del emblemático edificio de InJeniería.
El director de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, Patricio Poblete, destacó la importancia de este tipo de actividades ya que "los ex alumnos son uno de los sectores que más pueden aportar al proceso educativo universitario con su visión y experiencia de lo que es la profesión en el mundo laboral, y de esa manera enrriquecer el enfoque docente".
En el evento, que comenzó con un cocktail, se hizo un minuto de silencio por el académico Christián Moscoso, fallecido en la madrugada producto de un cáncer y quien estudió y trabajó por más de una década en el Departamento de Ingeniería de Minas de la Universidad de Chile.
Posteriormente, el decano Francisco Brieva se dirigió al público presente enfatizando que la carrera de Ingeniería de Minas ha vivido un crecimiento exponencial durante los últimos años, ya que "varios elementos se han conjugado para que ésta sea una de las bases de la Escuela de Ingeniería, y una de las carreras más antiguas de la Universidad".
Además, el Decano destacó que actualmente el 20% de los estudiantes son mujeres, "lo que es un número interesante, ya que históricamente las pocas mujeres que entraban a la Facultad se iban al área de las ciencias biológicas, pero hoy esta tendencia está cambiando".
Katiuska Barahona fue una de las asistentes a la ceremonia y una de las pocas mujeres que estudió Ingeniería en Minas en la década de los setenta, egresada en 1976. "Yo vivía lejos, por lo que pasaba todo el día en la Escuela, pero me encantaba estar acá, pese a que algunas personas decían que el ambiente era frío", recuerda la ingeniera de minas especializada en metalurgia, que era a veces la única mujer sentada en las clases de Beauchef por aquellos años.
El director del Departamento de Ingeniería de Minas, Julián Ortiz, también recalcó la ascensión de la carrera; sin embargo, dijo que las metas son aún más altas. "Queremos ser un referente nacional e internacional en investigación e infraestructura", aseguró el académico, para lo cual presentó el proyecto de remodelación del departamento que contempla un aumento en los docentes de planta y la modernización en los edificios, pero conservando su cáracter patrimonial.
A continuación, Diego Hernández, Presidente Ejecutivo de Antofagasta Minerals y ex alumno de la FCFM, habló sobre la importancia de la minería en el desarrollo nacional y la responsabilidad de la educación de calidad para asegurar que los contenidos impartidos vayan de acuerdo con las necesidades y la realidad de la industria.
Sobre este tema, Hernández dijo que "se debe incentivar la participación de las empresas mineras, como una segunda opinión, en la revisión y definición de las mallas curriculares, para ajustarlas a las necesidades de la industria. También, se requiere de la supervisión del Estado para evitar que en unos años más estemos transitando desde un déficit de profesionales mineros a un superávit como probablemente está ocurriendo en muchas otras profesiones".
A la vez, resaltó la labor de la FCFM en preparar a los mejores profesionales para la industria minera, en donde "necesitamos tener ingenieros competentes en las materias propias de la Ingeniería de Minas y con una sólida base en ciencias básicas y en esto, esta Escuela ha sido pionera y ocupa el primer lugar".
Además de los discursos, se reconocieron a empresarios, docentes y funcionarios por sus importantes labores en apoyo al Departamento de Ingeniería de Minas. Los empresarios Diego Hernández y Alberto Salas fueron distinguidos por apoyar incondicionalmente las actividades de la carrera, mientras que un ovacionado profesor Jaime Chacón recibió un reconocimiento por sus años de docencia. En tanto, Juanita Vergara y Lilian Salinas fueron las dos funcionarias premiadas por su dedicación y constancia en sus más de dos décadas de carrera dentro del departamento.